Ficha House

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Críticas de House (15)




ivankiller

  • 25 Jan 2023

6


House es una de esas películas hechas para ver más de una vez. Es una experiencia única y una película que vale la pena investigar para entender de dónde viene; Al menos así aprendí a quererla.

Es una cinta que probablemente abrumará a la mayoría de las personas en un primer vistazo, por lo que no es fácil de recomendar.
Como alguien que suele valorar los resultados por encima de la experimentación o la creatividad, al principio no me encantó. Comienza chistosa, con su buena banda sonora, lindos nombres de personajes, cinematografía sólida y elementos paródicos que incluyen fondos extraños y burlas de los clichés de la televisión convencional.
Sin embargo, me frustraba entre más avanzaba. La edición deliberadamente mala y el tono autoconsciente me cansaron un poco, los cambios de tono fueron demasiado para mí, y ¿cómo no iba a pensar que me estaban trolleando después de que el maldito gato comenzó a maullar el tema principal?

Pero, la cantidad de cuidado visible puesto en las escenas me hizo pensar que House era más que una simple película tonta, y si la creatividad y la perseverancia merecen algo es una oportunidad de ser entendido y apreciado.
Entonces, cuanto más investigaba, más podía ver lo que buscaba el director y, por lo tanto, me termino de convencer lo justo cuando la volví a ver el día siguiente. El contexto de Hiroshima y la posguerra, la ejecución de la historia como si fuese contada por un niño hablando de un sueño, la burla del concepto de amor/matrimonio, el odio/envidia generacional, todo está ahí, y está bien ejecutada. La tía también da grima y es divertida, y aprecié muchas escenas que al principio pensé que eran una completa tontería barata como la del espejo.

Dicho esto, House sigue siendo en gran medida ¨Solo una película tonta¨. Es una historia demasiado incoherente como para tomársela muy en serio a pesar de toda la ambición y el pensamiento que fueron a ella, ya que decide simplificarse a sí misma en cualquier oportunidad.



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TANO

  • 18 Feb 2022

9


El surrealismo hecho película.
Había oído mucho sobre ella, pero todo se ha quedado corto ahora que por fin me he decidido a verla. Esto no es una película, es una experiencia digna de ser vivida y contada.
Durante buena parte de la peli, parece que estuviéramos viendo una película para niñas, extraña, contada casi como si un cómic se tratase, con partes muy cómicas, con cambios de escenas, superposiciones, cosas inesperadas, cosas muy absurdas, cosas que te hacen perder cordura, pero todo muy dulce, muy simpático, y llega un momento en que esa dulzura choca con un ambiente de mal rollo, chungo, macabro, pero manteniendo en todo momento un tono bestial de humor negro.
Es complicado explicar esta película, hay que verla. Me ha parecido una locura genial. Soy incapaz de ponerle una nota más baja, me ha parecido algo de puro culto a primera vista. Recomendadísima.



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mahotsukai

  • 4 Sep 2021

9



Entretenido y bizarro film de horror sobrenatural, dirigido por Nobuhiko Obayashi (“Confesión”, 1968).

Oshare y seis de sus compañeras de instituto deciden pasar una temporada de vacaciones en la extraña casa de la soltera y lisiada tía de la primera, luego que el plan original que involucraba un viaje de estudios con el profesor fracasará.

Luego del éxito internacional de “Jaws” (1975) de Steven Spielberg, la Toho encargó al director surrealista japonés Nobuhiko Obayashi el desarrollo de una trama similar que le permitiera explotar una temática de terror animal. Buscando algunas ideas para el proyecto, el director de “大林宣” (“Onomichi”, 1963) conversó con su hija preadolescente sobre todas aquellas cosas que pudieran causarle miedo, llegando a la conclusión que lo asusta particularmente a los niños no siempre tiene lógica o necesariamente debe ser explicado, a diferencia de lo que perturba a los adultos. Fue así como recopilando las ideas que le esbozó su hija como el miedo de ser atacada por un doppelgänger que saliera de un espejo, sandías sustituyendo cabezas, colchones animados atacándola en su lecho y pianos cortándose los dedos, Obayashi se acercaría al guionista Chiho Katsura (“Objetivo”, 1980), quien sugirió agregar a estas ideas como base una historia corta del novelista galo Walter de la Mare sobre una chica que visita a su abuela y después de una serie de hechos extraños termina encerrada en un baúl por ésta.

