Otro mafioso yanqui idiota que está a la fuga va y se mete en medio de un campo de pruebas nucleares, le peta una bomba en las narices y se convierte en un supervillano, literalmente ¨un hombre de acero¨. Vaya por dios. Espero que Clark Kent/Kal-El tuviera buenos abogados.
Pero que la idea sea simple y manida no significa automáticamente que la peli sea mala. Seguidme en este viaje de regreso a los 50 (rodada en 1958 para la RKO, no se estrenó hasta 1961 por problemas legales, cuando la Columbia la compró) en los inicios de la Década Prodigiosa.
El anciano Allan Dwan, que hizo fama y fortuna dirigiendo a Douglas Fairbanks en Robin Hood (1922) dirige su última película antes de una larga jubilación (falleció a los 96 años), un producto de presupuesto tirando a bajo y rodado en México para abaratar costes.
Los intérpretes son relativamente conocidos para los cinéfilos. De hecho el reparto es el punto fuerte de la peli: El vengativo villano protagonista, el gángster Eddy Candell, es el aussie Ron Randell, que para cuando se estrenó la peli había medrado bastante y se encontraba rodando la superproducción internacional ¨Rey de reyes¨ en un papel principal. Es un tiparraco fuerte y de digna presencia, muy adecuado para el papel. Las chicas son Debra Paget, importantísima actriz secundaria a la que vimos en ¨Los Diez Mandamientos¨, como la seductira, traidora, cobarde y alcohólica Linda Marlow y la decorativa Elaine Stewart, buena actriz de carácter que tuvo varios papeles pequeños en grandes producciones de la Metro, como la devota novia de Candell, Carla Angelo. Las dos actrices dominan el reparto, demostrando tener más tablas que el resto. Otros intérpretes de carácter como Tony Caruso (gángster traidor) y el veteranísimo Morris Ankrum (como detective) completan un reparto que para tratarse de serie B es casi coral.
El guion de Philip Rock, del destacado actor - australiano al igual que Randell - Michael Pate y del polifacético James Leicester tiene un argumento muy manido, pero se desarrolla bien, con diálogos correctos y escenas que no llegan a caer en el ridículo. El aspecto técnico es muy pobre debido a que todo el presupuesto de la película se fue en pagar al personal (ver curiosidades), pero dicho personal era muy competente y la película tira adelante sin fallos y de manera harmoniosa, mostrando la gran profesionalidad del equipo. No esperéis ningún tipo de FX, ni un buen maquillaje, y si véis pelis mexicanas os van a sonar varios decorados, pero el montaje es dinámico y bien construído y la fotografía es correcta.
Una película entretenida que se sobrepone a un argumento lleno de tópicos (lo que jamás tiene por qué ser malo si se ejecuta bien) y a un rodaje lleno de adversidades gracias al puro oficio de reparto y equipo. Vale la pena probar.
bigladiesman
7
Otro mafioso yanqui idiota que está a la fuga va y se mete en medio de un campo de pruebas nucleares, le peta una bomba en las narices y se convierte en un supervillano, literalmente ¨un hombre de acero¨. Vaya por dios. Espero que Clark Kent/Kal-El tuviera buenos abogados.
Pero que la idea sea simple y manida no significa automáticamente que la peli sea mala. Seguidme en este viaje de regreso a los 50 (rodada en 1958 para la RKO, no se estrenó hasta 1961 por problemas legales, cuando la Columbia la compró) en los inicios de la Década Prodigiosa.
El anciano Allan Dwan, que hizo fama y fortuna dirigiendo a Douglas Fairbanks en Robin Hood (1922) dirige su última película antes de una larga jubilación (falleció a los 96 años), un producto de presupuesto tirando a bajo y rodado en México para abaratar costes.
Los intérpretes son relativamente conocidos para los cinéfilos. De hecho el reparto es el punto fuerte de la peli: El vengativo villano protagonista, el gángster Eddy Candell, es el aussie Ron Randell, que para cuando se estrenó la peli había medrado bastante y se encontraba rodando la superproducción internacional ¨Rey de reyes¨ en un papel principal. Es un tiparraco fuerte y de digna presencia, muy adecuado para el papel. Las chicas son Debra Paget, importantísima actriz secundaria a la que vimos en ¨Los Diez Mandamientos¨, como la seductira, traidora, cobarde y alcohólica Linda Marlow y la decorativa Elaine Stewart, buena actriz de carácter que tuvo varios papeles pequeños en grandes producciones de la Metro, como la devota novia de Candell, Carla Angelo. Las dos actrices dominan el reparto, demostrando tener más tablas que el resto. Otros intérpretes de carácter como Tony Caruso (gángster traidor) y el veteranísimo Morris Ankrum (como detective) completan un reparto que para tratarse de serie B es casi coral.
El guion de Philip Rock, del destacado actor - australiano al igual que Randell - Michael Pate y del polifacético James Leicester tiene un argumento muy manido, pero se desarrolla bien, con diálogos correctos y escenas que no llegan a caer en el ridículo. El aspecto técnico es muy pobre debido a que todo el presupuesto de la película se fue en pagar al personal (ver curiosidades), pero dicho personal era muy competente y la película tira adelante sin fallos y de manera harmoniosa, mostrando la gran profesionalidad del equipo. No esperéis ningún tipo de FX, ni un buen maquillaje, y si véis pelis mexicanas os van a sonar varios decorados, pero el montaje es dinámico y bien construído y la fotografía es correcta.
Una película entretenida que se sobrepone a un argumento lleno de tópicos (lo que jamás tiene por qué ser malo si se ejecuta bien) y a un rodaje lleno de adversidades gracias al puro oficio de reparto y equipo. Vale la pena probar.
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