The Killing Games toma como punto de partida la historia real del canadiense Mark Twitchell, cineasta vocacional fanático de la saga Star Wars (llegó a rodar un cortometraje afín a la saga titulado “Star Wars: Secrets of the Rebelion”), y buen aficionado al cine de terror que estaba convencido, según sus propias declaraciones, “de las necesidades estéticas de un realismo extremo”, una afirmaci� +�n que, a la vista de los acontecimientos posteriores, adquiriría una lectura trágica.
Fanático declarado de la serie Dexter, Mark Twitchell elaboró un guión que, en pocas palabras, pretendía abordar el subgénero prohibido “snuff” (filmación de muertes reales) desde una perspectiva puramente cinematográfica. Los delirios de Twitchell finalizaron con la muerte de un pobre tipo que se cruzó en su camino y que fue torturado, desmembrado y, finalmente, decapitado (con una espada samurai) en el garaje de su casa. Y todo ello con una máscara de hockey negra cubriendo su rostro… También en declaraciones posteriores, Mark Twitchell declaró que todo lo hizo inspirado por el personaje de Dexter Morgan y “por el Arte, por el cine, por el realismo en una película”.
Sinopsis:
The Killing Games toma como punto de partida la historia real del canadiense Mark Twitchell, cineasta vocacional fanático de la saga Star Wars (llegó a rodar un cortometraje afín a la saga titulado “Star Wars: Secrets of the Rebelion”), y buen aficionado al cine de terror que estaba convencido, según sus propias declaraciones, “de las necesidades estéticas de un realismo extremo”, una afirmaci� +�n que, a la vista de los acontecimientos posteriores, adquiriría una lectura trágica.
Fanático declarado de la serie Dexter, Mark Twitchell elaboró un guión que, en pocas palabras, pretendía abordar el subgénero prohibido “snuff” (filmación de muertes reales) desde una perspectiva puramente cinematográfica. Los delirios de Twitchell finalizaron con la muerte de un pobre tipo que se cruzó en su camino y que fue torturado, desmembrado y, finalmente, decapitado (con una espada samurai) en el garaje de su casa. Y todo ello con una máscara de hockey negra cubriendo su rostro… También en declaraciones posteriores, Mark Twitchell declaró que todo lo hizo inspirado por el personaje de Dexter Morgan y “por el Arte, por el cine, por el realismo en una película”.