Ficha Los monstruos del mar

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Críticas de Los monstruos del mar (8)




Tabo

  • 16 Apr 2021

6


Película: ¨Gojira, Ebirâ, Mosura: Nankai no daiketto¨ (1966).

Séptima película y resulta bastante entretenida. Mantiene la tónica de la cinta anterior y con una historia super simple, se entrega un buen producto. La historia lleva de una manera poco creíble, sobre todo como termina Godzilla en este lugar, pero el desarrollo y final resultan decentes. Actuaciones mediocres. Personajes malos en cuanto a los humanos, los kaiju bastante bien, Ebirah resulto un oponente muy interesante, lo de Mothra también es bastante correcto. De ritmo algo lenta. Buen ambiente. Efectos visuales muy de la época. Buenos enfrentamientos de kaiju. Banda sonora correcta. Final aceptable.

Mi puntuación para ¨Gojira, Ebirâ, Mosura: Nankai no daiketto¨ es 6 de 10 posibles, para los años, esta cinta no envejeció para nada mal y pese a todos sus defectos, es bastante disfrutable. Recomendada.

Tabo.



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mahotsukai

  • 16 Aug 2019

4



Irregular séptima entrega de la saga de Godzilla (1954-2019), a cargo de Jun Fukuda.

Tres adolescentes y un atracador de bancos descubrirán en la Isla del Diablo, tras naufragar su barco, una organización militar con oscuros propósitos nucleares, conocida como Bambú Rojo. Al mismo tiempo, un monstruoso crustáceo asola las costas de la isla, impidiendo cualquier intento de escape.

Debido a los evidentes descensos en la taquilla y el típico desgaste de las producciones sobre el verdoso reptil radioactivo, la TOHO decidió rápidamente introducir algunos cambios importantes en la maquinaria de producción que le permitieran nuevos aires a la franquicia. Estos cambios serían radicales y generarían cierta polémica en su momento, como veremos luego. Pero, por otra parte, la TOHO debía terminar de asumir la competencia directa de la DAIEI, que con sus recientes éxitos -y futuros clásicos- “大怪獣ガメラ” (“Gamera, el mundo bajo el terror”, 1965) de Noriaki Yuasa y “大魔神” (“Daimajin”, 1966) de Kimiyoshi Yasuda, daba dura batalla a la casa productora de Godzilla, lo que llevaría a esta última a aliarse con la productora Rankin Bass para retomar su influencia en el universo del Kaiju en Japón, que había fundado en 1954.

Sin embargo, mientras planeaba cómo refrescar la franquicia de Godzilla, también buscaba concretar otros proyectos. De hecho, la TOHO planeaba, tras hacerse con los derechos de King Kong comprados a la RKO, armar una franquicia con el gigantesco simio como protagonista, pero su socio Rankin Bin había desechado el proyecto trucado “キングコング対エビラ” (“King Kong vs. Ebirah”), dejando que los productores de la TOHO reciclaran la idea y el guión escrito por quién más que Shinichi Sekizawa y concebir la séptima entrega de la saga de Godzilla (1954-2019), que llevaría por nombre “ゴジラ・エビラ・モスラ 南海の大決闘” (“Godzilla y los monstruos del mar”, 1966). No obstante, como ya adelanté, los ejecutivos introducirían fuertes cambios y el más importante y polémico sería el de sacar al legendario Ishiro Honda, director de la seminal “ゴジラ” (1954) y 4 de sus 5 secuelas, y entregar la dirección a Jun Fukuda, quien por cierto debutaría en el género Kaiju con esta película.

La polémica en cuestión se generaría no sólo por la decisión de sacar al creador y principal director de la saga, que con altos y bajos había establecido los principios dogmáticos del Kaiju japonés y convertido a Godzilla en todo un fenómeno mediático, sino por la impronta que Fukuda terminaría por establecer en la franquicia, que es una infantilización destornillante y una asimilación esencialmente humana del reptil nuclear, que lo llevó incluso a rodar la infame “怪獣島の決戦 ゴジラの息子” (“El hijo de Godzilla”, 1967), una aberración que necesitó la intervención posterior de Ishiro Honda con “怪獣総進撃” (“Invasión Extraterrestre”, 1968) y “ゴジラ・ミニラ・ガバラ オール怪獣大進撃”(“La Isla de los Monstruos”, 1969).

Por otro lado, no es necesario recordar que, a esta altura del partido, las secuelas se habían ido alejando cada vez más del concepto original sobre la amenaza nuclear y evolucionado hacia el cine juvenil de aventuras, que el propio Honda había tenido que asumir después de las dos primeras entregas “ゴジラ” (1954) y “ゴジラの逆襲” (“Godzilla Contrataca”, 1955) de Motoyuki Tanaka, por lo que no será de extrañar que el guión de Sekizawa se orientara más hacia este género, aunque al menos Fukuda no descartaría la referencia a la construcción de bombas nucleares que Sekizawa había incluido y al hecho de que se incluyera en la trama al siempre querido Mothra, que volvía tras una corta ausencia.

