Ficha La Cabina

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Críticas de La Cabina (18)




Elmalem

  • 9 Apr 2023

8


Cuando Televisión Española hacía producciones de calidad...y no se había convertido todavía en el desastre que es ahora.
Vi La cabina por primera vez cuando era un niño, imagino que en su estreno por televisión, y quedé completamente impactado cuando terminó. Ese impacto ha sobrevivido a los años y a las muchas ocasiones en que he vuelto a verla. Ya no me asustan como hace cincuenta años la música ni los cadáveres sino otras cosas que de niño no pude percibir. Un aspecto particular que me impresionó en su día es que se filmó en la Plaza del Conde del Valle de Súchil en Madrid, muy cerca del que era mi domicilio por aquel entonces y un lugar que conocía muy bien y por el que he pasado cientos de veces. En todas ellas me ha venido a la mente La Cabina aunque sólo fuera un segundo.
Obra maestra de Antonio Mercero y lección interpretativa del gran José Luis López Vázquez, ambos ya tristemente desaparecidos y cuyo lugares no han sido ocupados, lamentablemente, por otros profesionales de similar altura.



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TANO

  • 15 Feb 2023

9


Montones de veces he visto escenas sueltas de José Luis López Vázquez dentro de la cabina, pero nunca me había dado por ver el corto entero hasta ahora y la verdad es que me ha encantado.
Un corto agobiante de puro suspense, que te mantiene en vilo hasta el final, donde se expone en plan sátira el comportamiento de las personas ante cualquier cosa, por ¨chunga¨ que sea, y que con los años ha ido a más, mucho más.
Toda la parte final es increíble, realmente chocante.



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Mad Warrior

  • 26 Nov 2021

10



El destino juega malas pasadas. El destino quiso que un niño entrara en una cabina y no se cerrara la puerta, pero su padre no tuvo la misma suerte desgraciadamente...y así nació un cuento, un cuento sobre un pobre hombre que quedó atrapado allí y nunca más pudo salir, un cuento cuyo terror y angustia perduran a lo largo de los años, las décadas y tal vez los siglos...

Eso es lo que realmente pretendió el bueno de Antonio Mercero antes de desatarse insulsas polémicas y retorcidas interpretaciones: crear un cuento de terror sin explicación, parte de un deseado proyecto elaborado entre él, José Luis Garci, Horacio Valcárcel y Juan José Plans; pero la suerte le acompañó y ese pequeño y extraño guión sale del cajón en el que se quedó para convertirse en realidad por medio de la producción de TVE, debido además a la persuasión de Mercero por la audiencia que les había hecho ganar con la mítica ¨Crónicas de un Pueblo¨.
Falta el protagonista, esencial, pues la trama sólo se apoyará en su presencia y sus acciones (casi sin pronunciar palabras), y el elegido para el papel es un inopinado José Luis López Vázquez que detiene un segundo su apretadísima agenda, entusiasmado con la idea. Allí, en plena plaza pública de la urbanización madrileña de Arapiles, un día cualquiera de un caluroso verano cualquiera, éste se transforma en ese anónimo señor menudo, vestido formalmente, quizás oficinista o agente de seguros, que acompaña a su hijo a coger el autobús para ir al colegio y se despide de él...sin saber que será la última vez que haga eso.

Horas antes un equipo de operarios de no importa qué compañía han instalado una nueva cabina de teléfono, color rojo chillón, en mitad de la plaza, y como si todo fuese parte de una broma, ese hombre queda encerrado en ella sin poder salir. ¨Se trata de López Vázquez, nuestro amado cómico, así que alguna gracia hará con la cabina, ¿no?¨, tuvieron que pensar los ingenuos espectadores españoles cuando se sentaron a ver ¨La Cabina¨ en su primera emisión...y se dieron de bruces con su mayúsculo error, pues el supuesto humor con que empieza su relato plantea el absurdo de una situación cotidiana, pero también sirve para que la sensación de angustia vaya en aumento.
Y por supuesto, mientras se reduce la ausencia de oxígeno también se reduce la esperanza. A los pocos minutos el pobre protagonista es víctima de la incomunicación en un aparato moderno cuyo fin es, paradójicamente, la comunicación, y ni él sabe qué ocurre, ni nosotros, ni la gente que pasa por allí y que, interesada e incrédula, atiende al ¨espectáculo¨. Los censores aplican sus tijeretazos, pero sus cabezas huecas son incapaces de vislumbrar más allá de los golpes que atiza el director hacia otros lugares: se retrata de forma grotesca la incompetencia de los servicios públicos y las fuerzas del orden y sobresale la satisfacción y la diversión del populacho por el sufrimiento ajeno.

