Como leí en las críticas anteriores, ésta cinta mexicana no tiene nada que envidiarle a las producciones de la Hammer en los años sesentas, muy buena escenografía y escenarios, la mansión, cementerio y actuaciones están muy bien, dicen que es de terror, quizás en la época pudo asustar un poquito pero viéndola en la actualidad da mucha risa en varias ocasiones, principalmente cuando el conde se convierte en murciélago, se ve muy falso, igualmente valoro mucho las ganas que le ponen, una película de género vampirico que ya es un clásico.
Segunda parte de ¨El vampiro sangriento¨ situada meses después de la acción de ésta y con la afortunada omisión del nefasto ¨héroe¨ de la primera, Ricardo Plessier (gracias, Morayta). El conde Frankenhausen tiene como rehenes a su suegro y su hija, y se dispone a seguir buscando víctimas. Los Cagliostro siguen tras él.
Rafael del Río es el Dr. Ulises Albarran, alumno de los Calgiostro, que esta vez han elaborado un plan concreto para acabar con el comiqueramente pérfido pero encantador Frankenhausen, de nuevo ese vampiro pop que es Carlos Agostí, que en esta película solo tiene un par de escenas, pero bastante divertidas (la cara que pone de ¨no me puedo creer la chamba que he tenido¨ al escapar de una amenaza es épica) y su indeseable ayudante Hildegarda (Bertha Moss). El Marqués Guzmán de la Serna (Tito Junco, de ¨El ángel exterminador¨), suegro de Frankenhausen, vive con la esperanza de que sus viejos amigos los Cagliostro lo libren a él y a su nieta (de nuevo Erna Martha Bauman) de su yerno de una vez por todas. Además, estos no están solos: Don Máximo, alcalde del pueblo donde pasa la acción, tipo muy duro y vengativo interpretado por el cineasta David Reynoso, y el campesino cobardón Cresencio (el cómico Fernando ¨Mantequilla¨ Soto) los apoyan activamente, junto a un estúpido cura integrista (Enrique García Álvarez, habitual con Luis Buñuel) deben enfrentarse a Frankenhausen, que desea crear un ejército de vampiros zombis.
Esta vez el guion es muy lucido: no resulta tan sorprendentemente bizarro acostumbrados como estamos al argumento si hemos visto la primera parte, incorpora toques de humor (bastante divertidos ¨Mantequilla¨ Soto, García Álvarez, y el no acreditado Armando Gutiérrez como el borrachote don Efrén exponiendo ese humor verborréico mexicano), que brillaban por su ausencia en ¨El vampiro sangriento¨ y además, y mucho más importante, se lleva por delante al idiota de Ricardo Plessier, que era un personaje muy mal pensado. Como dicen en los ámbitos organizativos, Miguel Morayta detecta y subsana los puntos débiles de su guion y mantiene los puntos fuertes.
Los FX y la música vuelven a ser bastante malos, con lo que las escenas de acción en si resultan muy descafeinadas. Los decorados son reaprovechados de la primera parte, con un par de escenarios nuevos. Sencillos y competentes.
Si bien quizá no resulte tan excitante como la primera parte, este culmen de la historia de Frankenhauser es igual de interesante y está mejor escrita, con lo que la supera. Estas dos películas han sido una gratísima sorpresa y un ejemplo de serie B zumbona pero hecha con seriedad. A poco que os guste el terror gótico y no os importe la cutrez técnica, todo esto os va a encandilar. ¡Aquí no falta de nada, oigan!
pelicula de vampiros mexicana con una correcta ambientacion que no tiene nada que envidiarle a la hammer, los decorados y cementerios estan mas que aceptables, la trama le da una vuelta de tuerca a las leyendas vampiricas donde ahora la mandragora crea un acido que los mata, lamentablemente esta nueva idea no es tan solida como para no tener en cuenta las viejas reglas de los vampiros que aca lamentablemente quedan relegadas.
la pelicula logra una seriedad mas alla de las actuaciones acartonadas pero lo que le quito toda la seriedad fue el murcielago conejo que aparece que te hace suponer que estas mirando una comedia.
