Sorprendente e interesante propuesta de la Hammer, en un híbrido de horror animal y horror gótico, a cargo del director John Gilling, conocido también por sus films “The Plague of the Zombies” (1966), “The Reptile” (1966) y “The Mummy’s Shroud” (1967).
La trama trata sobre una millonaria anciana, que tiene como mascota a una hermosa gata, Tabitha, quién resulta brutalmente asesinada por su propio esposo y 5 cómplices para quedarse con su herencia, siendo la única testigo la felina. Después de deshacerse del cadáver y eliminar las evidencias, los asesinos creerán haber cometido el crimen perfecto, sin embargo, no contarán con que Tabitha no descansará hasta hacerlos pagar por su abominable crimen.
Una película totalmente disfrutable es la que nos trae John Gilling cuyo guión presenta como heroína a un gata, quien de forma inteligente, logra esquivar durante toda la trama los infructuosos intentos de atraparla y matarla, y a la vez llevar a la muerte a cada uno de los involucrados en el asesinato de su ama, de forma de hacerlo pasar por accidentes. Y es que el guionista George Baxt (“The City of the Dead”, 1960; “Circus of Horrors”, 1960) enhebra inteligentemente una historia de suspenso y terror psicológico en el que un animal y sus actos inciden decididamente en el rumbo que toma el destino de los asesinos, pasando de ser una anecdótica testigo a la ejecutora de justicia para el brutal crimen. De esta forma, Baxt expone como los asesinos pasan de la euforia total de haber eliminado a la millonaria anciana y el acceso a su fortuna a una sensación cada más terrorífica cuando ven que uno a uno van muriendo y la gata demuestra tener la habilidad para acusarlos.
El film cuenta con la interesante atmósfera gótica que haría célebre a la Hammer, con una destacada fotografía en blanco y negro de Arthur Grant (“The Tomb of Ligeia”, 1965; “The Reptile”, 1966; “Frankenstein must be destroyed”, 1974) e interesantes locaciones en Down Place, Oakley Green, con la mansión, en especial los sótanos y el ático y los bosques pantanosos que le rodean.
El elenco de actores es a destacar, no sólo por su interpretación sino también por su incursión en varios clásicos de la Hammer, comenzando por André Morell (“The Hound of Baskerville”, 1959; “The Plague of the Zombies”, 1960; “The Mummy’s Shroud”, 1967) como el inescrupuloso marido asesino Walter Venable; William Lucas (“X the unknown, 1956; “Tower of Evil”, 1972) como el petulante Jacob Venable, sobrino de Walter; Richard Warner (“Village of the Damned”, 1960; “The Mummy’s Shroud”, 1967) como el interesado hermano de Walter, y la siempre correcta y bella Barbara Shelley (“The Gorgon”, 1964; “Dracula, Prince of Darkness”, 1966; “Rasputin”, 1966) como la noble sobrina de Walter, que sin saberlo, está en peligro por ser la verdadera heredera de la anciana. También destacar a la experimentada Freda Jackson (“The brides of Dracula”, 1960; “Clash of the Titans”, 1981) como la neurótica y asustadiza ama de llaves de los Venable. Por supuesto, finalmente, Tabitha, la gata, que al parecer tuvo alguna “doble de actuación”, como la simpática protagonista.
El experimentado compositor griego Mikis Theodorakis, el hombre detrás de la música de “Zorba, the greek” (1964), aporta con una buena musicalización para un film de suspenso, que no satura el metraje, dando espacio al suspenso en silencio, que es un recurso al que Gilling recurre bastante.
Hay poco que cuestionarle a este film, quizás la escena en la que se ve que tenemos más de un gato actuando, y un final que en mi opinión merecía un reconocimiento mayor a Tabitha por acabar con los asesinos y mostrar donde se encuentra enterrada su ama. De cualquier forma, demasiado poco para ensuciar un film a todas luces interesante y entretenido y olvidado injustamente, que conviene rescatar del pasado.
Muy buena película de ambientación gótica pese a que su historia se aleja de las clásicas criaturas sobrenaturales para acercarse más a lo que es el terror psicológico. Es Interesante el protagonismo que adquiere el gato ya que anticipa otras cintas similares (¨La gata en la terraza¨, ¨Lo oculto¨) de felinos vengadores.
Tras un gran arranque con el asesinato de la anciana, Gilling mantiene siempre un buen pulso narrativo además de sacar el mejor partido posible del escenario principal.
El film es muy atmosférico y se ve favorecido por la fotografía en blanco y negro de Arthur Grant, y tanto por su estilo visual como por la puesta en escena no puede ocultar sus orígenes hammerianos. Es más, muchos la incluyen dentro de la filmografía de la Hammer, aunque oficialmente no pertenezca a ella y sí a BHP. Pero incluso el reparto es totalmente hammeriano: André Morell (¨La plaga de los zombies¨). Freda Jackson (¨Las novias de Drácula¨), Richard Warner (¨El sudario de la momia¨)... por no hablar de la gran dama del terror británico, Barbara Shelley (¨Drácula príncipe de las tinieblas¨) o el propio John Gilling (¨El reptil¨).
