Hitchcock contrató al especialista neozelandés en coloración de películas Len Lye para que hiciera un curioso efecto: quería que en el clímax pareciera que junto al tren se iba quemando la propia película.
Puesto por sorpresa, se dice que en la première ese efecto fue resultón y asustó tanto a los espectadores como a los proyeccionistas, que creían que había habido un accidente en la cabina de proyección y se quemaba la sala. Desgraciadamente, se decidió eliminar ese efecto de la versión comercial.
Durante el rodaje, Peter Lorre estaba en la peor etapa de su vida: adicto a la morfina, aparecía y desaparecía del set para darse un chute, y estaba agitado en todo momento como todo yonqui que se preciara. El estresado John Gielgud no se llevó nada bien con él.
John Gielgud no abandonó la versión teatral de ¨Romeo y Julieta¨ que estaba interpretando en el momento de rodar esta película: por la mañana rodaba y por la tarde-noche actuaba en el teatro.
A John Gielgud nunca le gustó esta película: Hitchcock le había descrito el papel como un Hamlet moderno, pero Gielgud lo que se encontró fue un personaje enigmático y no muy agradable, considerando que el villano era mucho más encantador.
Está basada en dos cuentos del libro ¨Ashenden: Or the British Agent ¨, una recopilación de cuentos sobre un espía, de W. Somerset Maugham; y también en una obra teatral de Campbell Dixon.
A pesar del título, esta película no es la que adapta el libro ¨El agente secreto¨ de Joseph Conrad, si no la otra que realizó Hitchcock el mismo año: Sabotage.
La película está basada según la obra de Campbell Dixon basada en la novela Ashenden de W. Somerset Maugham!!
Curiosidades: 7
bigladiesman
Originalmente la película acababa con el General mostrando consideración a su enemigo entregándole su petaca de whisky al moribundo para que la ejecución le sea más leve y le dispara. El General, con la satisfacción del deber cumplido, bebía un trago a su vez.
La censura americana se indignó cuando recibió el guion de la película y vio este final: podía estar en el bando de los buenos, pero el General era un monstruo y debía pagar por sus crímenes. Ivor Montagu, el entoces productor asociado a Hitchcock, ganó tiempo para el director poniendo excusas para salvar este final (que a mí me gusta más, ya que estamos) mientras Hitchcock rodaba dos finales: el previsto y uno alternativo por si Montagu convencía a los yanquis. No lo logró y se tuvo que poner el alternativo, que es el que se mantiene.
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