Sin embargo, a pesar de que prácticamente todas sus obras son surrealistas y experimentales, Obayashi llevaba prácticamente una década sin filmar y necesitaba encontrar alguna referencia personal y más bien realista como ancla que le permitiera no sólo sustentar la bizarra historia que estaba desarrollando sino convencer a la Toho de financiarla y producirla, sobre todo después de que el resultado se alejaba completamente del encargo que el estudio de “Godzilla” (1954-2016) le había hecho. Este elemento lo encontraría en su propia juventud, en los bombardeos estadounidenses en Hiroshima, su ciudad natal, y Nagasaki en 1945, en donde perdió a casi todos sus amigos de la infancia. Fue así como Obayashi incorporó como principal antagonista al fantasma de una mujer que espera en vano el regreso de su amante del frente de la guerra para casarse, convirtiéndose al final en un maligno y atormentado espíritu que asesina y devora a mujeres jóvenes en una suerte de venganza, una de las constantes del cine japonés de fantasmas como en los clásicos “ 四谷怪談” (“Historia de fantasmas de Yotsuya”, 1959) de Nobuo Nakagawa y “藪の中の黒猫” (“El Gato Negro”, 1968) de Kaneto Shindô.

Una de las cuestiones más paradójicas de esta nueva y surrealista aventura de Obayashi fue el hecho de que la Toho rechazara inicialmente que él mismo la dirigiese al no ser un realizador de base de la productora nipona y que, por el contrario, ninguno de sus directores quisiera asumir el desafío por miedo a un fracaso que pudiera acabar con una carrera. Al mismo tiempo, y en un hecho incluso más bizarro que la película en sí, la Toho no terminaba de ceder la dirección a Obayashi a sabiendas que él era el único que podía filmar esta experimental película de horror y no terminaría por hacerlo realmente hasta encargarle al director una campaña de difusión preproducción de lo que sería “ハウス” (“Hausu”, 1977) mientras se terminaba de “escribir” el guión, que incluyó unas tarjetas promocionales, un manga, una novela del guión y una radio novela. A decir verdad, no fue hasta el gran éxito de la radio novela que la Toho finalmente autorizó la producción del film casi 2 años después de la presentación del proyecto, seguro de que no perdería su inversión. Empero la idea de que la película no tenía ningún sentido persistiría hasta que los números de la taquilla especialmente juvenil comenzarán a subir.

Desde un punto de vista narrativo, “ハウス” (“Hausu”, 1977) tiene un discurso y esencia tan versátiles y amplios como inclasificables y desconcertantes.
Inicia como un melodrama adolescente con Oshare molesta al descubrir que su padre tiene una nueva mujer tras la muerte de su madre, para pasar a un estilo camp y kitsch que incluye segmentos de musical durante la búsqueda de la casa de la tía de Oshare, luego asume un terror sobrenatural primero sugerente con las primeras muestras de que algo extraño hay con la tía y la casa y luego explícito con las manifestaciones palpables de un horror fantasmal, seguirá con un enfoque entre giallesco y slasher que recoge elementos asociados al asesinato de féminas y el sexo (teniendo en cuenta que es contemporánea a “Suspiria” (1977) de Dario Argento y predecesora a “Halloween” (1978) de John Carpenter) y, finalmente, terminará por desembocar en un experimento surrealista desbordado literalmente en un clímax sangriento. Es esta aparentemente imposible mezcla de géneros y su renuencia a ser etiquetada que la película impone su personalidad y termina por conquistar al espectador, aunque en ello también tenga que desconcertarlo.

