Ficha Samurai Cop

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Críticas de Samurai Cop (4)




mahotsukai

  • 14 Apr 2021

6



Hilarante y ridícula propuesta de cine acción, convertida en los últimos años en película de culto.

La policía de Los Ángeles envíara a la dupla conformada por Joe Marshall, apodado “El Samurai” y su compañero Frank Washington para que acabe con la banda yakuza liderada por Yamashita, que encabeza un lucrativo tráfico de drogas.

Qué duda cabe que la magia del cine, entre sus diversas manifestaciones, nos ofrece la posibilidad cierta de que el público nos maravillemos por el talento narrativo e interpretativo de directores e intérpretes. Sin embargo, paradojalmente, también reside en el poder que factores anecdóticos y absurdos pueden ejercer en el éxito y reputación de un film. Lo anterior permite reflexionar respecto a la libertad que cualquier ser humano tiene de idear y concretar un proyecto cinematográfico, sin importar si cuenta con las habilidades básicas para ejecutarlo. Esto ha permitido que films abominables y aparentemente desconectados como “Plan 9 from Outer Space” (1959) de Ed Wood Jr. y “The Room” (2003) de Tommy Wiseau hayan alcanzado el triunfo de salir del anonimato, al menos, al margen de traducirse en ejemplos concretos de la perservancia o tozudez de sus directores por llevar a cabo su aspiración de dirigir.

En líneas generales, la concepción de “Samurai Cop” (1991) puede colocarse dentro de este grupo de films por varias razones. En primer lugar, cabe destacar la insistencia del director iraní Amir Shervan en incursionar en el género “buddy cop” tras el éxito de “Lethal Weapon” (1987) de Richard Donner, ya que el film que nos convoca hoy no fue su primer intento, como lo refleja la realización de “Hollywood Cop” (1987) y “Killing American Style” (1990). No obstante, de lo que no cabe duda es sobre la dificultad del iraní de entender realmente una de las claves del género, la confrontación de personalidades conflictivas que terminan por congeniar y lograr la pareja dispareja perfecta. De esta forma, mientras las duplas de Cates y Hammond en “48 Hrs.” y de Riggs y Murtaugh en “Lethal Weapon” (1987) funcionan y brillan por su carisma, en “Samurai Cop” (1991) tenemos a un dúo compuesto por un galán de cuarta que dice frases graciosas y flirtea con cuánta mujer se le atraviesa y un compañero que se limita a celebrarle todo, mirar la cámara y reaccionar de las formas más ridículas posibles.

Esto no significa que la trama del film no tenga otros elementos del género. De hecho, “Samurai Cop” (1991) tiene una banda criminal asiática cruel e implacable, tiene un jefe de policía que se dedica todo el tiempo a regañarlos y amenazarlos con sacarlos del caso por sus rústicos y brutales procedimientos, y tiene a la pareja de policías que se divierten y asesinan a los criminales sin siquiera intentar arrestarlos porque resulta más efectivo y divertido. Especialmente destacable es la manía del director de “Torkaman” (1974) de introducir increíbles diálogos surrealistas cargados de frases “graciosas y ganadoras” que rematan en insultos típicamente estadounidenses como “motherfuckers” (cabrones) y “son of a bitch” (hijo de puta), mientras mutilan o se despachan a los malhechores con golpes, katanas y balazos.

Este “dejo” de culturalidad estadounidense, se refuerza hilarantemente con la constante referencia al sexo casual que introduce el director. A través de diálogos que destacan por su total carencia de inteligencia emocional y contextual, en “Samurai Cop” (1991) asistimos a secuencias tan desconcertantes como risibles en que una enfermera le pregunta al héroe en frente de su compañero policía -después de haberlo conocido recién hace 2 minutos- si quiere tener relaciones sexuales, o aquella en la que Peggy, una de las agentes de policía, le propone a otro efectivo que vayan a tener sexo ya que no tiene ninguna actividad pendiente. Secuencias absurdas que acentúan, como decía, la excusa del film de introducir conceptos eróticos sin ninguna estrategia narrativa y que no responden a otra intención que mostrar desnudos femeninos para sacar provecho del atractivo físico de las tres actrices principales. Sin embargo, lo que roza el paroxismo del surrealismo, valga la cacofonía, es la presentación del héroe celebrando el cumpleaños de su nueva conquista, una testigo de las actividades ilícitas de Yamashita, utilizando una diminuta zunga. Un ejercicio de igualdad en la provisión de “fan service” de parte del director, qué duda cabe.