Muy recomendable para cualquier fan del terror clásico.
Producción de la Hammer - usando otro nombre por razones legales - que parte de una idea original para la época, en combinación con elementos de la mitología de Edgar Alan Poe: la heroína de la película no es un ser humano, sino una gata llamada Tabitha, en busca de venganza por la muerte de su ama (Catherine Lacey) una inofensiva anciana asesinada brutalmente ante sus propios bigotes por sus aviesos herederos: su marido y cuatro cómplices. Con su astucia, el animal transforma su hogar en una trampa mortal para los villanos.
Dos habituales de la Casa del Terror, André Morell y Barbara Shelley, protagonizan la pieza. Morell interpreta a un villano muy en la línea de su version del Dr.Quatermass: es tan colérico, alocado e inteligente como Quatermass; solo que no es un héroe desagradable, sino un malo muy cabrón, y , encima, cínico como él solo. Morell tenía varios registros, pero siempre ponía su sello personal en todos ellos. Shelley es la bondadosa sobrina de la finada, que con la ayuda de un viejo amigo de la familia, periodista local (el televisivo Conrad Phillips, que incluso es amiguete de la gata), y el Inspector de la policía municipal (Alan Wheatley, al que los fans de Dr. Who siempre recordarán como la primera víctima de los Daleks) busca a su tía ¨desaparecida¨. Dirige el generalmente guionista John Gilling.
El guion de George Baxt es, dicen los expertos en la Hammer, vitriólico: planteamiento original con un desarrollo clásico de peli de casa encantada, llena de trampas. A veces parece un corto del Correcaminos y el Coyote, pero hecho en serio, guardando el humor para los macabros diálogos; sin embargo hacia el final tenemos gotas de humor más genérico - bastante impostado, pero hay algún trozo gracioso - a cargo de unos agentes de policía sacados de una peli de la Keystone y algún otro detalle. En el aspecto técnico, mucha gente destaca la fotografía, que aunque buena, tampoco le he visto yo nada de especial. A cargo de la banda sonora, un nombre de lujo: el aún en activo Mikis Theodorakis, compositor sinfónico y de canciones (y activista social) que debe gran parte de su fama a su trabajo en el cine. Dicho esto, no es uno de los mejores trabajos de la larga carrera del padre de la música griega contemporánea: la música dramática resulta estridente y a ratos innecesaria, en combinación con alegres piezas al estilo inglés para momentos menos tensos. Sin embargo, se trataba de uno de sus primeros trabajos, así que tampoco no es que perjudique su brillante carrera. Otro problema que encierra la peli es que, suponiéndose que es de suspense, y suspense del que podríamos llamar ¨tipo Colombo¨, - vemos el asesinato y quién lo comete solo empezar por lo que la trama trata de cómo hacer caer a los criminales en manos de la Justicia, dentro o fuera de la Ley - ya deja claro como va a acabar en el mismo cartel original de cine. Mú jrande, hesto, se lucieron los de márketing de la productora de la familia Carreras.
Argumento original, desarrollo muy manido pero bien llevado, con algunos sustillos puntuales y una histérica actuación de Morell suman a una película muy entretenida, pero que no es en absoluto nada del otro mundo. Los fans de la Hammer y de las pelis de animales endemoniados disfrutarán lo suyo.
Excelente filme de la Hammer Film con una trama acertada que tiene como protagonista a un simpático gato, la historia para su tiempo esta muy bien llevada, una joyita perdida para todo aquel que le gusten los filmes viejos... en estos tiempos olvídense de encontrarse con un cushing o un lee, esto va por otro lado.
Recomendable.
Dentro de las llamadas ¨Películas de Terror Psicológico¨, producidas por la Firma Inglesa Hammer Films, esta es una de las más representativas, debido a su trama enmarañada y bien resuelta. John Gilling, uno de los principales artífices de la Productora, después de Terence Fisher, daba sus primeros pasos en la dirección y se desenvuelve satisfactoriamente.
Críticas: 6
Miguel Arkangel
7
Película de la Hammer que definitivamente está en el top cinco de películas protagonizas por gatos. Fue el primer largometraje dirigido para la Hammer por John Gilling, pero por diversas razones comerciales, la película fue oficialmente una producción de BHP Films.
Una familia asesina a su rica matriarca para quedarse con su dinero. Creen que pueden salirse con la suya, ya que nadie vio el asesinato, pero se equivocan, la gata Tabatha, a quien la anciana leía poemas de Edgar Alla Poe, lo vio todo. Poco a poco, Tabatha empieza a jugar con la mente de los asesinos, su sola presencia provoca paroxismos de culpa, en busca de justa venganza.
Parece una trama ingénua, pero Gilling la dota de buen ritmo, una ambientación decimonónica y gótica, una fotografía llena de sombras que logra una atmósfera efectiva de amenaza y el elenco está totalmente comprometido. Tiene su mérito narrar una buena historia de suspenso teniendo como protagonista a una gata que luce tierna y adorable, nada más alejado de un ser aterrador.
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