Entre paréntesis, bien vale la pena mencionar a los dos nuevos kaijus que aparecen como antagonistas de Godzilla. エビラ o Ebirah es el más interesante, se trata de un camarón gigante de 50 metros y 23 toneladas, que aparecerá en dos películas de la era Showa, en este film y en “ゴジラ・ミニラ・ガバラ オール怪獣大進撃” (“La Isla de los Monstruos”, 1969) y luego en la era Millenium en “ゴジラ ファイナルウォーズ” (“Godzilla: Final Wars”, 2004). En tanto, 大コンドル o el Gran Cóndor es un enorme pájaro rapaz de 15 metros, 45 de envergadura de alas y 2 toneladas de peso, que aparecerá también en “ゴジラ・ミニラ・ガバラ オール怪獣大進撃” (“La Isla de los Monstruos”, 1969), en la cual cambiará de nombre, pasando a llamarse el Gran Águila.

Volviendo a la trama, debo reconocer que el guión no enciende el interés de nadie, ni por su naturaleza de película de aventuras tipo James Bond y ni siquiera porque se trata de una película de kaijus, con Godzilla y un nuevo antagonista Ebirah, y dos cameos extendidos, como Mothra y el Gran Cóndor. Se trata, en la práctica, de una verdadera mezcolanza de elementos narrativos -y otros de relleno, como la típica secuencia de las danzas tribales y las insoportables aelinas- cuyo principal punto de atracción será el cambio de escenario, dejando atrás las típicias maquetas de las urbes japonesas e introduciendo el concepto de la isla, lo que no le viene mal, sobre todo considerando que Japón es un archipiélago. Pero no hay que pecar de ingenuos, porque la verdadera razón detrás será la falta de presupuesto.

Pero el problema principal es que Fukuda no saca el mejor partido al hilo narrativo de Bambú Rojo como organización con siniestros objetivos, resumiendo toda la aventura a las habilidades de un ladrón de barcos para desarticularla, redimiéndose así de sus fechorías. Es un elemento que, sin duda, merecía un mejor tratamiento, algo más profundo y serio, considerando que no deja de tener relación con el argumento original sobre la amenaza atómica, a propósito de la Guerra Fría entre Estados Unidos y Rusia que seguía teniendo al mundo en constante tensión. El hecho de que el propio Godzilla sea una criatura radioactiva, además, y hubiese sido usado como potencial arma nuclear, hubiese sido bastante más interesante, pero la trama apenas sitúa anecdóticamente al dinosaurio durmiendo en la isla para que se enfrente sin más con el resto de kaijus.

Y esto nos lleva a otra cuestión narrativa que, en opinión, no hizo más que contribuir a la poca seriedad que la saga de Godzilla fue adquiriendo con el tiempo, y que tiene que ver con la infantilización y humanización del monstruoso dinosaurio, que ya mencioné. Dado que inicialmente el guión del film fue elaborado pensando en King Kong, no es de extrañar que en muchas acciones Godzilla adquiera un comportamiento más humano, como por ejemplo en la velada atracción que Godzilla muestra por Kumi Mizuno o el mismo juego de ping pong que ya mencioné, pero también la forma en que despierta de su letargo dentro de un cráter extinto de la isla, que por cierto es una de las grandes incoherencias respecto de la precuela “怪獣大戦争” (“Los Monstruos Invaden la Tierra”, 1965) de Ishiro Honda, en donde se le veía caer al mar luego de chocar con King Ghidorah

Pero a pesar de todo, bien vale comentar el diseño de Ebirah que se ajusta a uno de los más “creíbles” de la saga, como langosta gigante con un par de apariciones bastante bien recreadas, y también la breve pero destacable aparición de Mothra, que convertida en mariposa regala otro de los buenos momentos del film. Lamentablemente, Fukuda desaprovecha la oportunidad de presentar un buen combate entre Ebirah y Godzilla, y aunque no es del todo abominable con otras escenas poco serias del lagarto radioactivo, quedará más bien en la retina el poco creíble juego de ping pong que ambos kaijus sostienen. Por otra parte, el diseño del intrascendente Kaiju Gran Cóndor no es el mejor, pareciendo un patético “homenaje” al impresentable pajarraco gigante de “The Giant Claw” (1957) o un pobre reciclaje del gran Rodán, a pesar de que éste es un reptil alado, no un ave.