Sin embargo, el mayor interés y plusvalía de “ハウス” (“Hausu”, 1977), cuyo nombre fue escogido pensando en que sería un tabú en Japón, lo encontraremos en su lenguaje visual, gracias a una propuesta fotográfica, de montaje y efectos especiales. Puede que el espectador conocedor de la obra experimental de Obayashi no se sorprenda demasiado, pero el neófito sí con el verdadero y extravagante collage visual del film en el que el director de “断断固” (“Gradualmente”, 1960) recurre a todos los recursos que había utilizado en su carrera publicitaria y cinematográfica, para recrear ambientaciones de diversa índole artística, oníricas, de estilo camp y kitsch, pesadillescas, ridículas y surrealistas. De esta forma, es posible encontrar recursos como cortinillas, recuadros, contrapicados, fundidos e iris shots, animación 2D, stop-motion, sobreimpresiones, letreros superpuestos, cromas, fondos pintados y matte-paintings sobrecargados, prácticamente de todo.

El resultado es un viaje surrealista indescriptible dentro de lo surrealista que siempre ha sido el cine japonés principalmente por la forma en que Obayashi su fotógrafo Yoshitaka Sakamoto (“Jubaku: Spellbound”, 1999) utilizan estas técnicas visuales, que no es otra que la de sugerir, diversificar y sobrecargar la puesta escena para bombardear brutalmente al espectador. Así, el espectador partirá en un mundo onírico de colores celestes y rosados, excesivamente edulcorado y cínico a la vez y terminará en una pesadilla alucinógena en que habrá de todo, ancianas antropófagas, chicas desnudas siendo asesinadas, cabezas voladoras, relojes sangrantes, espejos videntes atrapantes, pianos que mutilan y se tragan a la gente, gatos diabólicos, esqueletos bailarines y mansiones que cobran vida y devoran a sus habitantes. Al margen de su prólogo lento y empalagoso con las muchachas y el profesor, que sabremos después tiene su razón de ser, lo cierto es que la película tiene un desarrollo dinámico, vertiginoso en su última media hora que la convierten en una experiencia que hay que visionar.

La mayoría de los actores y actrices no tenían una formación profesional, aunque más de alguno tenía experiencia publicitaria. De hecho, las más experimentadas eran Kimiko Ikegami (“Tokugawa Ieyasu”, 1983) y Yoko Minamida (“La Ganadora”, 1957), con quien Obayasho tenía cierta amistad por su trabajo comercial con la marca Calpis. Nacida en Estados Unidos y proveniente de una familia asociada al teatro Kabuki, Ilegami se quedó con el rol de Oshare principalmente porque para el director era importante dar un guiño occidental al protagónico femenino (además del nombre del film y la interacción internacional del padre músico de Oshare), mientras que Minamida tenía experiencia en teatro y televisión, que aunque estaba preocupada por las consecuencias de asumir un papel así, no dudó en interpretar a la extraña y perversa tía de Oshare.

Ai Matsubara como la sensata profesora, Miki Jinbo como la atlética Kung Fu, Kumiko Oba como la soñadora Fantasy, Mieko Sato como la glotona Mac, Masayo Miyako como la amorosa Sweet y Eriko Tanaka como la musical Melody interpretaron a las seis amigas de Oshare que la acompañan a la casa de su tía. En un comienzo, Obayashi no estaba satisfecho con la performance de las chicas y fue cuando introdujo la música del film que ya estaba compuesta que fue logrando los resultados que buscaba. El cantante de música country Kiyohiko Ozaki, quien interpretó a Togo en el film, se sumó principalmente porque era amigo del director, compartiendo la misma afición por montar a caballo. La hija del director encarnó a la niña y el diseñador de producción Kazuo Satsuya al zapatero.

La banda sonora estuvo a cargo de Asei Kobayashi (Serie “Hazedon”, 1972-1973), quien había trabajado con Obayashi en su etapa de director de comerciales televisivos. Al igual como varios aspectos del film, la banda sonora fue compuesta y lanzadas antes de que se produjera la película. De hecho, Kobayashi sugirió que Mickie Yoshino y su banda Godiego participaran de la composición de la música a partir de la base de piano de Kobayashi. Ken Narita tocó el arpa de blues en la canción ¨Hungry House Blues¨, y también cantó en ¨House Love Theme¨.

