Película: ¨Mosura tai Gojira¨ (1964).
Un enfrentamiento digno considerando que en su antecesora (la tercera) entrego una lucha pésima entre Godzilla y King Kong, al menos aquí Mothra da un espectáculo de más calidad. La historia es tan rebuscada como las anteriores cintas. Los diálogos algo flojos. Actuaciones regulares. Personajes decentes, además el aspecto de Godzilla es levemente mejor. Por su parte, Mothra luce bastante bien. Ambiente adecuada. Banda sonora aceptable. Una lucha que si bien no dura mucho, es muy decente. Un final de golpe.
Mi puntuación para ¨Mosura tai Gojira¨ es 5 de 10 posibles, considerando el año y su antecesora, hay una mejora indiscutible, y de manera sorpresiva, Mothra fue mucho más que King Kong. Recomendada para los fans del dinosaurio.
Tabo.
Muy buena cuarta entrega la cual, sin igualar a su excelente tercera parte, logra entretener toda su duración (aunque por momentos se hace algo densa).
Los efectos especiales son tan malos que resultan buenos. Las maquetas dan ternura.
Las actuaciones horribles pero esa es parte de la gracia de esta saga.
La duración podría ser menor pero tampoco llega a cansar del todo.
Una cuarta parte que parece más de relleno que de otra cosa, con una historia muy delirante (la más delirante hasta ahora).
Se deja ver, recomendable!
Aceptable, aunque irregular, cuarta película de Godzilla y segunda de Mothra, a cargo del legendario Ishiro Honda.
Luego de una fuerte tormenta, un gigantesco huevo aparece en las costas del Japón. Como es de esperarse, un ambicioso empresario comprará el huevo para fines de entretenimiento, entrando en un conflicto directo con la comunidad científica, que quiere hacerse con el extraño objeto para estudiarlo.
Tras el éxito de “キングコング対ゴジラ” (“King Kong vs. Godzilla”, 1962), que supuso la “reactivación” de la saga del monstruoso reptil tras el fracaso de “ゴジラの逆襲” (“Godzilla contraataca”, 1955), Ishiro Honda volverá a la carga con “モスラ対ゴジラ” (“Mothra vs. Godzilla”, 1964), película que enfrentará al rey de los kaijus con la polilla gigante Mothra, que había tenido su debut en el tokusatsu de la Toho tres años antes, en “Mothra” (1964), la primera interacción entre ambos de un total de 10 films hasta la fecha.
Honda, que al parecer había encontrado la fórmula para consagrar definitivamente al reptil radioactivo, al enfrentarlo a otros monstruos y así crear un completo universo, encargaría el guión a Shin’ichi Sekizawa, autor del guión de la primera película de Mothra “モスラ” (1961) y el clásico enfrentamiento de Godzilla y el rey de los gorilas “キングコング対ゴジラ” (“King Kong vs. Godzilla”, 1962). Por lo mismo, no será de extrañar que la trama y todo el entuerto narrativo humano roce lo ridículo, con la idea de un grupo de empresarios luchando para hacerse con la adquisición del gigantesco huevo, que no es más que un ovoide de una ya cansada y anciana Mothra, para hacerse millonarios con la construcción de un parque de entretenciones, idea que de seguro tuvo que repercutir, aunque sea de forma vaga, en Michael Crichton y su novela “Jurassic Park” (1990) y el posterior clásico cinematográfico homónimo (1993) de Steven Spielberg.
Por otra parte, Sekizawa termina por alejarse de la temática antinuclear que había caracterizado al reptil verdoso en sus dos primeras entregas y que ya había mostrado estar en retirada en “キングコング対ゴジラ” (“King Kong vs. Godzilla”, 1962), para adentrarse en el entretenimiento puro, la lucha de monstruos sin cuartel y destruyendo todo a su paso, aunque con un mensaje menos evidente en el cuidado de la naturaleza. Porque si bien presenta inicialmente una subtrama en donde empresarios y científicos rivalizan por el huevo de Mothra, y donde parecen alzarse los intereses mezquinos de los negocios por sobre la ciencia, la película tomará otros derroteros más asociados a la acción pura, como la búsqueda de una monstruosa madre Mothra de su huevo y el enfrentamiento con Godzilla, orquestado por la siempre oportunista raza humana.
De esta forma, asistimos a una trama de acción con muy poca acción, y mucho relleno dramático y tensional de una humanidad amenazada doblemente por el reptil muy dado a destruir lo que se cruce en su camino y una madre polilla que quiere recuperar su huevo, sin descartar atacar a los humanos para recuperarlo. En concreto, además, la rivalidad de Godzilla y Mothra se traducirá en una secuencia de acción más violenta que el enfrentamiento que puso al rey de kaijus frente a King Kong, siendo además el nivel de destrucción que Honda muestra bastante más variado y suponiendo muchas más muertes que en las anteriores entregas de la saga. ello, puede deberse en parte a la intención de que Mothra se alce como un rival de temer para Godzilla, a quien le da una paliza de aquellas, a diferencia de otras interacciones entre ambos en el futuro, en que será menos contundente.