Y cuanto más escandalosas son sus risas más aire le falta al hombre dentro de la cabina, quien por un instante se verá atrapado en el reflejo torcido de un espejo. Con una precisión extraordinaria de la puesta en escena, Mercero juega con nuestros sentidos y utiliza su cámara, siempre expectante, a atrapar el momento de la sorpresa, por lo que el desarrollo de los hechos, pese a mantenerse en el mismo escenario, puede ir en cualquier dirección; rápidamente podemos comprender que lo inesperado y lo extraño es la rúbrica de la estructura de esta obra dividida en dos partes bien diferenciadas.
El uso de la música y la áspera fotografía de Federico Larraya son también fundamentales para modelar la atmósfera viscosa y agobiante que atrapa al protagonista y así a nosotros, pues Mercero se centra en el calor, interior y exterior, a la vez que ahoga la presencia humana de este hombre, atrapado en una cabina, a su vez atrapada entre la masa social anónima, a su vez atrapada entre altos edificios que se alzan dominantes sobre la población. Y los minutos pasan, y pasan; el clima que generaba algo de humor (negro, no de cualquier tipo) se colma con la desolación, el malestar y la incertidumbre hasta el punto de que el aire que entra en los pulmones pesa cada vez más...

Esto mismo provoca la oportuna incursión de los mismos operarios que instalaron la cabina (antes de que el bombero rompa el cristal de arriba) frente a los ojos de un público excitado, carcajeante y desalmado, iniciándose así la segunda mitad de la trama, el punto de no retorno, donde manteniendo un ritmo de la acción endiablado, Mercero, siempre por medio del absurdo, hace que cobre importancia la irrupción de lo completamente inverosímil en la tangible realidad.
La incógnita ya no causa expectación, más bien temor; la camioneta atraviesa las atestadas calles de la ciudad y no somos capaces de imaginar qué nos encontraremos al final de su camino.

Gran manejo de la creciente tensión la que modela el director, pues a pesar de que el entorno urbano con sus altos edificios, se abren hacia espacios amplios y vacíos, el clima se torna aún más desasosegante hasta llegar a un instante, devastador, en que el protagonista repara aterrorizado en otro tipo en el que físicamente le es fácil verse reflejado (ni más ni menos que el gran Agustín González) dentro de una cabina idéntica sobre una camioneta idéntica. En ese instante la incomprensión da paso al pánico, y es que la peor clase de pánico se origina por la presencia de lo desconocido; en este caso lo desconocido según Mercero es aquello que nos arrebata la identidad como humanos erradicando toda posibilidad de salvación.
Lo ejemplifica ese Dios en forma de helicóptero que observa desde lo alto pero no hace nada, y un pequeño funeral a pie de carretera sirve de negro presagio sobre el destino de nuestro sufrido conciudadano anónimo, quien compartirá unos segundos con los últimos seres humanos que verá (los artistas de un circo inexistente) antes de precipitarse en su viaje de no retorno a los infiernos. La cabina cumple el mismo propósito que las vainas alienígenas de ¨La Invasión de los Ladrones de Cuerpos¨, no obstante practicando el exterminio directo sin dejar un doble exento de emociones en el mismo lugar.

Pero así como Hitchcock jugó bien sus cartas al no dar a la locura irrefrenable de sus pájaros ninguna lógica, Mercero utiliza este método y la desolación es mayor. La exposición a las poderosas imágenes climáticas de ¨La Cabina¨, que desde hace tiempo se ha escorado hacia el exceso demencial de la fantasía gótica, desafía la persistencia retiniana y remueve las tripas por su grotesca violencia, imágenes que no atienden a leyes narrativas convencionales, sino al terror conectado directamente con nuestro inconsciente; el tiempo se agota, la agonía y una sensación vomitiva de incomodidad lo impregna todo. Los gritos y golpes del hombre se pierden en los rincones oscuros de un silencio sepulcral.
Lo que podría ser un episodio de ¨Historias para no Dormir¨ o de ¨Alfred Hitchcock Presenta¨, y que mucho debe al suspense del británico y a las esferas irreales de Buñuel, Bava, Dearden, Romero o Polanski, nos sacude los sentidos, al son de las penetrantes estridencias del ¨Triunfo de Afrodita¨ de Karl Orff (que costaría un disgusto a Mercero), con una elaborada poesía de lo apocalíptico, la culminación del horror a lo desconocido en un espacio que ya no subyace a la propia realidad, sino situado completamente al margen de ella, y dejando todo rastro de lógica sepultado en esas catacumbas donde decenas de hombres también se preguntaron la razón antes de convertirse en polvorientos cadáveres...

