Michael ha vuelto.
- Un hombre no haría eso. - Este no es un hombre.
¡Michael Myers es el demonio en persona!
Pasé 8 años tratando de entenderlo y otros 8 tratando de mantenerlo encerrado porque me di cuenta de que lo que había tras sus ojos era pura y simple maldad.
No se puede matar al hombre del saco.
- ¿Era un hombre, Miller? - Si lo era, todos pueden actuar así.
Me encontré con un niño de 6 años. Con un rostro pálido. Sin expresión, sin emoción. Y unos ojos negrísimos. Los ojos del diablo.
-¿Era el hombre del saco? -De hecho lo era
“Es Halloween, todo el mundo tiene derecho a un buen susto”.
La muerte ha llegado a su pequeña ciudad, sheriff.
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