Por supuesto, que la temática ecologista tiene su lugar y se grafica especialmente en la figura mágica de Mothra, que además viene precedida por otros personajes mágicos como las insoportables shobijin o hadas, que representan ese mundo fantástico ancestral, que une a varios seres milenarios con la naturaleza, desde tiempos inmemoriales. Además, los grandes clichés del cine japonés de acción siguen en la palestra, y lo veremos con la nueva intervención “benefactora” de un grupo estadounidense militar, que acude en defensa del Japón, en donde podemos ver nuevamente esta perspectiva ideológica que yo ya había mencionado en críticas anteriores, que se aleja bastante de la ira ideológica natural japonesa de “ゴジラ” (1954).
Respecto a Mothra, comentar que se le presenta como un ser monstruoso pero pacífico, que sólo surge como una amenaza en cuanto los hombres han robado su huevo. El guión explica que sus orígenes son mágicos y místicos, además de mencionar el culto de las tribus ainus (indígenas japoneses) en una referencia al gran Kong, y hace hincapié en su naturaleza metamorfótica, de larva a polilla o una suerte de mariposa colosal, que queda claro con su nombre japonés, la romanización del inglés “moth” (polilla). Este aspecto se pierde absolutamente con los títulos que el film tuvo en el exterior, muy mal designados, como su versión estadounidense, donde se le llamó simplemente “The Thing” (La Cosa) y en América Latina con el desubicado nombre de “Godzilla y los monstruos”, donde uno se pregunta, cuáles monstruos, a menos que se refieran a las dos larvas de Mothra.
Como era de esperarse, y ya mencioné, lo mejor del film será el largamente esperado choque de Mothra y Godzilla, que se da en el clímax, aunque hay varias escenas interesantes como la evacuación del colegio japonés y los intentos del ejercito nipón por capturar a Godzilla, con mallas gigantes y helicópteros. En cualquier caso, esta acción, que es la que nos importa, termina por dejar desapercibidos a los planos personajes humanos. En el reparto encontraremos, por si acaso, Akira Takarada como Ichiro Sakai y Yuriko Hoshi como Junko Nakanishi, que encarnan a la pareja del reportero y la fotógrafa, en donde se puede apreciar el típico machismo de la época, y que continua en nuestros días, por cierto; Hiroshi Koizumi como el profesor Miura y el empresario Kumayama, que representan el antagonismo entre la ciencia y los negocios por el destino del huevo.
Quien más que el legendario y omnipresente compositor Akira Ifukube para componer la banda sonora de este film, como tantas otras de la larga saga de Godzilla, siempre en la línea del sinfonismo dramático.
En resumen, una película con una trama floja, y más que nada interesante por la aparición de Mothra, que se convertiría en uno de los grandes rivales de Godzilla, con quien comparte más de 10 películas. Personalmente, me parece mejor el gran remake de 1992 de Takao Ookarawa, considerado uno de los mejores films del monstruoso reptil japonés.
“POLILLA GIGANTESCA BUSCA GENTE DE BUEN TALANTE PARA EVITAR CATÁSTROFE EN CIERNES.
- Razón: Dos haditas gemelas muy monas.”
Pues sí, así podemos definir el inicio de la película: una ya anciana Mothra y sus dos devotas servidoras buscan a gente que pueda ayudarles a recuperar uno de los huevos de la famosa polilla kaiju de manos de unos mercachifles sin escrúpulos. Se intenta pero sale mal pero entonces se mete Godzilla de por medio y… Mothra debe acudir a salvar su huevo y de paso a Japón.
Ishiro Honda nos deleita con otro de sus kaiju eiga: tenemos a muchos habituales de la Toho aquí: Akira Takarada, protagonista de la primera película de Godzilla, vuelve a la saga con otro personaje: el cascarrabias pero honrado periodista Ichiro Sakai. Lo acompaña su preciosa ayudante Junko, interpretada por una joven veterana de 23 años: Yuriko Hoshi. Hiroshi Koizumi, otro habitual, completa el trío protagonista con el Prof. Miura, amigo de la pareja. También corren por ahí, por supuesto, las gemelas Ito (más conocidas como el dúo musical Peanuts) repitiendo su papel de hadas en “Mothra” y el ubícuo Kenji Sahara tiene su papel correspondiente.
