Tras el fallido ritual de una shamana, su hijo retoma los rituales para poder exorcizar un edificio que sirve de comunicación entre el mundo espiritual y el de los vivos.
Si bien su premisa es atractiva , su desarrollo caos visual total. No se logra trabajar el ambiente de manera misteriosa, si no que todo se transforma en una avalancha de imágenes superpuestas y ruidos estrepitosos.Así , entre saltos temporales, mundos paralelos y flashes de imágenes superpuestas, el espectador debe ir entendiendo una historia que es mucho más simple de lo que el director aparentemente le intentan plasmar tan caoticamente.
Y esto es una lástima ya que posee un buen escenario y entre todo el ruido, al menos si se entiende bien la historia.
Una mala dirección de fotografía y una desbocada narración, le bajan muchos puntos a esta producción coreana.
ilustrador.tk
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Tras el fallido ritual de una shamana, su hijo retoma los rituales para poder exorcizar un edificio que sirve de comunicación entre el mundo espiritual y el de los vivos.
Si bien su premisa es atractiva , su desarrollo caos visual total. No se logra trabajar el ambiente de manera misteriosa, si no que todo se transforma en una avalancha de imágenes superpuestas y ruidos estrepitosos.Así , entre saltos temporales, mundos paralelos y flashes de imágenes superpuestas, el espectador debe ir entendiendo una historia que es mucho más simple de lo que el director aparentemente le intentan plasmar tan caoticamente.
Y esto es una lástima ya que posee un buen escenario y entre todo el ruido, al menos si se entiende bien la historia.
Una mala dirección de fotografía y una desbocada narración, le bajan muchos puntos a esta producción coreana.
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