En la escena en la que un borracho Corin Nemec le lanza la botella de whisky al tiburón y huye con la sheriff, podemos ver un grupo de jóvenes huyendo por toda la playa. Pero si nos fijamos bien, al fondo hay una seis o siete personas sentadas en círculo y que parecen observar el rodaje.
Raúl Rubio Peñas
En la escena en la que un borracho Corin Nemec le lanza la botella de whisky al tiburón y huye con la sheriff, podemos ver un grupo de jóvenes huyendo por toda la playa. Pero si nos fijamos bien, al fondo hay una seis o siete personas sentadas en círculo y que parecen observar el rodaje.
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