El desarrollo de un kaiju eiga de la Toho depende muchas veces del guionista, y esta vez es Shin’ichi Sakizawa, el encargado de confianza de Honda para escribir historias de tono más bien desenfadado y de pura evasión. Acción a mansalva, ligera comicidad y una ingeniosa – si bien algo anticlimática - lucha final
Por supuesto, uno de esos alquimistas de los FX tradicionales ,Eiji Tsurubaya, y sus juguetitos no faltan a la cita. Su estilo siempre exhuberante, encantador y estéticamente atractivo está presente por todos lados. Se nota cierta evolución a mejor, sobretodo en el traje de Godzilla y las transparencias. Akira Ifukube pone una de sus bandas sonoras de corte épico.
Lo he pasado muy bien con esta. Un kaiju eiga por encima de la media en mi opinión, muy entretenido y bien realizado, y con la impronta del trío mágico de la Toho: Honda-Tsurubaya-Ifukube.
Esta cuarta entrega me ha parecido bastante mejor que las 2 anteriores, ya que como por arte de magia la cosa vuelve a ponerse seria, solo que esta vez viene acompañada por un toque de fantasía bastante alto.
Como os podeis imaginar nuestro querido Godzilla no viene solo otra vez, si no que en esta secuela aparece Mothra, que es un monstruo muy parecido a una polilla.
El combate entre estos es el punto fuerte de la peli, ya que a parte de ser divertido me ha parecido espectacular.
Las escenas de acción me parecieron curradas, pero si hay algo que realmente no me dio más es que Godzilla en esta parte es muy torpe y se pasa casi toda la peli tropezando con cosas.
Las actuaciones no son nada del otro mundo pero cumplen con su funcion, los FX son muy divertidos, la BSO esta currada y hubo algo en ella que llamo mucho mi atencion.
Diferentes artistas del hip hop utilizan la música del comienzo de la peli en muchas de sus canciones como base, por ejemplo Pharoahe Monch.
El guion se vuelve a centrar en la bomba nuclear y esta vez se mete de lleno en la corrupcion de algunos politicos.
La verdad es que me ha gustado bastante, es entretenida y esta llena de buenos momentos, como la pelea final en la isla.
Para fans del monstruo nipon.
Coco 1.
Buena película que es una continuación de la otra película de Mothra del mismo nombre. La historia en esta me gusto es original, me gusta como explican la historia de Mothra y sus etapas. El nuevo monstruo me parece sensacional, aunque no recuerdo que aquí luciera sus poderes como en la versión de 1992. Aun así las batallas entre Godzilla y Mothra son muy buenas.
Esta version me gusta mas que la de 1992, la vi en cines a finales de los 60 y me encanto. Decadas despues Filmax saca en video esta rareza, que pude adquirir( en castellano y widescreen) y aun espero esta version en DVD, para mi coleccion, mientras disfrutare de la moderna si no hay otro remedio. BUENA
Bastante entretenida. No conseguí encontrarla en castellano, ni subtitulada, por ningún lado, pero tenía muchas ganas de verla y al final me la he tragado en inglés. Buenos efectos especiales, como en todas las de Honda, una historia interesante y buenos combates.
¿Álguien me puede explicar que es exactamente el objeto cargado de radioactividad que encuentra la periodista tras la tormenta?. Según el profesor Miura es algo muy radioactivo pero no se explica que es en ningún momento. ¿Un pedazo de la piel de Godzilla tal vez?
Sin duda alguna una de las mejores peliculas kaiju de la historia,con buen guión,buenos efectos especiales,muy buena banda sonora y buenas interpretaciones.Mitico el combate entre godzilla y motra.
Considerada como una de las mejores películas de monstruos (kaiju eiga) de los años sesenta, ésta recupera parte de los grandes hallazgos de la serie. Entre ellos vuelve con su carga crítica, esta vez, aparte de su mensaje antinuclear, ataca a la clase política del país. Contiene una de las mejores peleas de monstruos de toda la Historia del Cine Fantástico.
Críticas: 12
Mad Warrior
5
Parecía imposible pero es verdad, el insecto gigante que un día aterrorizó Japón ha vuelto, pero esta vez lo ha hecho por un motivo muy distinto.
Ahora vamos a presenciar una lucha de titanes, una de esas que se recuerdan por siempre. ¡Llega el encuentro entre Mosura y Godzilla!
Aunque muchas bestias de proporciones considerables llegasen a la taquilla desde todas las partes del Mundo, ninguna productora lo ofrecía a los mismos niveles que Toho, y sobre todo con la destreza de Ishiro Honda; el enorme éxito nacional e internacional de ¨King Kong contra Godzilla¨ no sólo abrió una vía a futuras apariciones del monstruo estrella, resucitado tras tantos años de silencio, sino que puso ante los ojos de la compañía la fórmula para amasar millones de yenes: enfrentar a criaturas gigantescas y aumentar la destrucción material. Se iba a requerir de nuevo a Shinichi Sekizawa para organizar el primer encuentro entre las de la propia Toho.
