Hungría, 1913. La historia de Josef Brenner, escritor y médico, es una historia fáustica de nuestros tiempos. Brenner trabaja como médico en una clínica psiquiátrica a principios del siglo XX. Ha sufrido durante meses un bloqueo mental a la hora de escribir, es incapaz de escribir ni siquiera una sóla línea en el papel y a causa de ello se ha convertido en un adicto a la morfina. Un día llega una + nueva paciente, Gizella, de 28 años. Ésta, por el contrario, siempre está escribiendo, es adicta a su diario e incapaz de soltar el bolígrafo. La joven se encuentra cada vez más abrumada por la obsesión de que un poder cruel y extraño la ha poseído.
Sinopsis:
Hungría, 1913. La historia de Josef Brenner, escritor y médico, es una historia fáustica de nuestros tiempos. Brenner trabaja como médico en una clínica psiquiátrica a principios del siglo XX. Ha sufrido durante meses un bloqueo mental a la hora de escribir, es incapaz de escribir ni siquiera una sóla línea en el papel y a causa de ello se ha convertido en un adicto a la morfina. Un día llega una + nueva paciente, Gizella, de 28 años. Ésta, por el contrario, siempre está escribiendo, es adicta a su diario e incapaz de soltar el bolígrafo. La joven se encuentra cada vez más abrumada por la obsesión de que un poder cruel y extraño la ha poseído.
Las primeras tentativas de esta práctica en seres humanos ocurrieron a partir de 1935, cuando el neurólogo Egas Moniz se unió con el cirujano Almeidas Lima en la universidad de Lisboa para realizar una serie de leucotomías prefrontales - un procedimiento que separaba la conexión entre la corteza prefrontal y el resto del cerebro.
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Las primeras tentativas de esta práctica en seres humanos ocurrieron a partir de 1935, cuando el neurólogo Egas Moniz se unió con el cirujano Almeidas Lima en la universidad de Lisboa para realizar una serie de leucotomías prefrontales - un procedimiento que separaba la conexión entre la corteza prefrontal y el resto del cerebro.
Fuente: Wikipeda