¿Símbolo de la opresión del regimen político que sometió al país durante décadas?, ¿de la inevitable alienación que sufre el ser humano en un entorno social enfermo que se alimenta del mal ajeno?, ¿de los muros infranqueables que a veces, frustrados y perdidos, levantamos a nuestro alrededor para aislarnos de los demás y de nosotros mismos?, ¿de la depredación tecnólogica y la despersonalización que sufrimos por culpa de ella?
Las interpretaciones, por tanto, se abren en cualquier dirección, la política, la filosófica, la social, la psicológica...

Por su parten lidera un plantel, donde también hallamos a importantes actores como Tito García, Goyo Lebrero o Francisco Javier ¨Blaki¨ Martín, un magnífico López Vázquez llevado al límite que resulta ser inmortalizado en un tipo de cine totalmente ajeno a él, casi sin pronunciar una palabra y apoyando por entero toda la emoción y la tensión a la que es sometido su personaje, con quien no nos cuesta empatizar, a través de la expresividad de sus gestos brindando una actuación conmovedora y visceral.
Adelantado a su tiempo, el film primero se topa con la incomprensión y el miedo del público español de la época (que sufriría una reacción similar al norteamericano tras estrenarse ¨Tiburón¨) y luego con multitud de elogios y reconocimiento a nivel internacional, quedando como los cuatro millones de pesetas mejor invertidos en la Historia de la televisión, para crear una pesadilla críptica y ¨kafkiana¨, cuyo elemento estrella, como el monolito de ¨2.001¨, sigue albergando los enigmas de un misterio insondable y terrorífico. Dejemos que ese misterio, mientras otra cabina es instalada en esa plaza a la espera de una nueva víctima, se siga preservando entre sus cuatro angostas paredes.

¿Quién será el siguiente...?



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ragman

  • 11 Nov 2015

7


Tremendo corto que en su época dio que hablar y que hoy por hoy cae muy bien,como se logra captar la angustia situacional de este hombre encerrado y de como a medida que pasa vemos que su situacion empeora y va dejan mil preguntas... Un corto digno de recomendar



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Parnaso

  • 10 Nov 2015

8


LA CABINA

Experimento que le salío muy bien a Antonio Mercero con la ayuda de José Luis Garci en el guión.Sin duda lo que quiere conseguir el producto es crear claustrofobia al espectador y se puede decir que lo consigue pues convina encerramiento solazo en un viaje dentro de una cabina de teléfono que termina en un lugar que nadie se lo espera.José Luis López Vázquez hace muy buena labor interpretativa demostrando sin hablar un montón de sensaciones.
Corto,intenso y sofocante,muy buen experimento,por cierto la escena final inmejorable y épica.



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Gilles De Rais

  • 10 Apr 2014

6


La acabo de ver en youtube y la verdad no me ha parecido nada especial.Empezamos por lo natural,gente curiosa que intenta ayudar,se forma un buen revuelo alrededor de la cabina con el hombre dentro,una cabina insonorizada,con cristales blindados y a prueba de todo lo que se le eche encima.Posteriormente,y fue lo que mas me gusto,cuando la camioneta sube la cabina y se la lleva de paseo,hay si se puede ver de todo,escenas surrealistas por doquier,y ya un final que te imaginas.Recomendable,por su corta duracion y porque es original



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romualdodedeu

  • 4 Jan 2014

9


Una joya asfixiante, terrorífica, dramática y surrealista.

A pesar de la aparente sencillez de su argumento, resulta fascinante por la multitud de lecturas que permite y por las numerosas imágenes simbólicas (el coche fúnebre, el helicóptero...) que contiene.

Aunque empieza de una forma incluso cómica, se va haciendo cada vez más agobiante. Magistrales los últimos diez minutos, por la ausencia de diálogos, la música y por la forma espectacular e inesperada con la que termina.