creo que salteando al conejo volador, lo demas no esta mal para su epoca. recomendable a los fans de la hammer de antaño ya que tiene mucho de la productora britanica
Correcta pelicula de vampiros Mexicana del 1961.Contiene una buena fotografia y unos efectos de sonido muy surrealistas y muy rayantes.El protagonista es un supuesto doctor que llega a un poblado para interesarse por la supuesta presencia de vampiros en el pueblo e intentar erradicar el problema mediante unas plantas que las convierte en una especie de acido que si se inyectan en las venas del vampiro,este automaticamente pasa a ser un simple cadaver.Destacar ya cerca del final,la invasion de todos los vampiros trasformados por el padre de la nieta del Baron.Es un verdadero puntazo ver a toda esa horda de vampiros,todos atravesados por una estaca la cual la siguen llevando clavada en el pecho mientras pasean,y un pequeño detalle,al principio de cuando todos salen de sus ataudes,se puede apreciar las dentaduras postizas mas blancas que la leche,que llevan estos vampiros,tan blancas que relucen en la oscuridad,es totalmente de escandalo,a mi me hizo gracia.En lineas generales,estamos ante una peli Mexicana muy antigua,pero que yo la veo desde el prisma de que me llene y me entretenga,y la verdad es que no lo ha conseguido.A pesar de eso,hay que tener en cuenta su epoca,el presupuesto con el que contaban,y la verdad es que mala no es,pero a mi no me ha gustado
Bastante rara esta película de vampiros, en donde el vampiro solo mata en luna llena, y si lo matas a él, todas sus víctimas reviven... ¿casi que es mejor dejarlo no-vivo, no? El murciélago-conejo es un cachondeo, y la historia fuera de lo normal... se deja ver, sin ser una maravilla.
En mi opinión cuenta con una buena idea original, un buen guión e incluso un princípio prometedor, con unas buenas escenas de inicio.
El problema es que cae en cierta irregularidad a momentos...parece que quiere mostrar algo..un escena, una secuencia...y crece de continuidad..como si no quisiera mostrar demasiado.
Quitando estas lagunas, la ambientación del castillo, algunos personajes y ciertas partes del guión, sí consiguen llegar al espectador.. Es como la respuesta latina de aquellos film de terror de la Hammer de los 60.
Hay que reconocer los esfuerzos de la escasa producción mexicana y lo que sí logra transmitir la película.
Para mí algo desaprovechada y demasiado larga en su metraje, una história que pedía tanto. El personaje del vampiro Frankenhausen totalmente desaprovechado y el cura del pueblo...odioso.
Es interesante, peculiar y folclórica, en general no está mal.
desente pelicula de terror mexicana, con buenas actuaciones y la histora no se le puede pedir mas, destaca muchisimo las escenografias muy a la hammer y lo peor son los efectos, el murcielago es de pena ajena
Críticas: 8
Miguel Arkangel
7
¨El vampiro sangriento”, y su secuela, “La invasión de los vampiros”, de 1962 y 1963, son dos películas de terror clásico mexicano, dentro del género vampírico, dirigidas por Miguel Morayta, exiliado español emparentado con el mismísimo Francisco Franco, que desarrolló una extensa carrera como director de cine en México.
En este film, un pequeño pueblo está aterrorizado por una ola de asesinatos inexplicables. Un investigador de lo sobrenatural, el joven Dr. Ulises (Rafael del Río) llega al pueblo enviado por el maestro Cagliostro y afirma que se enfrentan a la amenaza del siniestro Conde Frankenhausen (Carlos Agosti), un vampiro sediento de sangre.
Estamos ante una película de terror interesante, que sigue el camino de los góticos europeos con escenarios envueltos en niebla, mansiones espeluznantes, pasadizos secretos y vampiros levantándose de sus ataúdes con estacas de madera que sobresalen de sus pechos y espaldas. Sumemos la idea de que existen vampiros vivos -que han heredado el vampirismo como una enfermedad-, y los vampiros muertos -las víctimas de los primeros-, a quienes solo se puede destruir inyectándoles el ácido clámico, una sustancia que se extrae de la mandrágora negra.
Y atención al murciélago peludo gigante, con colmillos y enormes orejas de conejo, en que se transforma Frankenhausen.
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