La elegida fue aquella polilla Mosura cuya presentación dirigió Honda unos años antes, también con unos resultados muy beneficiosos en los cines. Esta entrega, la 4.ª de lo que estaba empezando a ser ya una saga, empieza con una potente catástrofe que parece servir de mal presagio de otra venidera, aún mayor; mientras el director y su equipo recrean de maravilla las secuencias de desastres naturales haciendo buen uso de un alto lujo presupuestario, los protagonistas que se nos presentan, así como los argumentos que arrastran, resultan algo conocidos.
La razón es que el guionista traza prácticamente la misma historia de la ¨Mosura¨ original, haciendo hincapié una vez más en las viles artimañas de esos empresarios dibujados como típicos individuos detestables cuyo único deseo es enriquecerse en base a la explotación ajena; ahora el huevo de la enorme polilla aparece como si nada en las costas de una ciudad pesquera y no tarda en ser adquirido por hombres de negocios sin escrúpulos que ya piensan en sacar beneficios sin considerar los peligros que acarrearán a todos, todo ello mientras unos periodistas (Sakai y Murata en lugar de Fukuda y Amano) investigan los hechos de cerca.
Lo malo es que, al recuperar a Mosura, Sekizawa debe traerse todo su universo a cuestas, por lo que volverá a hacer acto de presencia esa perdida Infant Island y, cómo no, las gemelas Emi y Yumi Ito como aquellas diminutas mujeres que podían comunicarse con el bicho a través de la telepatía...y no es que fuera precisamente plato de mi gusto la historia fantástica de aquel film y sus disparatados desvelos, por tanto no voy a recibirlos esta vez de una manera distinta. Desde el mismo momento en que aparecen las Peanuts implorando piedad a los malvados empresarios todo se viene abajo, reina el absurdo y la trama entra en terrenos infantiles.
Pero puede que lo que menos me satisfaga es que aquí Godzilla entra a formar parte de la fiesta sin que nadie le haya invitado; aparece sin previo aviso, sin ser explicado el cómo, pues Sekizawa lo mete con calzador, como la ¨guest star¨ de un programa que pertenece, por derecho propio y desde el principio hasta el final, a la polilla. Sin embargo, y para compensar las dosis de humor y fantasía, el dragón (pese a ciertos incómodos detalles que revelan una actitud más ¨light¨ con tal de quitar hierro al asunto), continúa siendo el fiero enemigo de Japón y sus habitantes.
Sí, amigos, esta será la última vez que podamos ver a Godzilla como lo que siempre fue: un auténtico desastre andante, alegoría de la destrucción del hombre sobre el hombre y figuración de la radiación y el terror atómico; contra él, curiosamente, se erige Mosura, como la total encarnación de una deidad bondadosa y de las fuerzas de la naturaleza contra la peligrosa civilización y la acción monstruosa del ser humano. Esto es lo que el público quiere ver y Honda se lo da; más de la mitad de la película se basa en el enfrentamiento épico entre las dos bestias, el símbolo de la mitología y la paz contra el de la sociedad moderna y la guerra.
Cuidados efectos especiales y devastación de edificios por un tubo, al servicio de un espectáculo de colores vivos y grandes panorámicas, con el director y su plebe aprovechando a las mil maravillas el paisaje, los suntuosos decorados y el impacto visual en el espectador; esto será ni más ni menos lo que distinga a la saga de Godzilla que está por afianzarse, las batallas entre monstruos, pero también traerá un aumento considerable de las historias humanas, si bien los dramas con fuerte carga sociopolítica se irían sustituyendo por argumentos más absurdos y delirantes.
Aquí el papel de los actores está más reducido para centrarse en el puro espectáculo (¡más aún cuando aparecen las dos larvas!), aunque los conocidos Akira Takarada, Jun Tazaki, Hiroshi Koizumi y Yuriko Hoshi se desenvuelven decentes (teniendo en cuenta sus limitados papeles); no se puede decir lo mismo de las terriblemente ridículas intervenciones de las hermanas Ito (...y menos cuando se ponen a cantar, deseando un servidor que en cualquier momento llegue Godzilla y las aplaste sin la más mínima piedad). De todos modos, Toho volvió a embolsarle millones y el público seguía encantado con las peripecias de sus bichos gigantes.
No obstante y por desgracia el carácter de villano del lagarto atómico y su brutalidad contra los seres humanos se vería tergiversada por un enfoque mucho más heróico y menos amenazante. Es decir, se pondría al servicio de la Humanidad que había estado intentando destruir con tanto ahínco..
En realidad siguiendo la estela de ese discurso dicho por Sekizawa en boca de sus protagonistas al final de la película, terminando por ofrecer al público un mensaje positivo, que lograse barrer definitivamente la amargura social y la presencia de la cada vez más lejana guerra. La próxima batalla de sería contra Ghidorah, uno de los más legendarios enemigos...
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