Frases célebres de No te Mueras sin Decirme adónde Vas



- ¿William era inventor como yo? - Vos eras inventor como vos.


Parece que trabajé con Edison, y que inventé el cine.


Como una ventana por la que pueden echar a volar los sueños liberados. Un preservador de sueños... para que no se esfumen cuando nos despertamos, cuando volvemos a la espantosa realidad.


Ana tiembla como es habitual cuando tiene miedo.


¿Cómo te fue en el velorio?


Un día de estos te vas a electrocutar, Leopoldo.


- ¿Qué es? - Un recolector de sueños.


Mi nombre es Carlos, un cuerpo de metal con corazón argentino.


- ¿A donde van? - A nacer.


- Asombroso Leo... Lo lograste, ¿te acordás qué soñabas? - No , no muy bien... pero me acuerdo que sentí algo muy especial... - ¿Miedo? ¿Angustia? - No, Amor.


Leopoldo, si el universo fuera solo tu barrio, tu ciudad, tu país, tu planeta... Si la vida se acabara en una caja de madera, si solo fuera esto que conoces hasta aquí, estaríamos pensando en un Dios tan mediocre.


Se qué esta pasando y me hace muy feliz. Pero no lo entiendo.


- ¿Puede ser un amor de una vida anterior? - No, no es de otra vida... es de esta.


Tranquila Anita que no te voy a abandonar. Te voy a llevar a donde vaya, al manicomio, al espacio, donde sea.


- Cuando me saludaste, por un momento pensé... - ¿que habías tenido una pesadilla y que todavía seguías vivo?


Te voy a decir donde enterraron mi cuerpo. Lo pusieron con otras 5 personas que también mataron, te voy a dar los nombres y que mi vieja les avise a las otras madres.


No cantes infeliz, ¡te estoy insultando!


Vos siempre fuiste un poco soñador, ese es tu problema.


Don Mario sin sueños no somos mas que un montón de vísceras y miedos.


Yo les agradezco muchachos, quizá me estén alargando la vida.


- Para vos es fácil, sos un espíritu. Sin tiempo, sin espacio, sin ganas.. - No es tan fácil Leopoldo. Extraño. Extraño tu cuerpo. Extraño la sed, el deseo, los sueños. Y al mismo tiempo tengo miedo de volver a sentir todo eso, porque sé que voy a volver a perderlo.


- Rachel, si yo muriera podríamos irnos juntos - Ni se te ocurra... Tenemos que encontrarnos en la vida. Ya va a ocurrir. Eso sí, prométeme algo... La proxima vez, no te mueras sin decirme a dónde vas.


Es maravilloso, tengo hambre, tengo frío, estoy viva. Entonces... ¿Por qué lloro?