Ello nos remite a la estructuración del único personaje “interesante” del film, Joe Marshall, mejor conocido como “El Samurai”. A media cruza entre Mel Gibson, Sylvester Stallone y John Travolta en sus horas bajas, el personaje interpretado por Matt Hannon (“American Revenge”, 1988) “brilla” por su peculiar personalidad pétrea y hedonista, con la cual logra seducir a cuanta mujer se cruce en su camino sin importar que sea una compañera policía o una testigo. Además, en el filme no se presenta ninguna explicación o rasgo que remita su apodo de “El Samurai”, no es japonés o ascendencia siquiera, no lleva armadura como los míticos guerreros, no muestra habilidades con la katana, no come comida japonesa ni habla japonés, por último. Por el contrario, tiene una “extraña, conveniente y perfecta” puntería a la hora de disparar y matar a los delincuentes que enfrenta, gracias a su eternamente cargado revólver.

Pero “Samurai Cop” (1991) no sólo tiene un guión que bien podría pasar como deliberadamente cómico o paródico, sino que “goza” de un apartado técnico realmente desastroso. El film está lleno de fallas técnicas imperdonables e irrisorios, por ejemplo, en la secuencia de persecución vehicular en que el director no se molesta en ocultar la evidente diferencia de apariencias entre el actor que termina quemado y el doble de acción, o la escena que Fujiyama se viste de médico y se mete en un recipiente de basura para infiltrarse en el hospital y asesinar al mismo sujeto quemado que había sobrevivido. También, aquella secuencia en la que se ve claramente el brazo oculto del acólito de Yamashita al cual “El Samurai” mutila y aquellas en las que los miembros de la banda tardan en caer al piso muertos luego de ser alcanzados por las balas del dúo dinámico. La verdad es que la extrema, y divertida violencia hay que admitirlo, hacen más llevadera la experiencia de visionar semejantes e infantiles errores, pero nada justifica, ni siquiera el bajo presupuestos, tales atrocidades.

Por supuesto, mención aparte merece el espantoso montaje a cargo de Ruben Zadurian y el propio director, además del execrable doblaje de voces hecha por el mismo Shervan. Para empezar, la nula coordinación y continuidad de las escenas que transcurren durante el día o la noche, los abruptos cortes en los diálogos en los que se aprecia que los actores quedan mirando la cámara a la espera de que se les indique que la escena acabó, el pésimo montaje a las de por sí descoordinadas coreografías de lucha creadas por Gerald Okamura, o más aún la poca vergüenza de Shervan de no esforzarse en ocultar adecuadamente el corte de cabello del protagonista de su película, quien usa una risible peluca que le hace aparecer con el cabello ondulado en algunas tomas y liso en otras secuencias. Por cierto, comentar que esto se debió a que el Matt Hannon creyó que el calendario de filmación había terminado y se cortó el cabello, sin saber que el director no había finalizado el rodaje y lo volvería a llamar a principios de 1991.

“Samurai Cop” (1991) ostenta de las peores actuaciones que he tenido oportunidad de visionar, y vaya que he visto bazofias de todo tipo. Además de Matt Hannon (cuyo verdadero nombre es Mathew Karedas y trabajó como guardaespaldas de Stallone) como Joe Marshall, alias “El Samurai”, el reparto incluyó a Mark Frazer (“Garden of Stones”, 1987) como Frank Washington, compañero afroamericano del policía, Cranston Komuro como Fujiyama, antagonista principal del héroe, Robert Z’Dar (“Maniac Cop”, 1988) como el jefe yakuza Yamashita y Gerald Okamura (“Big Trouble in Little China”, 1986) como su principal acólito. En el reparto femenino, encontramos a las bellas, pero insulzas Janis Farley, interés amoroso de Yamashita que termina en los brazos de “El Samurai” y Melissa Moore (“Evil Spawn”, 1987), como Peggy, compañera policía del protagonista. En cualquier caso, actuaciones horrorosas, aunque Hannon haya confesado que él y sus compañeros de reparto estaban tan frustrados por la mala calidad de los diálogos que deliberadamente pretendieron boicotear el rodaje, sin considerar que para el director las tomas estaban cumplían los estándares que buscaba.

La vulgar banda sonora del film estuvo a cargo de Alan DerMarderosian (“Babe Watch: Forbidden Parody”, 1996) y se pasea entre una repetitiva partitura en base a teclados y baterías ochenteros que desentona constantemente, y un aire a película soft-porn incómodo para las escenas eróticas.

Los costos de producción del film fueron tan ínfimos que los actores tuvieron que proporcionar y costear su propio vestuario, traslado y viáticos. Una vez terminada la película, Shervan la llevó al American Film Market (AFM) con la esperanza de encontrar algún distribuidor que la comprara y lanzara. A pesar de que nunca fue estrenada en cines, fue adquirida por la distribuidora polaca Demel International Corporation, que la distribuyó en Europa. Sus lanzamientos en DVD y Bluray llegarían en 2004, 2013 y 2017.

