Ficha Häxan: La brujería a través de los tiempos

7.76 - Total: 105

  • No la has puntuado
  • No has insertado crítica
  • No has insertado curiosidades
  • No has insertado ningun error


Críticas de Häxan: La brujería a través de los tiempos (14)




Parnaso

  • 23 Apr 2024

7


Es ya la tercera vez que la veo y en aquesta vez vista, si bien más he captado la información que cuenta el papel de la bruja a lo largo de la historia hasta compararla con la histeria en la “actualidad“, pareciéndome la parte más interesante, al tiempo me ha encantado menos pese a conservar imágenes que escenifican el medievo como otra ninguna y erizan la piel. Pues si bien me ha entretenido e interesado, ya no me ha parecido magistral.



Me gusta (1) Reportar

DE NIRO

  • 18 Mar 2024

7


Mezclando el documental y la ficcion dramatica, la pelicula descubre la relación de los hombres de la edad media(su actitud vil y la gran proliferación de brujos y brujas)mostrando algunas situaciones modernas de los años veinte, donde esta fue filmada, un interesante repaso al mundo del ocultismo, la magia negra y la brujeria a través de los siglos, dibujando un panorama que puede resultar a lla vez tan facinante como estremecedor, cinta basada parcialmente en un manual alemán para inquisidores del siglo 15, cine mudo con escenas teatralizadas, ya tiene cien años hay que reconocerle que estaba avanzada para la epoca y con un tema tabú en esa epoca.



Me gusta (1) Reportar

Gilles De Rais

  • 30 Aug 2018

10


No la había visto hasta hoy y solo puedo decir que estamos ante una auténtica obra maestra del cine mudo... Bueno, es mas bien un documental pero es igual. Por curiosidad estaba yo viendo los dibujos satánicos del primer capítulo, me sonaban bastante, y coño.. son los mismos dibujos del folleto del cd del grupo de death metal `Morbid Angel´ y su disco ¨Covenant¨. Ya decía yo que me eran familiares. Este documental, destruye a la iglesia y su forma de actuar en la edad media. Solo hay que ver las escenas y secuencias totalmente blasfemas que nos encontraremos. Incluso el mismísimo demonio, que aparece bastante, para ser del 1922 decir que está currado es quedarse corto. Y llegados a su último capítulo, me llamó mucho la atención lo nada avanzada que estaba la medicina por entonces en lo que respecta a las enfermedades neurológicas o psiquiátricas. En conclusión: Una auténtica maravilla del cine mudo, con escenas totalmente antológicas y muy avanzadas para su época.



Me gusta (2) Reportar

zamenhof

  • 23 Mar 2018

10


Obra maestra que nos narra y nos quiere acercar la explicación de los mitos de la brujería, demonios, de las brujas que son ajusticiadas sin juicios normales, etc etc. Una obra que nos muestra como evoluciona lo demoníaco con escenas que nos transmiten la forma de actuar y de pensar de la gente de las épocas.
Uno de esos films antiguos imperdibles para entender el cine futuro y entender la mística de lo demoníaco y su evolución con el paso de los tiempos.



Me gusta (1) Reportar

mahotsukai

  • 28 Nov 2017

10



Legendario y referencial film de drama y horror silente que mezcla el documental y la ficción, dirigido por el danés Benjamin Christensen.

Luego del éxito de su segunda película, el melodrama social “Haevnens Nat” (1915) e inspirado por los recientes films de horror del Expresionismo Alemán como “Der Student von Prag” (1913) de Stellan Rye y Paul Wegener, “Das Cabinet des Dr. Caligari”, (1919) de Robert Wiene y “Der Golem” (1920) de Carl Boese Paul Wegener, el actor y director danés Benjamin Christensen se aboca en concretar la que a la postre se convertiría en su mejor película y la película más cara de Escandinavia en la época silente, “Häxan” (1922).

