Ficha The Monster that Challenged the World

6.21 - Total: 9

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Críticas de The Monster that Challenged the World (5)




mahotsukai

  • 24 Nov 2020

7



Entretenido y correcto film de monstruos de los 50s, dirigido por Arnold Laven (“Without Warning”, 1952).

Un terremoto sub-oceánico libera un grupo de criaturas agusanadas que comienzan a migrar hacia las costas de California, sembrando el pánico y la muerte. Un grupo de miltares y un científico harán frente a la amenaza.
Tras el éxito de crítica y público de “Them” (1954) de Gordon Douglas y “Tarantula” (1955) de Jack Arnold, piedras angulares del cine de gigantismo radioactivo durante los 50s, los productores Arthur Gardner y Jules V. Levy de la Gramercy Pictures se interesaron en un borrador escrito por David Duncan (“The Time Machine”, 1960) sobre un monstruo subacuático de aspecto gusanoide que amenazaba las costas californianas. El film terminaría por constituir uno de los ejemplos más eficientes, pero infravalorados y, por tanto, desconocidos de este género que mezclaba con inteligencia y efectividad la ciencia ficción y el terror, exponía el miedo ciudadano postguerra a la guerra atómica y la radiación y la inminente explosión de la Guerra Fría (1947-1991), principios que compartía también con el subgénero de alienígenas hóstiles que pretendían hacerse con la Tierra y sus recursos.

La historia de David Duncan se basaba en un reportaje publicado en la Revista Life acerca del descubrimiento de unas huevas de crustáceo enterradas en el lecho de un lago salado de hace millones de años, que habrían sido “revividas” de una extraña forma, quizás un gran terremoto. Inicialmente la tituló “The Jagged Edge” y “The Kraken”, y pretendía ambientarla en Japón, aprovechando el éxito de las dos primeras entregas de Godzilla, “ゴジラ” (“Godzilla”, 1954) de Ishiro Honda y “ゴジラの逆襲” (“Godzilla Contraataca”, 1955) de Motoyoshi Oda. Sin embargo, los productores lo descartaron y en lugar de permitir que Duncan adaptara su argumento a un escenario local, prefirieron darle la oportunidad a Pat Fielder, ayudante de producción, para que rehiciera el guión.

Así, Fielder viajó al Lago Salton junto al socio de los productores Arthur Gardner y Jules V. Levy de la Gramercy Pictures, Arnold Laven, para estudiar posibles locaciones, quedando prendada del lugar. Fielder investigó y se enteró que el Lago Salton tuvo su origen en un monumental desastre de ingeniería de 1905 cuando durante las obras de irrigación, el río Colorado se desbordó e inundó los canales de riego durante varios meses en la llanura de Salton, destruyendo hogares y granjas. Se calcula que anegó 1.000 km² de desierto y creó un mar interior en el antiguo lecho de un antiguo lago ubicado en el Valle Imperial. De hecho, durante más de dos años el canal desvió casi la totalidad del enorme caudal del Colorado hacia la depresión de Salton. Con el tiempo, se convirtió en un destino turístico hasta que terminó por cerrar luego de secarse. Toda la información detrás del origen del lago le terminaría por proporcionar la información necesaria para pulir el guión de Duncan en sus aspectos más científicos y construir una historia coherente y lógica dentro de los límites de la ciencia ficción y el terror.

De esta forma, una de las cuestiones destacables de “The Monster That Challenged the World” (1957) es, precisamente, su interesante y coherente historia desarrollada con gran oficio narrativo a través de diálogos cotidianos claros y precisos, aunque no por ello despojados de la impronta cultural machista de su época. Además, tiene un lenguaje científico sencillo y fácil de comprender para la audiencia promedio, lo que permite que la acción sea dinámica y no se convierta en una película lenta ni mucho menos soporífera. Además, la mayoría de sus personajes no son desagradables, de hecho, no son demasiado estereotipados, aunque no llegan a ser realmente interesantes. Nos encontramos así con el áspero comandante Twillinger que termina convirtiéndose en un tipo amable y atento con su interés amoroso y su hija; la propia secretaria del Dr. Rogers, que vivió una tragedia familiar y busca rehacer su vida; y, por supuesto, el Dr. Rogers, que busca imponer sus propios métodos luego de que los militares le presionen y le presionen.

Con un presupuesto estimado de US$ 250 mil, Gardner y Levy destinaron US$15 mil para la construcción del monstruo, que a diferencia de muchas criaturas de películas de monstruos de la época no se trató de una miniatura. Siguiendo los principios de “Them” (1954) de Gordon Douglas, se construyó un animatrónico de tamaño natural de forma agusanoide diseñado por los productores y fabricado por el experto en efectos especiales August Lohman. El robot que medía 3 metros de altura y pesaba más de 700 kilos, estaba conformado por un sistema de válvulas neumáticas y estaba recubierto en su parte externa por fibra de vidrio. Vale comentar que en su diseño y manipuación participaron Ted Haworth, ganador del Oscar a la Mejor Dirección Artística por “Sayonara” (1957) y el entomólogo y documentalista Robert H. Crandall. A pesar de que sus movimientos son muy mecánicos, la criatura tiene un par de escenas realmente destacables en sus ataques, como sus ataques submarinos y el ataque final en el laboratorio.