Uno de los elementos que definitivamente no le juegan a favor al film es la música, otro cambio radical ya que se prescindió esta vez del legendario Akira Ifukube a favor de Masaru Sato. Con un evidente estilo occidental también del tipo James Bond, no tiene nada que ver con el espíritu del film y de la saga, hasta me atrevería a decir que es la peor banda sonora de toda la franquicia.

Las actuaciones son, en general, aceptables, a pesar del poco interés que puede generar en el fanático de Godzilla, comenzando Toru Watanabe y Toru Ibuki como Ryota y Yata, dos hermanos separados por circunstancias asociadas a la actividad de los Bambú Rojo. También encontramos a Choutarou Tougin, Hideo Sunazuka y Kumi Mizuno, como Ichino, Nita y Dayo, respectivamente. Un conocido de la casa, Akira Takarada (Saga “Godzilla”, 1954-2014) interpretó a Yoshimura, el ladrón de bancos que se viste de héroe para salvar la tarde.

En resumen, en líneas generales, es una película floja que a pesar de tener buenas intenciones sólo se materializa en eso, intenciones y que desaprovecha la oportunidad de inyectar realmente nuevos aires a la saga. Su impronta de la moda de James Bond definitivamente no le hace para nada bien, pareciendo más bien una copia barata de las aventuras del implacable espía, con unos pocos monstruos como telón de fondo.



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[email protected]

  • 14 Aug 2019

7


Otra película más de Godzilla la cuál resulta súper entretenida. Si bien, al igual que cada secuela que voy viendo no aporta demasiado a la saga, resulta una séptima parte que no decae de nivel.
Esta vez tenemos un montruo nuevo, un tal Ebirah que es una especie de langosta gigante. También regresa Motrah al igual que, obviamente, Godzilla.
Es la entrega de la saga que resulta más de aventuras que de otra cosa (junto con la excelente tercera parte llamada ¨Godzilla VS King Kong¨).
Me gustó! Recomendable!



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ragman

  • 13 Aug 2014

4


A mi gusto, una de las mas flojas de Godzilla, esta vez Godzi se encuentra durmiendo en una isla y se hace esperar, hasta que la trama de los terroristas se va desarrollando, el monstruo de turno, me pareció algo flojo también y la pelea muy simple y rápida, a comparación de las que ya se habían hecho en otras de la saga con King Ghidora, Motrha o incluso con Rodan.

Mothra hace su acto de aparición también, siempre es bueno ver a Mothra en las pelis de Godzi, un monstruo casi tan querido como el propio Godzilla.

Recomendable a quienes siguen la saga, pero ni por asomo es de las mejores.



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COCO 1

  • 2 May 2014

6


La verdad es que esta septima entrega de Godzilla no esta mal, aunque tiene cosas que me hacen mucha gracia, como por ejenplo la BSO que parece que uno este en una peli de Tarantino.

Por lo demás pues como siempre, con una historia bastante loca y con algunos momentos inolvidables.
Esta vez el bueno de Godzilla se enfrentara a Ebirah, una especie de langosta mutante, también hace una breve aparicion Mothra.
El combate en esta entrega es hasta el momento el más flojo, ya que es muy corto.

Se nota mucho que Ishiro Honda ya no esta tras las camaras en esta ocasion, con lo cual encontrareis una historia bastante alejada de lo habitual, aunque la protesta hacia la bomba atomica sigue presente.

La destruccion es más bien escasa ya que todo se centra en una isla donde un grupo terrorista tiene una base en la cual hacen bombas atomicas, así que olvidaos de ciudades.
Los FX están muy currados, el diseño de la langosta es simpatico y Mothra se ve más imponente.

Las actuaciones se ven muy forzadas, pero eso en cierta manera da igual ya que todo lo que rodea la película es una locura.
Me ha parecido entretenida y he pasado un buen rato.

Coco 1.



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TANO

  • 3 Aug 2009

7


No está mal, bastante entretenida y con una historia interesante, en verdad me asombra la originalidad de los guiones en las películas de Godzilla, que de una a otra puede cambiar muchísimo la historia. Hay escenas marinas bastante caóticas en donde uno no se entera de nada, pero en general esta bastante decente.



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masoma

  • 22 Apr 2007

9


Muy refrescante en lo que se refiere a los escenarios en las peliculas de godzilla.Los decorados son muy realistas y el diseño de la langosta ebirah es magnifico.Recomendable para cualquier fan del genero.



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Pinhead

  • -- -- ----

7


Primera película de la Saga Godzilla dirigida por Fukuda. Supone un cambio en el transcurso de la serie, añadiendo elementos del cine de espías y de acción e introduciendo una mejora sensible en los efectos especiales.



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Críticas: 8


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