Un locutor y actor de doblaje llamado Jack Curtis se metió a director en este proyecto off-Hollywood financiado y escrito por el guionista de cómics Arnold Drake, creador de los Guardianes de la Galaxia para Marvel o de la Doom Patrol y el fantasma justiciero Deadman para DC. Aunque estrenada un par de años tarde, causó sensación por su violencia explícita y sin complejos, siendo considerada una obra seminal del gore.
Solo un actor más o menos conocido en el reparto, el pomerano Martin Kosleck, un tipo con un rostro de facciones que parecen marcadas a navajazos, muy a lo vulcaniano de Star Trek, experto en hacer de nazi (hizo hasta 5 veces el papel de Goebbels) en montones de películas de serie B, como el realmente facineroso villano de la pieza: lo hace bastante bien. El resto de personajes son actores esencialmente televisivos, destacando una cierta Rita Morely como actriz diva y alcohólica, que incluso aporta cierto humor. Cuando el personaje de Kosleck intenta violar al de Morely a los 20 minutos, se lía parda...
Sin las ataduras del Comics Code, Arnold Drake se desmelena con una historia simple y ultraviolenta sobre unos organismos que se comen la carne viva (y todo lo que encuentran entre medio). Puro entretenimiento de serie Z, con un ritmo rápido y bastantes elementos de comedia, en especial cuando se suma al grupo un proto-hippy llamado Omar y eso se convierte en una especie de versión gore-cifi-survival de “La isla de Gilligan”.
Técnicamente destacan los FX gore, cutres a más no poder, pero hay que tener en cuenta que la película se rodó antes que Herschell Gordon Lewis empezara a despuntar, por lo que resulta ser un original, entrañable e incluso efectivo intento de mostar casquería en pantalla. Pequeñas obras de arte para los fans del subgénero.
Una película entretenida con un villano bastante memorable aunque no se entiende ni la mitad de lo que dice (he visto reseñas en inglés que dicen que ellos tampoco entienden ni papa) y con unos efectos proto-gore que encandilarán a los fans de la sangre y los higadillos. Desde luego, yo no les hago un feo.
bigladiesman
6
Un locutor y actor de doblaje llamado Jack Curtis se metió a director en este proyecto off-Hollywood financiado y escrito por el guionista de cómics Arnold Drake, creador de los Guardianes de la Galaxia para Marvel o de la Doom Patrol y el fantasma justiciero Deadman para DC. Aunque estrenada un par de años tarde, causó sensación por su violencia explícita y sin complejos, siendo considerada una obra seminal del gore.
Solo un actor más o menos conocido en el reparto, el pomerano Martin Kosleck, un tipo con un rostro de facciones que parecen marcadas a navajazos, muy a lo vulcaniano de Star Trek, experto en hacer de nazi (hizo hasta 5 veces el papel de Goebbels) en montones de películas de serie B, como el realmente facineroso villano de la pieza: lo hace bastante bien. El resto de personajes son actores esencialmente televisivos, destacando una cierta Rita Morely como actriz diva y alcohólica, que incluso aporta cierto humor. Cuando el personaje de Kosleck intenta violar al de Morely a los 20 minutos, se lía parda...
Sin las ataduras del Comics Code, Arnold Drake se desmelena con una historia simple y ultraviolenta sobre unos organismos que se comen la carne viva (y todo lo que encuentran entre medio). Puro entretenimiento de serie Z, con un ritmo rápido y bastantes elementos de comedia, en especial cuando se suma al grupo un proto-hippy llamado Omar y eso se convierte en una especie de versión gore-cifi-survival de “La isla de Gilligan”.
Técnicamente destacan los FX gore, cutres a más no poder, pero hay que tener en cuenta que la película se rodó antes que Herschell Gordon Lewis empezara a despuntar, por lo que resulta ser un original, entrañable e incluso efectivo intento de mostar casquería en pantalla. Pequeñas obras de arte para los fans del subgénero.
Una película entretenida con un villano bastante memorable aunque no se entiende ni la mitad de lo que dice (he visto reseñas en inglés que dicen que ellos tampoco entienden ni papa) y con unos efectos proto-gore que encandilarán a los fans de la sangre y los higadillos. Desde luego, yo no les hago un feo.
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