El film fue protagonizado por la ex estrella western de la RKO Tim Holt (“The Magnificent Ambersons”, 1942) como el comandante Twillinger y Hans Conried (“Peter Pan”, 1942) como el Dr. Rogers, que unen sus esfuerzos después de ciertas situaciones de antagonismo para acabar con el monstruo. La bella actriz irlandesa Audrey Dalton (“Titanic”, 1953) interpretó Gail MacKenzie y Mimi Gibson (“The Childrens Hour”, 1961) a su hija Sandy. Harlan Warde (“The Rifleman”, 1958-1962) encarnó al teniente Robert ¨Clem¨ Clemens y Max Showalter (“Niagara”, 1953) al Dr. Tad Johns.

“The Monster That Challenged the World” (1957) se filmó durante dos semanas y media en el Lago Salton, Brawley y Barstown, California. La mayoría de las escenas submarinas se rodaron en la Isla Catalina, frente a la costa de Los Ángeles. Los primeros planos se filmaron posteriormente en un tanque lleno de agua y algas de plástico y otros materiales.

En resumen, una interesante y digna moster movie que destaca por su correcto guión, buen ritmo narrativo y relevante monstruo, pero que lamentablemente quedó relegada al olvido, siendo, por tanto, necesario reivindicar en su justa medida.



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ragman

  • 18 Nov 2014

6


pelicula cinquentera de monstruos gigantes bastante aceptable para sus años, ideal para quienes gustan de este tipo de peliculas antiguas, el monstruo esta bien hecho para sus años, mantiene el cliche de estas peliculas (militares vs monstruo).
tiene buenos efectos considerando los años,es muy aceptable, incluso algunos ataques del monstruo estan bien efectuados. una joyita para quienes gustan del cine de los 50 de monstruos.



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TANO

  • 22 Feb 2013

8



Otro de estos clásicos de ciencia ficción de los 50 que tanto me gustan.
En esta película además tenemos a unos monstruítos que están bastante currados, que ya es algo a tener en cuenta en este tipo de cine, pese a ser simplemente caracoles gigantes mutantes.
La mayor parte de la película son chorradas cienctíficas inventadas, y búsqueda, búsqueda y más búsqueda de los monstruítos, pero es muy disfrutable para todo amante de este tipo de cine.
La parte final la verdad es que mola bastante.



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bigladiesman

  • 28 May 2012

7


Vamos a ver como las fuerzas del orden se lanzan en persecución de una amenazadora criatura que saca mocos y deja a la gente seca como los dedos de los pies de la momia del Tutankhamon ese. No. No se trata la primera encarnación de Célula en Dragon Ball: estamos en 1957, no hay Son Gohanes para arreglar el asunto y estanmos viendo una peli de serie B en blanco y negro con efectos especiales de los de la época; una producción independiente distribuida por United Artists.

Añadid un reparto poco conocido aquí con una leyenda del cine del Oeste (Tim Holt) haciendo de militar duro pero tímido con las mujeresy amable con los niños que se enamora de una MILF – no podía ser de otra manera - que parece Carole Bouquet antes de la época del bótox (la irlandesa Audrey Dalton, haciendo de viuda joven a sus 23 añitos. Aquí está buenísima y además es buena actriz) y el legendario actor de doblaje Hans Conried. Tenemos la receta perfecta para un ratito de diversión al estilo de los 50.

Hay buenos momentos de tensión (teniendo en cuenta que es una monster movie al uso), y el monstruo (un kraken) es bastante correcto. No tanto sus víctimas, bastante desiguales, ya todo se basa en maquetas a escala natural, al parecer, por lo vemos que son maniquíes (incluso sacan primeros planos). La parte buena aquí es que a mi juicio, eso hace que las escenas sean más terroríficas que las que contienen un especialista siendo atacado por un monstruo de goma, ya que a ojos del espectador actual las “víctimas” dan más miedo que el mismo monstruo (¿Recordáis al decapitado de “Tiburón”? Pues eso) debido a la sensación de irrealidad que le dan al conjunto.

En todo caso, es un film que aprovecha su bajo presupuesto con competentes interpretaciones, FX un tanto bizarros pero encantadores, fotografía subacuática relativamente conseguida, momentos tensos y, sobre todo, ofrece bastante entretenimiento.



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Lapsos

  • 10 Oct 2010

5


Aceptable monster movie de la década del 50, con el tipo de monstruo que ocupa el filme, bien diseñado. Una historia poco original, pero con una intención correcta de explicar el origen de los monstruos.
Igualmente no pasa de ser discreta y sólo recomendable para quien desea revolver cintas de monstruos de lejanas décadas.



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