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Anoche vi el estreno de esta película en el Festival de Cine de Austin. La experiencia se vio reforzada por la presencia de guionistas y productores entre el público. En primer lugar, la cinematografía fue muy agradable. Filmada en Arizona cerca de las Superstition Mountains de la vida real, esta película es agradable a la vista con tomas de la naturaleza (y tomas de Sage Howard) que se alternan con escenas en sepia (para cuando los personajes supuestamente están filmando con sus teléfonos con cámara). La película hace un gran uso de pausas aparentemente prolongadas antes de cualquier momento tenso, que nos dejaban inclinados hacia adelante en nuestros asientos. Sin embargo, admito que los sobresaltos y los ruidos fuertes y repentinos se me hicieron aburridos después de un tiempo, porque creo que saltaba cada vez que la radio se encendía al azar. El rodaje en estilo documental nos ayudó mucho a conocer a los personajes. Disfruté el dilema que enfrentó el personaje principal entre la seguridad de sus amigos y las excelentes imágenes para su documental. Mi mayor queja es la cantidad de preguntas sin respuesta. Se introdujeron tres o cuatro elementos de la trama y luego se abordaron a mi entera satisfacción. Esto aumentó el suspenso en el caso de las distorsiones del tiempo, pero en la mayoría de los casos me distrajo porque me dejó curioso. El final fue completo pero cliché. Conclusión: Actividad paranormal con más sustos y atractivos para la vista.

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