Todo ello gracias a su ambientación escénica y musical, a la progresiva locura que transmite su narración y a la sobresaliente actuación de José Luis López Vázquez, genial y creíble en todo momento.

Pocas cosas que decir en contra, solo que debido a la sensación de suspense y misterio que logra, y por lo tanto al deseo de saber cómo termina, en algunos momentos puede aburrir, al no avanzar en la resolución de la historia.



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sting

  • 23 Jun 2013

7


Simple y genial peli que mezcla el drama con el terror, me parece que se realizo con el tiempo justito, si duraba mas no tendría gracia, los últimos minutos si que angustian, muy recomendable.



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vertoni

  • 20 Apr 2013

10


Cuando vi este film por televisión yo tenía tan solo 6 años. Estaba en familia, claro está. Curioso que mis padres no me hubiesen enviado a la cama, porque supongo que sería día laborable. José Luis Garci y Mercero han salido al paso, creo recordar en alguna entrevista, diciendo que no había ninguna lectura detrás del telefilm, que lo hicieron sólo con ánimos de entretener mediante una historia angustiosa e inquietante. Pero la verdad es que, es muy difícil no imaginarse una casi patente furibunda crítica social detrás de esta espeluznante historia. El individuo acorralado frente a un sistema social que lo aplasta, una sociedad represora: el franquismo. Pero, ¡atención!, no sólo al franquismo (que queda ya muy lejos), sino que se podría extrapolar a todo el capitalismo salvaje este en el que vivimos, llamado globalidad o como quieran llamarlo, llevado a sus máximas consecuencias: la escena final es atroz.

De un pesimismo extremo, aunque empieza como cómico, la lectura que se desprende al final del telefilm es que no da una salida o solución, una alternativa a este sistema. No hay atisbo de esperanza alguna para el individuo de a pie.

José Luis Vazques, uno de los mejores actores que ha habido en España, demuestra una vez más que tanto valía para la comedia como para el melodrama o incluso el terror. A recordar entre otras también: ¨Mi querida señorita¨ !971), ¨El bosque del lobo¨ (1969), o más recientemente ¨Memorias del ángel caído¨ (1997).



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Agu_Pinto

  • 10 Aug 2012

7


Buen cortometraje (o mediometraje) el que nos trajo el bueno de José Luis Garci. En todo caso, unos pocos más de 30 minutos, muy bien aprovechados. Un guión y una puesta en escena que nos provoca angustia, algunas risas, penas, claustrofobia, etc. Muchas sensaciones. Gracias en parte, al buen trabajo de dirección, y en otra buena parte, a José Luis López Vázquez, por su asimilación al personaje que le otorgan. Así que, solo buenas palabras para esta cinta, donde representan los valores de la sociedad en cuanto a una situación bastante elocuente, frente al hecho, de ver a una persona encerrada en una cabina de teléfono. Un 7.



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javielo

  • 25 Jul 2012

10


He leido entre las críticas aquí insertadas que tal vez la duración deberia haber sido mayor. CRASO error. Lo mejor que ofrece este mediometraje es su duración, por dos cosas, una, alargarla supondría estirar una idea, un guión genial pero ya de por sí limitado por su temática. Dos, la gran actuación de Mr. López Vázquez quedaría algo empañada puesto que su rol dramático -y por ende el de cualquier otro- durante esos treinta y pocos minutos están basados en un guión encajado para ese minutaje. Por otro lado, no creo que fuera una crítica exclusiva al franquismo que algunos quieren ver, tanto José Luís Garci como Antonio Mercero ¨guionaron¨ una brillante idea y éste último, como director, la plasmó en pantalla. Por supuesto que hay críticas al sistema en forma de una ciudadanía sometida ¨encubierta¨ y unos poderes fácticos tangibles, pero si este corto se hubiera proyectado en los actuales y temibles años 2012-13 -para el puto ciudadano de a pie, pero no para el político de turno-, ¿que pensaría el crítico cinéfilo experto en desgranar los mensajes ocultos de misteriosos guiones antisistemas?, joder, muy sencillo, este corto es una crítica feroz al sistema democrático que vivimos -corruptela por doquier-, al sometimiento del ciudadano ante la pérdida del estado del bienestar social, a la explotación laboral -en forma de una gigantesca nave que muestra metafóricamente los cadáveres de miles de trabajadores al servicio del sistema-.