A partir de un viaje a Berlin, Christensen había adquirido una copia del legendario e infame “Malleus Maleficarum” (1487) de Heinrich Kramer y Jacob Sprenger, probablemente el más importante manual de caza de brujas alguna vez escrito, utilizado por los inquisidores no sólo como consultor bibliográfico para identificar, capturar, torturar y ajusticiar supuestas brujas, sino como epítome de una fe ciega en la creencia en las brujas y estandarte de la lucha de la Iglesia contra el Demonio y sus secuaces.

Christensen quedaría especialmente impactado e interesado por su temática e influencia en la muerte directa e indirecta de cerca de 30 mil personas (que algunos historiadores aumentan en algunos casos a más de 100 mil ejecuciones a partir de 8 millones detenciones, especialmente en Europa Central), abocándose en una investigación documental que duraría 3 largos años (1919-1921) y que finalizaría en uno de los clásicos más recordados del drama y el horror de la época silente del cine, pieza fundacional en la construcción del imaginario fílmico de naciente género de horror, a pesar de no ser inicialmente su objetivo e hito imprescindible para los amantes de lo oscuro y tenebroso.

Ciertamente cabe detenerse en la naturaleza fílmica de “Häxan” (1922), que como ya señalé combina de forma muy efectiva el formato documental y la ficción, aunque de una manera atípica, incluso para nuestros tiempos, pero que en ningún caso se traduce en una falencia sino en la presentación de un trabajo rico en matices y formatos, como también pragmático y funcional. Así, para comprender las razones de Christensen para presentar “Häxan” (1922) en este formato es preciso tener en cuenta que en el momento en que Christensen concebía su tercer film, el estadounidense Robert J. Flaherty presentaba su referencial documental “Nannok of the North” (1921) mientras que en terreno local recién se había estrenado el notable film “Körkarlen” (“La carreta fantasma”, 1921) del sueco Victor Vjöström, y su amigo y compatriota Carl Theodore Dreyer afinaba los detalles del clásico “Blade af Satans Bog” (“Páginas del libro de Satán”, 1922).

Christensen divide “Häxan” (1922) en 7 capítulos de pragmática duración, lenguaje narrativo conciso y para nada rebuscado (considerando siempre su naturaleza documental), con una evidente intención pedagógica y moralizante pero inusualmente crítica para su época y una ostentosa y potente imagenería visual que le serviría para ser considerada una de las obras del cine mudo más impactantes y chocantes para el espectador, que incluso hoy a prácticamente 95 años de su realización, se traduciría en un obra altamente admirada y reverenciada.

En el primer capítulo, Christensen presenta cronológicamente los aspectos históricos y psicosociales más interesantes e importantes de la brujería a través de los siglos, en donde lo más importante es la mutación de los espiritus malignos paganos a demonios en la psique del hombre. Para ello, cita una cantidad no despreciable de referencias bibliográficas y pictóricas reales, entre las que vale destacar grabados de obras como “De Lamiis et phytonicis mulieribus” (“Sobre brujas y mujeres adivinas”, 1489) del suizo Ulrich Molitor, “Der ritter von turn” (“El caballero de turno”, 1493) y “Der Gewalttätige (“El violador”, 1494) del alemán Albrecht Dürer, “Die Emeis” (1516) de Johannes Geiler von Kaysersberg y “Compendium Maleficarum” (1608) de Francesco María Guazzo, además del ya mencionado “Malleus Maleficarum” (1484), por nombrar sólo algunos; y pinturas como el encuentro del Demonio con San Agustin (1480) de la capilla del Monasterio de Neustift, Tirol, Austria, “Est-ce enchantement, est-ce une illusion” (1720) del francés Claude Gillot y “Linda Maestra” (1793-1798) del español Francisco de Goya.

