Ficha RoomMate


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Críticas de RoomMate (1)




Mad Warrior

  • 6 Feb 2018

8



Hoy en día, si tienes que buscarte a alguien para compartir apartamento, ten cuidado a quién eliges, porque la cosa puede acabar mal.
Un consejo: no te fíes de su sonrisa ni de sus buenas intenciones, tu pregúntale directamente si es un jodido psicópata.

La joven Harumi, víctima reciente de un atropello, debería habérselo pensado dos veces, o más, antes de aceptar compartir piso junto a su enfermera Reiko Nishimura, porque los primeros días sí, todo es muy bonito, se ayudan mutuamente, acondicionan el lugar juntas, cenan sonriéndose la una a la otra (yo aquí me estaba oliendo algo ya), no obstante la realidad es bien distinta. Hay algo dentro de Reiko que se empieza a manifestar, y acontecimientos la mar de extraños van a suceder sin que Harumi, que tiene horchata en lugar de sangre, pueda hacer nada para evitarlo.
Que esta última encuentre en el fregadero de la cocina un collar ensangrentado y la cabeza de un perro dentro de una cazuela será sólo la punta del iceberg...pero lo más interesante de todo esto es que entre las dos parece haber algún tipo de conexión que va más allá del entendimiento de Harumi, que deberá averiguar si quiere pararle los pies a esa puñetera chiflada con la que vive. Para esto buscará la ayuda de Kensuke, el muchacho que la atropelló.

Desde hace algún tiempo me he aficionado a los ¨thrillers¨ venidos de Asia, sobre todo a los producidos en tierras niponas, y la mayoría de veces el resultado ha sido satisfactorio; los japoneses saben ser más originales, macabros y transgresores que los americanos (pero de lejos, ¿eh?), y en mis ires y venires por el género, he encontrado títulos que me han sorprendido realmente. A diferencia de EE.UU., en Japón continúan realizándose propuestas muy llamativas e interesantes para el fan del suspense; entre las muchas que hay destaco ¨La Lección del Mal¨, de Takashi Miike, ¨Cold Fish”, de Sion Sono, o la más reciente ¨Creepy¨, de Kiyoshi Kurosawa (cada una con un estilo muy particular). Ahora ¨Roommate¨ también pertenece a esta lista.
El director Takeshi Furusawa, quien comenzó su carrera como asistente del antes mencionado Kurosawa, colaborando con éste para el guión de ¨Doppelgänger¨, y tras realizar la adaptación de ¨Another¨, logra posicionarse en la primera línea de los cineastas actuales con este, su cuarto largometraje, basado en la exitosa novela homónima de Aya Imamura: un intrigante ¨thriller¨, en ocasiones cercano al terror psicológico, que desde luego no deja indiferente.

Con ¨Roommate¨ podemos comprobar cómo Furusawa hace honores a su mentor Kurosawa, poniéndose al frente de una trama cocida a fuego lento, entre ¨flashbacks¨ y ¨flashforwards¨, desarrollada a base de largos planos y un suspense lleno de trampas que se va incrementando en tanto en cuanto más cosas averiguamos de los personajes. El director se las pinta solo para dar forma a una atmósfera siniestra, adornada con toques de romance y humor negro aquí y allá, esporádicos estallidos de violencia y a veces rayando un surrealismo casi de corte ¨lynchiano¨ (las escenas en el club Ariadne lo demuestran).
Aparte de abordar temas tan serios y polémicos como el abuso de menores o el incesto, la principal baza con la que cuenta son los constantes giros de guión, en especial el que se da a partir de la hora y cuarto, transformando una historia más cercana al ¨Audition¨ de Miike (hay veces en las que Reiko se pone en plan Asami y acojona de lo lindo) en uno de esos ¨thrillers¨ de personalidades dobles e identidades falsas muy del tipo de la francesa ¨Laberintos¨ o de la china ¨Mad Detective¨ (aunque a mí me trajo reminiscencias de ¨El Club de la Lucha¨...mis razones tengo). Sin embargo, el que recuerde a otros títulos, no siendo su originalidad precisamente su mayor atractivo, no es motivo para echarse atrás, ya que su enrevesado y buen construido argumento logra enganchar durante las casi dos horas de metraje.

La modelo Kyoko Fukada sorprende, y pasma en ciertas ocasiones, en la piel de Reiko, y Kengo Kora, Hiroyuki Onoue y Tomoro Taguchi ofrecen unas buenas actuaciones. El problema viene con la joven Keiko Kitagawa, de quien creo que en la realidad es seguramente tan tonta y sosa como en la película (la puta manía que tienen de coger a modelos o ¨idols¨ en lugar de actrices auténticas...); Riisa Naka habría sido más adecuada para interpretar el papel. De hecho ¨Roommate¨ se llevaría un 10 de no ser por la protagonista.
En fin, lo importante es que Takeshi Furusawa demuestra pulso firme a la hora de llevar el suspense y suficiente talento tras la cámara para convertirse en heredero directo de Kurosawa. Un detalle: no hagáis caso a la portada, que confunde.



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