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gines

  • 7 Feb 2012

9


para mi sigue siendo el mejor corto o mediometraje que se ha hecho en españa y que es todo un referente y lo ha sido en otras muchs ideas que se han llevado a cabo en el cine.

de pequeño me impactó y ahora de mayor me sigue rallando y pienso igualmente en ella, pero con otros ojos claro está.



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churchburner

  • 21 Jul 2011

9


Un mediometraje que destila calidad por todos sus poros. Una crítica a la dictadura en toda regla que demuestra que la sencillez y la buena intención pueden ser sinónimos de calidad.

Y esque desde el minuto en que Vázquez de queda encerrado, la sensación de angustia y claustrofobia empieza, sensación que irá aumentando a medida que avanzan los minutos, así como la curiosidad por saber como acabará la cosa.

Genial la actuación del grandísimo Jose Luis, así como los últimos minutos.

Digno de ver, de lo mejorcito rodado en España.



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Tuerto444

  • 3 Apr 2011

9


No podemos reducir la interpretación de este excelente mediometraje al franquismo. Cualquier observador ignorante de lo que pasó en España con el dictador Franco puede de todas maneras disfrutar de la película y realizar interpretaciones y comprender los simbolismos que el filme muestra. Esto no es ni más ni menos que una metáfora trágica de lo que es la vida, la experiencia de exitir. Un hombre atrpado y desesperado, dudas que lo agobian, la incomunicación con los otros, la falta de respuestas, ser objeto de burla por parte de ¨su mundo exterior¨ (lo que sucede fuera de la cabina), por momentos el absurdo que lo invade, una travesía por el desasosiego hasta llegar al punto sublime en donde reconoce por fin que su muerte está cerca. Con tres o cuatro elementos sencillos (una cabina, un pequeño público, un camión y un hombre) se logra una filmación de calidad que no puede dejar de verse.



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Dementicus

  • 21 Nov 2010

7


A mi me da igual lo que diga Mercero: clara metáfora del franquismo y del agobio que sufrían lo ciudadanos desfavorecidos de por aquel entonces.
Constitucionalism aparte, la pelicula en si es una obra maestra de los cortos, que cuenta con un JL Lopez Vazquéz que cumple con altisimas expectativas. Consigue agobiar al maximo. El protagonismo de les escenas macabras protagonizado por los ciudadanos refrescan la pelicula. De lo unico que me quejo son de los efectos de la parte final y de la corta duración. Aun así, es una obra maestra española que ningún cinéfilo debería perderse



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finker

  • 22 Jul 2010

9


Magnífica actuación de José Luis López Vázquez y magnífica banda sonora. La fotografía también es bastante buena, al igual que la historia. ¿Quién se iba a pensar que las cabinas podrían ser un foco del miedo?
Una historia muy original y muy bien desarrollada, entretenida y que te deja sin saber cómo acabará hasta el mismo final.
Para los claustrofobicos debe de ser terrorífico. Cuando lo vi no sabía realmente de qué trataba ni a que género pertenecía. Por el ello me mantuvo en suspense hasta el final. Ya de por sí es un mediometraje bastante ameno.
No se puede decir que sea del todo terror, pero si pertenece a la variante de terror psicológico, aunque no todo el film. Además el toque de surrealismo le queda bastante bien.



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Necromaster:

  • 22 May 2010

8


Estoy de acuerdo con ¨julian rey¨; este mítico mediometraje es absolutamente genial, con un inspirado J.L.Vazquez encerrado en una cabina (aunque de este tipo de cabinas ya quedan pocas) claustrofóbica y asfixiante. El comienzo ya es simplemente fascinante, aunque el posterior trayecto/periplo de la cabina es aún mejor... Y nuestro antihéroe irá viendo cosas muy extrañas y sorprendentes, hasta llegar al macabro final. Es posible que quede una sensación como de ¨esto no tiene sentido¨, pero si se mira desde el punto de vista surrealista-experimental, se irán comprendiendo ciertas cosas. Y sin duda, es la mejor película de A.Mercero, y con diferencia. Un film impactante e impresionante, como pocos. A ver si hay suerte, y lo editan en DVD...
Muy recomendable. Puntuación: 8`5.



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julianrey

  • 22 May 2010

7


Curiosilla y nada despreciable cinta de terror español que ni parece de terror hasta los minutitos siguientes. Un clasico de treinta y cuatro minutos con un final por mi parte inesperado y un Lopez Vazquez (que en paz descanse) muy convincente.



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Críticas: 18


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