Increíblemente, el film tendría una secuela directa, que llegaría casi 15 años después. El fundador de Cinema Epoch, Gregory Hatanaka, se hizo con los derechos del film y decidió producir y dirigir “Samurai Cop 2: Deadly Vengeance” (2015). Antes de su rodaje, corría el rumor de que Matt Hannon había muerto a principios de los 2000s al igual que Shervan, sin embargo, el actor reapareció por insistencia de su hija, quien estudiaba cine y descubrió no sólos los rumores de la supuesta muerte de su padre, sino el estatus de culto que había adquirido el film. Al enterarse de la noticia, Hatanaka, que ya había empezado a rodar el film, reclutó rápidamente a Hannon para que lo protagonizará y coprodujera. Esta secuela logró repetir prácticamente al mismo reparto de “Samurai Cop” (1991), además del “insigne” Tommy Wiseau, director y protagonista de “The Room” (2003).

En resumen, una experiencia cinematográfica tan abominable como involuntariamente divertida gracias a su execrable trama, sus ridículos diálogos, sus risibles interpretaciones y su paupérrima y lamentable factura técnica. Una experiencia que, sin duda, se debe vivir si tienes cierto gusto por el masoquismo.



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Metalizado

  • 4 Nov 2019

9


No puedo creer que no vi antes esta pelicula. No les voy a mentir, la pelicula esta mal filmada los planos son horribles, esta mal actuada... Tiene errores por todos lados es en muchas palabras una ¨basura¨ pero si la criticamos por el lado y los gustos en el cine ¨trash¨ es una obra de arte y de culto. Como es mi caso aborresco el cine comercial pero idolatro el cine basura y esta pelicula es una joya en este aspecto. Pocas veces me divierto tanto viendo una pelicula asi. La pelicula contiene elementos de accion y estaampliamente inspirada por la mundialmente conocida Lehtal Weapon con una pareja de policias. Un blanco y un negro... La banda yakuza del clan ¨Katana¨ dirigen una operacion de cocaina y Frank Washington detective de la policia de los angeles llama a su amigo y ex compañero Joe ¨El Samurai¨ Marshall para que lo ayude a desmantelar esta organizacion criminal. Joe Marshall es un policia mujeriego muy similar a ¨Martin Riggs¨ en Lethal Weapon... Solo que este Marshall no tiene barreras, se la pasa el film mirando todas las mujeres que se le crucen por su camino y coqueteando con todas, y su compañero festejando todas sus andanzas a diestra y siniestra. Por otro lado tenemos al genial Robert Zdar como el perro fiel de el lider de la banda yakuza y digno rival de Joe Marshall. Muy cruel y despiadado empieza a perder cierta cordura arrastrado por su rivalidad hacia este ultimo y queriendo retarlo a un combate para demostrar quien es el mejor Samurai. La pelicula esta rodada a la luz del dia por la simple razon que no habia equipo de iluminación para filmarse de noche debido al presupuesto. Aun asi esto no le juega en contra y nos trae varias escenas improvisadas de peleas en varios momentos... Fx super baratos en los que los disparos y sangre se notan a simple vista que son bolas de pintura. Algunas veces el director Amir Shervan en la edicion tuvo que poner su voz y eso nos lleva a que algunos personajes en algunas escenas tengan la misma voz. hay varios desnudos de los protagonistas hombres como mujeres tal vez buscando ese tinte ¨erotico¨ por dar una descripcion...El final es correcto e incluso se nos hace bastante rapido... Sin dudas Samurai Cop es una pelicula de culto en todos los sentidos y una joya del cine serie B que cualquier fan del mismo debe ver una vez.

Sin duda es una pelicula que va a ser odiada por muchos pero para los que vemos y queremos el cine serie B para algunos es prácticamente perfecta en gran parte de sus aspectos.

Mi podcast en el que hablo mas en profundidad sobre cine:
https://www.youtube.com/channel/UCVJrCEP8PFxPnooIdnDtjbg



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ragman

  • 15 Nov 2016

5


Filme de accion policial de bajisimo presupuesto que mantiene los cliches basicos de estas peliculas generados por ¨lethal weapon¨. La pelicula dentro de todo es aceptable. Si la ves sin demasiadas pretenciones te hace pasar un rato agradable con su accion y chicas de buen ver.



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TANO

  • 22 Sep 2014

5


Mafia japonesa, polis, tiros, muertos, peleas, muertos, peersecuciones, muertos, espadazos, muertos, y así toda la película. Hasta la extenuación del especxtador.
Una película de bajo presupuesto con un prota fuertote y una cuantas tias buenas que acaban en bolas (o casi) de unos u otros. Una trama simple, muchísima acción (no hay otra cosa, excepto las escenas de cama) y música que acompaña decentemente.



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