Esta es la historia de una niña llamada, Rapunzel. Y comienza, con el sol. Ahora, érase una vez, una sola gota de la luz del sol cayó del cielo. Y de esta pequeña gota de sol, creció una mágica, flor de oro. Tenía la capacidad de curar a los enfermos y heridos.
El mundo afuera es un lugar peligroso.
Cada año en su cumpleaños, el Rey y la Reina liberaban miles de linternas en el cielo. Con la esperanza de que un día, su perdida Princesa, volvería.
Eso es lo divertido de cumplir años. Son una especie de cosa anual.
Escucha, lo único que quiero hacer con tu pelo, es que me dejes salir de él. Literalmente.
¿Sabe usted qué es esto? - ¿Te refieres a las linternas que lanzan por la princesa? - ¿Linternas? Yo sabía que no eran estrellas.
Algo te ha traído aquí, Ryder Flynn. Llámalo como quieras, la suerte, el destino. Un caballo. Así que he tomado la decisión de confiar en ti. - Una decisión horrible, de verdad.
Una pequeña rebelión, un poco de aventura.
Destello y brillo de flor, deja brillar tu poder. Has retroceder el reloj, devuélveme lo que una vez era el mío. Cura lo que ha sido herido. Cambiar el destino trazado. Guardar lo que se ha perdido. Devuélveme lo que una vez era el mío. Lo que antes era mío.
Estoy aterrorizada. - ¿Por qué? - He estado mirando por la ventana por dieciocho años. Soñando con lo que se siente cuando las luces suben en el cielo. ¿Y si no es todo lo que soñé que sería?
Tienes la oportunidad de ir a buscar un nuevo sueño.
Todos los días observando desde las ventanas. Todos esos años mirando desde afuera, ni siquiera sabia qué ciega he sido ahora que estoy aquí.
¿Rapunzel, que está pasando ahí? ¿Te encuentras bien? - Yo soy la princesa perdida.
Por fin Rapunzel estaba en casa, y finalmente había una familia real.