La película se estrenó el 30 de julio de 1977 en Japón y distribuida por Toho, que no esperaba que el film fuera exitoso. De hecho, a pesar de que la crítica no la trató muy bien, al público juvenil le encantó. No fue hasta 2009 cuando Janus Films adquirió los derechos que la película fue estrenada en Estados Unidos, siendo su primera aparición en IFC center en Nueva York. En 2010 fue lanzada en formato DVD y Blu-ray por Criterion para el Reino Unido.

En resumen, una película tan desconcertante e inclasificable como fascinante y surrealista, atrevida y única, un verdadero cuadro febril de recursos visuales y variadas técnicas de montaje.



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ilustrador.tk

  • 15 Mar 2021

4


Tantas veces había visto trozos de ella, que siempre pensé que sería una explosión de genialidad ... Pero, incluso las explosiones tienen un orden dentro de su caos.
Acá, si bien cuando ves su trailer, o sus trozos por separado, notas su aire caricaturesco y bizarro. Pero al verla entera, solo ves una sucesión de escenas alocadas, con unos fxs delirantes, pero que no tiene una columna sólida narrativa.

Ya a la mitad, su estilo me tenía cansado y aburrido. Y pasa eso de que te descomprometes con los personajes y da lo mismo como termine, siempre y cuando termine pronto.

Una desilusión, y mira que estaba deseoso de ver esta frikada.



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Mad Warrior

  • 6 Dec 2020

9



Hay por ahí dimensiones desconocidas que uno no se atreve a cruzar pero está tentado a hacerlo, porque las voces de espectros femeninos te llaman o porque hay pianos donde tocar bonitas melodías, aunque luego puedan comerte.
Si entras en una de estas dimensiones quizás no puedas salir, y todo por culpa de un gato fantasma que puede haber cerrado la puerta de salida...

Amanece una nueva era en la cinematografía japonesa con los años 60, que traen a un sinfín de nuevos y rebeldes talentos los cuales derribarán muchos cimientos; Yoshida, Imamura, Oshima, Masumura o Suzuki inician realmente sus carreras y todo toma un nuevo rumbo. Empieza a trabajar en ese momento un joven de 22 años llamado Nobuhiko Ôbayashi que ha abandonado sus estudios de medicina en contra de los deseos de su padre, realizando cortometrajes experimentales al igual que Shuji Terayama y Toshio Matsumoto, con los que gana bastante fama, siendo ¨Emotion¨ el principal baluarte de esta temprana filmografía.
Dará el salto a la televisión haciendo originales anuncios para Toho y más tarde, ya bien entrados los 70, se encuentra de bruces con un proyecto que cambiará su vida. Esta resulta ser una década de decadencia para las grandes productoras, que ven un descenso importante de su popularidad debido al auge de la televisión y el vídeo; las ideas convencionales no funcionan y hace falta confiar en los nuevos talentos, por lo que los señores de Toho le ofrecen a Ôbayashi escribir una película de terror (una especie de versión japonesa del ¨Tiburón¨ de Spielberg, que ha arrasado en las taquillas de todo el Mundo); esta idea se retorcería entonces de tal manera hasta convertirse en algo completamente diferente.

Y todo por la participación de Chigumi, hija del director, una niña que tiene la osadía de decirle que ¨todas las películas son aburridas porque están contadas desde el punto de vista de los adultos, que sólo saben hablar de cosas que ya conocen¨. Sus ideas, mejores que las de los ejecutivos, hacen a Ôbayashi cambiar el concepto entero, lo cual pule junto a Chiho Katsura; este guión no lo quiere realizar nadie y él mismo se ofrece, cuyo rechazo de Toho durará dos años antes de darse luz al proyecto, sin contar con actores conocidos, planificación ni un guión estable, sólo el gran entusiasmo del nipón.
La extrañeza que envuelve a la producción da como resultado un esfuerzo fílmico que invita a la más alarmante catatonia desde ese primer disparo fotográfico sobre Oshare, una estudiante que ve sus vacaciones de verano truncadas cuando su padre, famoso compositor cinematográfico, decide casarse con una mujer más joven que él. Se aprecia un exacerbado gusto por el melodrama de corte clásico de Douglas Sirk y Victor Fleming, y por el evocador estilo, colores y decorados que en ellos se usaban, pero la máxima de la técnica de Ôbayashi es romper precisamente los moldes clásicos y llena la pantalla de divertidos desvaríos visuales, puramente ¨kitsch¨ y surrealistas.