Sin embargo, Christensen irá más allá de presentar evidencia bibliográfica histórica sino que llevará a cabo una recreación visual de otros elementos bibliográficos que funcionan como contundentes fuentes de información, como su idea de representar maquetas de la concepción del universo egipcio y caldeo sobre el inframundo y la de mecanizar la miniatura “Hortus Deliciarum” (siglo XII) de autor anónimo para mostrar la percepción del pecado, el castigo y el infierno en el Medievo así como la de una representación de las siete esferas del mundo, según la creencia del hombre medieval. Un capítulo introductorio de compleja y a la vez simple factura, que funciona bastante bien para presentar el tema.

En el segundo capítulo, el director danés incluirá sus primeras representaciones teatrales, con decorados y actores, en donde claramente el guión comenzará poco a poco a mutar desde lo meramente documental hacia la exposición de situaciones representadas, y que a la postre será la introducción de varios casos de brujería ligados en uno sólo. Así, el espectador presenciara ingenuas y supersticiosas acciones de curanderas ayudando a mujeres a seducir con “brebajes y conjuros” a sus intereses amorosos, ladrones de cadáveres asaltando lugares de ejecución y cementerios para conseguir la materia prima para las curanderas o “brujas”, o situaciones mundanas de envidia y mala convivencia como el borracho que maltrata a una bruja que se queda dormida en la puerta de su casa y ésta lo castiga dejándolo mudo.

Algunas escenas del Diablo haciendo volar monedas de oro, otras de demonios menores traspasando puertas y paredes y otras de danzas satánicas en el Sabbath darán paso al tercer capítulo, que se centrará en cómo identificar a las brujas, desde las ridículas pruebas de sumergir a la acusada en el río (sí flota es una bruja, si se ahoga y muere es inocente) hasta el dramático caso de María, una vieja indigente tejedora que es acusada de brujería por medio de una prueba de plomo y que será capturada y torturada para confesar y de paso involucrar a otras supuestas brujas.

Prosigue el cuarto capítulo, en donde María ya ha “confesado” sus pérfidas acciones diabólicas, producto de la tortura, como maldecir a sus vecinos y haber parido demonios tras copular con Satanás, involucrando a Trina, la mujer que pidió un brebaje para enamorar a un fraile y Karna, compinche de María que le ayuda a preparar sus brebajes y recetas arcanas. Hay que señalar que el director no se guarda nada de realismo, a pesar de la teatralidad, para el mal trato que la Inquisición le da a la pobre anciana e introducirá una serie de escenas de desnudos de espalda cuando ésta y otras mujeres acusadas estén siendo acusadas y torturadas. Tampoco lo hará con las recreaciones del Sabbath con mujeres bailando desnudas y teniendo sexo con demonios, además de otras bastante sugerentes en donde se les ve cocinando bebés, pisando cruces y besando el trasero del Demonio, imágenes reproducidas evidentemente de los grabados y pinturas ya expuestas en el capítulo primero.

Y aunque estamos hablando de un compendio de imágenes que le valieron no sólo la censura visual sino también ideológica en algunos países en donde se prohibió, para ser honestos estamos en presencia de un verdadero festín de horror, ideado magistralmente por el director de arte y decorador Richard Louw, que en complicidad con el gran fotógrafo Johan Ankerstjerne, regalan una serie de eternas postales visuales, como el vuelo de las brujas y los encuentros siniestros con el Demonio, en donde no sólo se ve la infuencia del Expresionismo Alemán imperante sino también donde se utilizaron una serie de estrategias como la filmación nocturna, la doble exposición, el rebobinado y timelapse.

Es en este segmento además, aunque se replica en casi todos, donde se luce más el trabajo de vestuario y maquillaje de los encargados del departamento de arte, L. Mathiesen y Helge Norél. Además de la caracterización de Satanás, encarnado por el propio director, podemos dar cuenta de una variada gama de demonios de mediana y menor categoría que participan del Sabbath, cubiertos con máscaras y prótesis que simulan un mayor tamaño y una piel escamosa (la creencia de la serpiente), abundante vello corporal, largas uñas y una desnudez oculta inteligentemente por la perspectiva luminosa y de humo de Ankerstjerne.

