Tercera y última parte de la trilogía sesentera de Fantomas, que seguramente dejó a los fans con un sabor amargo.
Un Jean Marais desganado incluso en sus, de nuevo, estupendas caracterizaciones y un Louis de Funès sin gracia encabezan la película. A Marais se lo ve aburrido, hastiado, ya sea como un Fandor que se ha vuelto aún más idiota que Juve o como un Fantomas tan eficiente en lo suyo que aburre. No ayuda que esta vez haya un segundo actor que hace de Fantomas por bastante rato: Jean-Roger Caussimon.
Juve es de nuevo Louis de Funès haciendo de Louis de Funès aburrido a su vez. No se esfuerza. Hace sus cositas de Louis de Funès, con lo que es el guion lo que tiene que ayudarlo. No lo hace, lo que es más doloroso si tenemos en cuenta de que justo venía de hacer la que quizá fuera su obra maestra: “La gran juerga”, y que después haría otro de sus exitazos: “Oscar, una maleta, dos maletas, tres maletas” (quizá sea esta la explicación a su desgana, si vas a mirar).
Mylène Demongeot, la otra miembro del trío que llevó las películas desde el inicio, es la única que se lo toma en serio y se esfuerza en dar algo, aunque sea ser la damisela en problemas.
Tras dos más que notables entregas, el director Hunnebelle y los guionistas Halain y Foucaud se hunden con todo el equipo: rendida la película a los gags de Louis de Funès, con una sola escena de acción – y corta – en toda la película, con un Fandor que da la sensación de que tiene la culpa de todo lo que pasa porque parece que tras dos pelis sigue menospreciando la amenaza de Fantomas y un Juve que deja a Clouseau en un superdotado y cuya incompetencia ya no hace gracia sino que pone de los nervios. Y encima hay un par de agujeros de guion bastante imperdonables.
El aspecto técnico también resulta parco en comparación con las predecesoras. La fotografía en color es maja, pero poco más.
Decepcionante cierre de lo que podía haber sido una gran saga de comedias de acción, no es realmente una película aburrida, pero palidece en comparación con las otras dos entregas y se entiende la desgana del reparto. Prescindible, totalmente prescindible.
Críticas: 2
TANO
4
La primera de la saga tenía su gracia, la segunda era bastante regulera, pero esta última ya no hay por donde cogerla.
Vuelve Fantomas, con un plan para lograr que los hombres más ricos del mundo le paguen enormes sumas de dinero a cambio, básicamente, de no morir a sus manos. Dichos multimillonarios se juntan todos en el castillo de uno de ellos y llaman al comisario Juve para que les proteja.
Hasta ahí bien, es una trama que podría haber dado bastante de sí, pero la película se vuelve un interminable conjunto se sketches tontos y sin gracia donde Louis de Funès hace de las suyas, pero de la forma menos cómica y atractiva posible.
Dejándolo claro: la película me ha parecido insoportable. No me ha hecho gracia en ningún momento, las escenas se mueven entre lo tonto a incluso infantiloide, con una comedia que quizás hizo reir en su momento (o no), pero a día de hoy al menos, no lo consigue.
Tercera y (menos mal) última parte de una trilogía algo deficiente, que tiene en esta su máximo apogeo (pero en lo de mala película se refiere, vaya).
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