La profecía es lo único que importa.
_No te sentará bien. _Claro que sí, está caliente. _Quiero decir, no es muy higiénico. _Es sangre, no heces.
_Bueno, ¿cómo os llama la gente en vuestro tiempo? _Granger. _¿Granger? Es un nombre muy inusual. _Pero me funciona muy bien para mojar
Cuando llegue la hora, ya veremos que pasa. Hasta entonces, deja de ser tan cabrón y llévame a mis aposentos
Empiezo el día con un batido de proteínas y lo acabo en una choza del medievo.
Ni un colocón de ácido sería tan raro como esto.
Dormiré con él para darle calor pero no placer. Tampoco necesita que venga un hombre.
¿Quién es usted, doctora? ¿Es la chica para todo? ¿Tan pronto sirve para un roto como para un descosido?
¡Mi herida es mortal!
Solo encontrarán esta carcasa vacía.
Puedes coger tu profecía y metértela por el culo.
Vuestra insolencia me resulta extrañamente estimulante, Granger.
No quiero morir incompleta.
Allard, ¿sueles tener citas? En serio, ¿a la gente le gusta estar conmigo? Me refiero a las mujeres, o más bien te va ese rollo de la espada y las sandalias sudadas, y el baño turco. No es nada grave. Vamos tío, haz lo que te venga en ganas.
¿Mis palabras os inquietan, a vos que habéis visto morir a cientos?
¡Ya basta, bruja, compórtate!
¡Moriremos, pero nos llevaremos su sangre con nosotros!
Allard salvó nuestras vidas esa mañana. Aceptémoslo, probablemente salvara el mundo tal y como lo conocemos.
Entras, consigues la información y sales cagando leches para conservar tu pellejo.
El mismísimo diablo espera tu muerte.
¡Mentira, tienes la lengua negra! ¡Eres de la Madre Oscura!
Fue un honor luchar a vuestro lado y acostaros con vos.
Nunca has sido rey. La Historia está llena de perdedores como tú.