El quinto y el sexto capítulo se concentran principalmente en las acusaciones de mujeres más jóvenes, ya expuesta en el capítulo anterior la aversión que las mujeres de avanzada edad y de aspecto indigente producía en los demás estratos e incluso la Iglesia, que por un lado pregonaba la “hermandad” de los hombres y mujeres pero por otro defendía a brazo partido su riqueza y desprecio por los dementes. Básicamente, este capítulo aborda las acusaciones de Anna y su criada Sissel, siendo la primera objeto de deseo sexual de varios frailes del monasterio y acusada de bruja por “seducir” con sus encantos a los hombres de Dios, y también se detiene en analizar algunos de los instrumentos de tortura más infames como el potro, el aplastacráneos, el collar con pinchos y las uñas de gato, entre otros. Culmina con una postal lamentablemente repetitiva de esa época, que todos conocemos.

Christensen no deja de evocar una y otra vez las supersticiones y la asimilación errónea de los supersticiosos e ingenuos hombres poderosos de la época, entiéndase, sacerdotes y jueces. Hay ejemplos durante todo el metraje pero ciertamente en la previa al último capítulo, el director danés insistirá en ello, sin por ello volverse repetitivo ya que lo hará de diversas maneras, como las escenas en que las mujeres realizaban nudos con sogas para “inducir” abortos, defecaban, orinaban y lanzaban sus excrementos a las puertas de sus enemigos, y por supuesto la escena de la monja sonámbula que supuestamente poseída es resistida por sus compañeras, separada y prácticamente encerrada.

Y finalmente, en el séptimo y último capítulo, Christensen lleva el fenómeno de la “brujería” a nuestros tiempos (Dinamarca, años 20s) en donde expone el caso de mujeres cleptómanas, pirómanas y sonámbulas, en donde enlaza directamente el fenómeno medieval de las brujas con las enfermedades mentales e histerias colectivas. Christensen desliza una clara crítica al sistema social, que aunque despojado de esa aberrante mentalidad medieval, sigue siendo supersticiosa y clasista. Si en el pasado, las mujeres que se negaban a abandonar sus creencias y prácticas paganas además de ostentar carácteres indomables eran tildadas de brujas por grupos de fanáticos que al no encontrar explicaciones lógicas a ciertos fenómenos, no encontraban nada mejor que culpar a grupos de débiles mentales, trastornados, indigentes o excéntricos, en la actualidad a éstas se las confina a manicomios mientras que aquellos (especialmente, varones) que parecían excéntricos se les internaba en costosas y modernas clínicas psiquiátricas.

De esta forma, si bien no es especialmente claro en denunciarlo, y en honor a la verdad no se esperaría que lo hiciera por el contexto histórico y social en que se filmó la película, Christensen insinúa un constante trato despectivo masculino hacia las mujeres a pesar del cambio de época, mostrando que muchos hombres, además de ignorantes pueden resultar muy impresionables.

En el aspecto interpretativo, bien vale decir que Christensen optó por una combinación de actores profesionales y amateurs, ya que deseaba otorgar una esencia naturalista a sus interpretaciones. Entre los primeros, bien vale la pena mencionar a Oscar Stribolt (“Afgrungren”, 1910) como el eclesiástico gordo al que Trina quiere seducir; Elith Pio (“Blade af Satans bog”, 1922) que encarna al jefe inquisidor; Albrecht Schmidt (“Atlantis”, 1913) como el psiquiatra; y el propio Benjamin Christensen, que interpreta al Diablo. Entre los actores amateurs, destacar a Maren Pedersen, anciana vendedora de flores de 78 años, que interpreta a María, la vieja acusada de bruja, cuyas escenas de tortura a manos de la Inquisición son realmente conmovedoras e indignantes.