Como hiciera en sus cortometrajes, el ahora cineasta rompe la realidad, quiebra el espacio, y deja que entren por las múltiples brechas un sinfín de delirantes anomalías que crean un enfermizo espectáculo visual, mientras el candor inicial es aplastado por una visión exagerada y paródica de las influencias estadounidenses (sobre todo las de la era ¨hippie¨). Este prólogo de unos veinte minutos se centra en la preparación de las vacaciones que Oshare tendrá en el pueblo natal de su difunta madre con sus seis amigas: ¨Fantasy¨, ¨Sweet¨, ¨Mac¨, ¨Gari¨, ¨Kung fu¨ y ¨Melody¨, entrañable pandilla no muy alejada de la del ¨Scooby-doo¨ de Ruby y Spears.
La inventiva, la locura juvenil y la increíble dirección artística de Kazuo Satsuya, que incluye la utilización de enormes decorados, se une a los amargos ecos de la 2.ª Guerra Mundial a los que Ôbayashi se acoge para esbozar los trazos del argumento, cuyo desencadenante de los acontecimientos será la tía de Oshare, quien lleva una solitaria existencia en su gran e inquietante mansión. Las referencias a ¨El Mago de Oz¨ y la enfervorecida inocencia que se respira en el ambiente terminan cuando entramos a la casa; el director no precisa de mucho esfuerzo para meternos de cabeza en un mundo que desde el principio se sabe que nada tiene que ver con el real.

Los pliegues de este mundo se sostienen sobre una verdad que sólo tiene cabida en la fantasía: ¨los gatos viejos pueden abrir puertas, pero sólo los gatos fantasmas pueden cerrarlas¨. En efecto, ¨es un mundo extraño¨, como bien decía Sandy en ¨Terciopelo Azul¨, y en él nada es lo que imaginamos; lo que parece inanimado tiene vida, lo que parece blanco es negro, lo que parece inocente es muy peligroso. Se desata entonces un festival terroríficamente guasón de incongruencias; de las paredes rezuman supuraciones de locura ¨exploitation¨ pasmosa y deliciosa y teñida de intensos colores, que se aferra a los clichés del género destrozándolos al mismo tiempo de una soberana patada.
El estilo sombrío de Dario Argento y Mario Bava y la áspera elegancia de los films de la Hammer, William Castle y Corman se entrelazan con los delirios ya practicados por Matsumoto, Suzuki, Terry Gilliam, Teinosuke Kinugasa o Noriaki Yuasa y las leyendas de onryo y otros fantasmas adaptadas por Nobuo Nakagawa y Tokuzo Tanaka que nada tiene que ver con la exquisitez de Kobayashi, mientras se derrochan kilotones de imaginación en el escenario más usado del terror: la casa embrujada. Un gato ríe malévolamente mientras los pianos se comen a las personas, las cabezas se transforman en sandías y los esqueletos bailan.

En este cuento de los hermanos Grimm pasado por el filtro de la alucinación psicotrópica ¨elesediana¨, la cámara y el escenario se dan la vuelta y hacen piruetas sobre sí mismos creando un efecto atolondrante sobre las valientes protagonistas y el espectador, y así la propia trama, el triste relato de una mujer herida que nunca pudo degustar los placeres del verdadero amor por culpa de la guerra, y cuyo sentimiento de venganza y odio la han convertido en una malvada bruja ávida de sangre joven para seguir preservando su atormentada existencia.
Leyenda con fantasma femenino clásico transformado por obra y gracia de Ôbayashi en un guiñol esquizofrénico de furiosos espíritus caricaturescos y personajes tan escalofriantes como encantadores conducido en su última parte hacia un espectáculo perturbador, violento y la verdad sea dicha realmente cargante. La lógica de la ilógica en su forma más pura, lógica que debe ser contemplada desde la imaginativa óptica de un niño; el director, por tanto, sigue a rajatabla el consejo de su hija.

