Frases célebres de El Perfume: Historia de un asesino



lo unico que su perfume no podria hacer seria lograr que él amara y fuera amado.


- ¿Por qué has matado a mi hija? - Porque la necesitaba...


El alma de los seres es su perfume


Podria hacer que el Rey de Francia se arrodillara ante el, podria escribir una carta diciendole al Papa de italia que el era el nuevo MESIAS.


El efímero reino de los olores.


El primer sonido que salió de los labios de Grenouille, envió a su madre a la horca y a Jean Baptiste por orden oficial, al orfanato de Madame Gaillard.


A los cinco años, Jean Baptiste no hablaba. Pero había nacido con un talento que lo hacía único entre la humanidad.


No es que los otros niños lo odiaran, pero se sentían nerviosos con él.


El objetivo era poseer todo lo que ofrecía el mundo, en cuanto a olores. Su única condición era, que fueran nuevos.


El intoxicante poder del olor de la niña, le indicó de pronto por qué se había aferrado en la vida con tal tenacidad.


El significado de su miserable existencia, tenía un destino mucho mayor. Aprendería a preservar el olor para nunca más volver a perder tan sublime belleza.


La inspiración requiere de paz y tranquilidad.


Mi nariz reconoce todos los olores del mundo. Necesito aprender los nombres. Aprenderlos todos.


Se necesita el talento de un verdadero profesionista, para detectar la fórmula exacta. Cuáles notas, cuáles acordes, las medidas precisas.


El talento es casi nada, mientras que la experiencia adquirida con humildad y trabajo duro lo es todo.


Tu fracaso también será una oportunidad para ti de aprender la virtud de la humildad.


Como un acorde musical, todo perfume contiene cuatro esencias o notas, seleccionadas con cuidado para su afinidad armónica.


Debo aprender a capturar el aroma y reproducirlo para siempre.


Imagínate, Jean-Baptiste diez mil rosas para producir una sola onza de aceite esencial. Debemos llevarlas a la muerte con el aroma intacto.


Grasse. ¡Qué pueblo! La Roma de los aromas. La tierra prometida del perfume.


Ningún hombre puede considerarse perfumista a menos que haya probado su valor en ese lugar, sagrado.


El alma misma de la rosa


¡No puedes destilar el aroma de un gato, ni puedes destilar tu aroma o el mío!


A cada paso que daba Grenouille, más feliz se sentía. El aire era cada vez más claro, más puro, más limpio y por fin pudo respirar con libertad.


Su nariz lo llevaba más arriba, más allá de la humanidad, hacia el polo magnético de la mayor soledad posible.


Siempre es más divertido hacerlo con alguien.


Por primera vez en su vida, Grenouille se dio cuenta de que no tenía un olor propio. Se dio cuenta de que siempre había sido nadie para todos.


Lo que ahora sentía, era el temer su propio olvido. Era como si no existiera.


El arte de la extracción, es permitir que las flores mueran lentamente. En sus sueños, por decirlo. Manéjenlas como si se tratase de una dama.


Asegúrate de perder tu tiempo, no el nuestro.


Estás creando un perfume, ¿eh?, vamos, admítelo. Estás excitándote, ¿no es así?


El toque de queda es necesario, pero hay que atrapar al hombre.


Sea lo que sea. Me temo que no dejará de matar, hasta haber completado su colección.


Ese hombre en un demonio. Un fantasma que no puede ser derrotado con medios humanos.


Esto no es cuestión de fe. Se trata de un asesino y debemos atraparlo usando la inteligencia que nos otorgó Dios.


Asesino de almas.


Dios, con tu piadoso espíritu, que caigan rayos sobre su cabeza y que el demonio haga sopa con sus huesos. Amén.


Este hombre es inocente.


¡No es un hombre! ¡Es un ángel!


Poseía un poder más grande que el del dinero, el terror, la muerte. El invencible poder de regir el amor de la humanidad.


Al demonio con eso, pensó. Al demonio con el mundo, con el perfume, con él.