“Häxan” (1922) se estrenó el 18 de septiembre de 1922 en Estocolmo, al ser una co-producción sueco-danesa de la Svensk Film, luego de casi 4 años de preproducción (documentación), desarrollo (filmación) y post-producción (montaje), obteniendo la aclamación de la crítica escandinava y aceptación del público. No obstante, como ya mencioné, sería fuertemente censurada en Estados Unidos, en donde se le prohibió, para ser estrenada en 1968, en una versión mucho más breve, con 77 de los 104 minutos originales, que contó con la música de jazz de Daniel Humair en batería y Jean-Luc Ponty en el violín y la narración de William S. Burroughs.

En resumen, una contundente muestra de genialidad visual sin dejar de tener una crítica socio-religiosa, que a pesar del tiempo mantiene su naturaleza inquietante y dramática así como su valor estético, que demuestra la atemporalidad de nuestros miedos más ancestrales, a lo desconocido y aquello que no logramos entender.



Me gusta (3) Reportar

ragman

  • 6 Jun 2014

7


Curioso documental con historias cortas que se enfocan en la historia de la brujeria desde sus principios hasta ahora, considerando el año y que estamos ante una pelicula muda podemos decir que esta mas que bien. Durante su visionado podemos apreciar momentos increibles en los aquelarres y figuras demoniacas muy bien hechas para ese entonces, maquetas infernales que tienen su escencia propia y es lo que hace tan original este documental mudo. Es una de esas joyitas recomendables a todo aquel que guste de cine mudo y grandes clasicos del cine ya que esta es una joyita perdida que solo pocos podrian apreciar.



Me gusta (2) Reportar

Orlak

  • 30 Apr 2012

8


Documental que resulta muy atractivo por el tema que maneja. Algunos dirán que resulta obsoleto, pero hay que ponerse en el contexto y por supuesto que resulta. Época del cine en la que se exhibían mayormente comedias y dramas, sin duda esta película debió haber caudado gran expectación en su tiempo, tanto que hoy en día se considera de culto.



Me gusta (1) Reportar

Yippi_ka_yei

  • 16 Dec 2011

1


Lo admito, no he sido capaz de acabar de verlo, llegué hasta el capítulo 4, cuando torturan a la supuesta bruja que acaba confesando lo que no es verdad. Le doy un 1, por no darle un cero.
Aburrida, insulsa, insípida, lenta, y quien tenga un poco de cultura general, sabe más que lo que se cuenta en este documental hediondo que lo único que me produjo fue sueño!



Me gusta (0) Reportar

bigladiesman

  • 9 Mar 2011

10


El abuelo de esos documentales-reconstrucciones tan en boga hoy en día, está incluso en las antologías del cine de terror por el inquietante ambiente y el realismo que supuran sus escenas.

Atemorizante e instructivo a partes iguales, empieza mostrándonos ilustraciones históricas y dioramas muy bien realizados para pasar a truculentas, impactantes (aún hoy día) y muy bien realizadas reconstrucciones de lo que debía ser un aquelarre del medievo, de supuestas apariciones demoníacas , de pesadillas, de la crueldad, hipocresía, cobardía y cinismo extremos de los inquisidores, de la ignorancia de la gente de la época que te podía llevar ante el Santo Oficio solo por una mala mirada...

En fin, una introducción al mundo de la brujería, la superstición y los males tanto de los seguidores del Diablo (los menos, si es que llegaron a existir alguna vez, ya me entendéis) como de los que se autodeclaraban ministros del Señor en la tierra, sobretodo de éstos, hasta el punto de que en un aquelarre aparece un obispo entre los bailarines; todo esto acompañado de impresionantes caracterizaciones (en su época debieron causar sensación) y maquillaje y de interpretaciones patéticas (en el buen sentido) que acentúan los horrores y el onirismo de lo que vemos. Mi escena favorita es una en la que que un demonio (no sé si el mismísimo Pedro Botero, es decir, Lucifer) aporrea a una monja con un basto salido de una baraja de Heraclio Fournier. Me recuerda a cuando era pequeño e íbamos los chavales gritando en las marionetas: ¨El Dimoni! Que ve el Dimoni! Oju!!!¨

Lo más interesante es que el tema se trata de una manera neutral que contentará por igual a gente religiosa y a no creyentes (siempre que se tenga una mente abierta en el primer caso y un buen estómago en el segundo). Incluso se incluyen lo que se supone que son imágenes de intérpretes entre tomas contando sus impresiones sobre el Diablo y enseñando documentos en su posesión, o probando instrumentos de tortura ¨por curoisidad¨.