En los trucos, diseño y efectos especiales, campo en el que el anterior y Satsuya se revelan como brujos expertos, se apoyan las interpretaciones de las jóvenes actrices, en realidad modelos elegidas por el cineasta, todas ellas haciendo un gran esfuerzo por caer simpáticas y desear que las acompañemos en su viaje hacia lo desconocido; las únicas con verdadera experiencia eran la veterana Yoko Minamida y Kimiko Ikegami. Por su parte, los señores Katsura y Satsuya, el propio director, su esposa y hasta la pequeña Chigumi nos brindan divertidos cameos; cabe destacar, además, la impagable actuación de Kiyohiko Ozaki.
Regada con la genial partitura del grupo Godiego (quienes también aparecen), ¨Hausu¨ no entusiasmó a la crítica, pero el público enloqueció, y contribuyó a su éxito una novelización y una gran campaña de marketing; en EE.UU. hubo un flipe general, claro, y es que no hay nada que se acerque a la surrealista fantasía ¨pulp¨ de Ôbayashi (tristemente fallecido el pasado Abril por cáncer de pulmón), pero su influencia ha sido clave en el cine de terror y fantasía posterior (¨Posesión Infernal¨, el ¨Sweet Home¨ de Kurosawa o ¨El Más Allᨠde Fulci son perfectos ejemplos).

Lo que hay que hacer es poner la mente en blanco y dejarse engullir por su arrollador frenesí y entre las paredes de su absurdo e ininteligible universo...aunque nos quedemos para siempre allí y ya no podamos volver nunca. Merecerá la pena.



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[email protected]

  • 8 Apr 2020

7


Cinta sumamente rara. Todo el film tiene un clima mu extraño dado a través de ciertas cosas de la edición y, obviamente, la historia.
No puedo decir si me gustó o no debido a que aún no lo digerí del todo pero de lo que estoy seguro es que no me disgustó aunque si, por momentos, me daba cierta verguenza ajena.
Si sos estudiante de cine, te la recomiendo!



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elalfon

  • 20 May 2017

7


Hausuuuu.

No es que me sea difícil describir qué es exactamente lo que ocurre, aunque, si dedicara estas líneas a describir las escenas que merecen ser descritas para hacer un análisis ¨decente¨ sería imposible pues tendría que abarcar desde el primer segundo al último. El tema no es ese, sino en que me parecería injusto, porque House no es una película que se deba explicar pues estaría haciendo injusticia a esta obra. ¿Os imagináis describir los colores a una persona ciega? ¿o un sueño muy alucinógeno a cualquiera? Podríais ser muy buenos describiendo, pero nunca se haría justicia, pues la sensación que produce en cada uno de nosotros es algo que hay que vivir para entender.

Evidentemente no a todo el mundo le gustará, ni provocará las mismas sensaciones, habrá escenas que gusten más que otras, escenas que se odien y otras imborrables, pero lo único innegable es que no hay otra cosa igual a esta.



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Carpathian Wolf

  • 12 May 2016

7


Esta es una clásica Japonesa totalmente bizarra, la realidad es que para el tiempo en que fue hecha traspasa muchos efectos de su época y la hace única en su género, la película es una buena combinación entre terror, comedia y humor ácido, si te gustan este tipo de películas extravagantes y algo experimentales vas a adorar Hausu.



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ZukidoZ

  • 5 Dec 2015

--



La estética traspasa su tiempo; muy actual. Sí no fuese por los efectos especiales y la (más que evidente) ¨pantalla verde¨, pensaría que es una película (japonesa) del 2015.

No es de extrañar que ¨Hause¨ es un producto netamente japonés. Una bizarreada entretenida (a mi me entretuvo), y con una trama interesante, bien ejecutada, y que no le envidia nada a las producciones del siglo XXI (insisto de Japón).

La película tiene escenas precarias, pero detrás de ellas hay genialidad; la narrativa de cuentos de hadas al más puro estilo ¨Wonderland¨. Uno de los momento que me atrapo fue la aparición de la ¨madrastra¨ (del inicio y del final), por un momento llegue a pensar que ella se trataba de la reencarnación del prometido.

Una película imprescindible para quienes no le temen adentrarse en las entrañas de las barrabasadas del CINE JAPONÉS.



