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“Animalia“ de Sofia Alaoui redefine la narrativa de invasiones extraterrestres sin mostrar a los alienígenas, creando un ambiente donde lo inusual en comportamientos humanos y animales sugiere su presencia. Esta película, rica en interrogantes y con escenas místicas, invita al espectador a sumergirse en un mar de dudas e imaginación. Visualmente impactante, se deleita en la belleza de los paisajes marroquíes y plantea profundas reflexiones sobre la religión, guiando al público a través de un viaje meditativo sobre la fe y la existencia, todo encuadrado en una narrativa que desafía lo convencional.
Es una exploración visualmente deslumbrante que despliega su tensión desde el inicio, transitando de la comedia familiar al suspense y lo místico. La historia, dirigida con maestría, sumerge al espectador en una reflexión sobre la humanidad, la cultura y el realismo frente a la fantasía, todo desde la perspectiva de Itto, cuyo embarazo y fuerte carácter desafían las convenciones sociales. Sofia, la directora, y Oumaïma Barid, en su debut, entregan una obra reflexiva y esperanzadora, un llamado al renacimiento cultural y religioso, creando una experiencia cinematográfica que anhelo ver repetidamente.
El debut de Sofia Alaoui, “Animalia“, transita de un drama familiar a una perturbadora pesadilla, evocando clásicos como “La llegada“ y “La invasión de los ultracuerpos“. Itto, embarazada y casada con el heredero de una familia acomodada marroquí, se enfrenta a sucesos extraños y tormentas misteriosas que desatan un caos existencial, destacándose la actuación de Oumaima Barid en un contexto de tensión y desconcierto.
La cinematografía de Noé Bach, unida a la inquietante música de Amine Bouhafa, sumerge al espectador en esta narrativa singular que interroga sobre la fe y las disparidades sociales. “Animalia“ emerge como una propuesta audaz y enigmática, posicionándose como una obra notable dentro del cine marroquí, desafiando expectativas y explorando la crisis existencial de su protagonista.
Críticas: 4
Barton
7
Itto, embarazada, vive dentro del mundo burgués marroquí, con un marido inmerso en su trabajo y una familia que no la aprecia porque ella procede de la clase trabajadora. Un día los familiares parten de viaje y se queda sola. Es cuando comienzan a suceder situaciones muy extrañas, lo que la obliga a salir de casa y buscar a su marido en la Embajada de Jurigba, comenzando un “viaje iniciático“ donde el caos y el ejército toman las calles.
De siempre, tanto en la literatura como en el cine, la ficción distópica ha servido como excusa para explorar las estructuras sociales y políticas. Es lo que hace la marroquí Sofía Alaoui con su primera película: en una innovadora híbridación de géneros, mezcla una película road movie de ciencia ficción de corte apocalíptica, con el thriller sobrenatural, espiritual y hasta metafísico con trazas de Christopher Nolan (con una lágrima que bordea el “horizonte espacio-temporal“), en una narración donde se cuestionan las clases sociales marroquíes y tradicionalistas, dogmáticamente religiosos, y el papel de la mujer que quiere liberarse de su encorsete en un entorno exclusivamente masculino, donde el misterio está siendo contemplado por perros, pájaros como aquel filme de Hitchcock, y ovejas. Y un bebé a punto de alumbrarse, recordándonos la fabulosa “Hijos de los hombres“, de Alfonso Cuarón, con una mujer, Itto, transformada, empoderada, hasta sagrada por su concepción.
Hay un antes y un después de ese evento en la protagonista. Ahora puede ver ese “otro mundo“. Ahora sabemos que todo está conectado. ¿Será que nuestra parte “animal“ está trascendiendo y por eso hay que abandonar viejos paradigmas?
Precioso cine marroquí con una fotografía envolvente de planos generales, con una cámara que también se mueve bien en planos cortos y contrapicados. Queremos ver más de esta prometedora directora. Rotten tomatoes la ha dado una valoración de 100%.
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