Qué horrendas imagineria! Qué verdades! Qué pedazo de peliculón!

Fianlmente, apuntar que la Iglesia jamás pedirá suficiente perdón por ese auténtico holocausto que se sacaron de la manga hace siglos.



Me gusta (2) Reportar

SalemSlot

  • 3 Nov 2009

10


Tal vez el mejor film-documental, sobre brujería, jamás rodado. Nos encontramos ante una enorme y olvidada obra maestra del cine, de todos los tiempos. Compuesta por siete capítulos, en donde priman las imagenes inmóviles de dibujos y estampas, y la imagen movil, creando un mundo de pesadilla, dantesco y grotesco. Una película, que, (en esta ocasión, si), puede llegar a provocar inquietud y escalofrío en el espectador. Mentiría si negara lo contrario, en mi persona. El blanco y negro y el tono sepia de la fotografía, sobresalientes. Los movimientos y las interpretaciones de los personajes (acordes con la época del cine mudo), son magistrales y aumentan la sensación de realismo, al igual que su banda sonora. Los fx especiales, son de alta escuela (hagan el favor y fíjense bien, en lo logrados que están los demonios y demás seres de la oscuridad. ¡¡¡Ni a día de hoy en Hollywood!!!). En fin...que más puedo decir de esta cinta, que me ha hecho pasar momentos tan memorables, recordando a esas personas que murieron atrozmente a manos de la cruel inquisición. Una época oscura, llena de ignoracia y locura, y en donde los virtuosos y sabios (esas madres de la ciencia moderna; las brujas y alquimistas), eran torturadas y obligadas a confirmar una condición que no poseían. Véanla y háganse un favor. Imprescindible.



Me gusta (2) Reportar

Pravus

  • 7 Oct 2009

10


Excelente documental del cine mudo que cuenta en 7 capitulos cómo era el hipócrito, corrupto y poco serio sistema del cristianismo católico y su inquisición en la edad media, causante de mas de 8 millones de muertes, mayormente mujeres y niños. Un sistema sin bases ni fundamentos que se trasciende hasta la sociedad de hoy en día, como explica se explica al final.



Me gusta (2) Reportar

Noriko

  • 20 Nov 2008

9


Es una peli-documental que trata la brujería, mas que pelicula tiene una apariencia teatral en blanco y negro, sin voces, solo esos antiguos cartelitos de fondo negro con los dialogos, es una curiosidad que no va a gustar a mucha gente sobre todo la sedienta de sangre y acción pero es como una pequeña joya olvidada que le tengo mucho cariño.



Me gusta (1) Reportar

Spike

  • 28 Jun 2008

10


Una obra de arte documentada, sobre el arte de la brujeria y el culto al demonio.Transcurre enn siete historias paralelas que algunas se cruzan entre si, como la edad media epoca de la inquisiciòn que torturaban a las supuestas brujas para sacarle información y si adoraban al diablo, hasta nuestros dias.esta obra maestra tiene una narrativa sorprendente digna de verla, rareza y obra de culto muy bien hecha.



Me gusta (1) Reportar

chiwy

  • 7 Jan 2008

--


Interesante documental que interesara a todos a quellos que les guste este arte. Toda una rareza que va desde que empezo hasta nuestros dias. .



Me gusta (0) Reportar

Críticas: 14


Escribir crítica

Tendencia de puntuaciones

0
2%
1
1%
2
0%
3
0%
4
0%
5
2%
6
2%
7
21%
8
29%
9
10%
10
25%