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Orlak

  • 15 Jan 2014

8


Película extraña e indescifrable por donde se le vea. Por la época en la que está rodada es todo un merito la forma que contiene, así como algunas escenas delirantes que están muy bien logradas. Un viaje alucinante lleno de surrealismo, difícil encontrar cintas tan sui generis como esta.



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ragman

  • 1 Nov 2011

4


pelicula experimental con altas dosis de surrealismo que por momentos le juega en contra, incluso la insoportable melodia que suena una y otra vez en todo el filme termina por desquebrajar lo poco de bueno que tiene la pelicula.
la historia gira en torno a la casa donde las jovenes fueron, pero todo eso queda un poco fuera de lugar ya que predomina mas la manera en que hicieron el filme que pese a su epoca esta bien logrado.
a pesar de esto la pelicula no me termino de cerrar, no es que me haya disgustado pero no la podria recomendar a nadie ya que para quienes gusten del surrealismo y los filmes orientales no creo que esto les llegue a gustar



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sebascasablanca

  • 28 Jul 2011

5


La veo como una pelicula de horror experimental, creo que hay 7 minutos de efectos uno tras otro como si fuera una ametralladora, no me acuerdo haberlo visto anterirormente.
Creo que jugaron constantemente en la pelicula. Por momentos infantil, con paisajes montados a lo Mago de OZ bastantes flojos, tambien tiene tomas de peliculas bien clasicas , por momentos se torna psicoldelica y un numero incontable de bizarreadas de principio a fin.
Un personaje queda perdido en la pelicula, el profesor que desaparece sin pena ni gloria, vaya uno a saber porque.
Se dedicaron mas a lo visual que a la historia en si. El guion muy pobre.
Vi peliculas mas viejas orientales que estan mejor logradas, ej: The Legend of the 7 Golden Vampires.
5 (regular) igual la recomiendo para ver.



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rocksteady

  • 1 Dec 2010

7


Una pelicula asiatica totalmente bizarra de los 70s,tratar de explicarla no se podria con palabras en especial el tercer acto de la pelicula.Lo unico que se puede decir es que es de un grupo de chicas que llegan a una cazona embrujada donde las mas bizarras locuras les pasaran.Muy colorida,rara,bizarra y recomendable.



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ozzygimenez

  • 28 Feb 2010

7


Una cosa un poco rara pero que me llamo la atencion por su comienzo. Para ser del año en que es no esta tan mal, parece adelantado incluso a su epoca. Por la forma de actuar que tienen sus actores parece una comedieta o eso es lo que intentaron hacer, que se Yo. El ambiente a veces parece hasta incluso nasty pero me da la impresion de que es un producto de no muy alto presupuesto. Tambien es todo muy camp y parece como si fuera un slasher de los que aparecen tontas adolescentes que pronto seran asesinadas. Los dialogos parecen un poco como si fuesen de documental, como si no hubiese un dialogo ensayado, por eso digo que es un poco rara. Tiene unos buenos planos de camara con unos paisajes maravillosos que parecen casi infantiles. Lo malo es que taaaarda mucho en arrancar, por lo menos 45 minutos donde no pasa nada de nada y uno se empieza a pensar de que va todo esto porque ni siquiera el argumento nos dice algo. El caso es que por fin cuando aparece algo ya se convierte en otra cosa y no esta mal, algunas cosas me recordaban a alguna pelicula Italiana de ¨Poltergeistes¨ pero todo ello a un ritmo un poco raro llevado. Me parecio muy freak pero una cosa muy curiosa que en pocas pelis habia visto Yo algo asi, o bueno, creo que ninguna asi. Tiene cambios radicales en la trama y la verdad es que no esta nada mal. Eso si, tiene unos fx muy humoristicos que parece que los hayan hecho incluso mal adrede. Todo ello como si fuese un experimento de un estudiante de cine. No sabia ni como tomarmela, en fin, una cosa rara que merece la pena ver por su tono tan freak.



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Gooch

  • 12 Aug 2007

--


Mucho de cine de terror no se... pero esta peli se ve fatal...
Hay que tener en cuenta el año tambien, pero la parte en la parte del piano que se traga a la chica, me cague de risa.
Esa sangre de adentro hecha en paint fue mortal...



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Críticas: 15


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