Un cosmonauta llamado Tonik llega a la Luna solo para encontrar que varios hombres que lo han precedido están allí para darle la bienvenida: Cyrano de Bergerac, Impey Barbicane, Michel Ardan y el capitán Nicol (que salen en novelas de Julio Verne, especialmente Barbicane) y el Barón de Münchausen. Münchausen, siendo como es, decide traer al que toma como un selenita (no hay manera de convencerlo de que es solo otro terrícola) a “su” Tierra en un barquichuelo tirado por pegasos y contarle sus afamadas historias.
Karel Zeman saltó a la fama internacional con su adaptación del Barón de Münchausen, tanto a partir de los originales de Raspe como de Bürger, pero mucho más obviamente en las hermosas y divertidísimas ilustraciones que Gustave Doré realizó para la obra.
Milos Kopecký, uno de los grandes actores que tuvo el cine checoslovaco en ese tiempo, es un Münchausen impecable a nivel de caracterización y de interpretación: contenido, charlatán, estirado, prepotente, sabelotodo, cínico y condescendiente pero al mismo tiempo gracioso, amable, valiente y bienintencionado (para aquellos a los que quiere bien, claro). El mucho menos destacable Rudolf Jelínek es el típico héroe galante y con poco carisma de las pelis de Zeman, que acaba cediendo progresivamente el protagonismo al actor principal. La muy bella Jana Brejchová, entonces esposa de Milos Forman, es una discreta dama rococó en apuros.
Destaca en el reparto la presencia del gran actor cómico Jan Werich, que si bien no tuvo el currículo de Kopecky, era otra de las grandes estrellas del cine centroeuropeo de esa época.
Se usa al científico (bueno, más o menos) Tonik – fascinado y divertido ante todo lo que encuentra tras un buen susto inicial - y al absurdo Münchausen – desde cuyo punto de vista transcurre la acción, por supuesto: ¿Qué sería de Münchausen sin su narración? - para contrastar una cosmovisión realista con una de pura fantasía, justificando el título de la película. Estamos ante una comedia de aventuras a absurdas muy en la vena del original, pero sin la carga sociopolítica de éste y más - libremente - basada en las ilustraciones de Doré que en los textos de Raspe y Bürger. Zeman aprovecha todo esto para plasmar sus ensoñaciones y, de paso, para colarnos un par de veces su gusto por Julio Verne.
Karel Zeman aporta otra vez todo su talento: stop-motion, FX de corte tradicional (algún fallito puntual se nota, pero no desmerece el conjunto), adaptando a los años 60 las técnicas de Méliès; un uso ingeniosísimo del color, una cantidad industrial de planos matte y una deliciosa estética muy basada en antiguos grabados que se mueve entre lo dieciochesco y lo steampunk. También es destacable la música de Zdeněk Liška, compositor en esencia sinfónico pero que solía incluir abudantes pasajes electrónicos en sus composiciones, creando una interesante amalgama entre lo clásico y lo novedoso que va bien a un mundo tan alocado como el de Zeman.
Muy ambiciosay disfrutable película del mago checo. A día de hoy puede resultar algo ingénua, pero la magia de este artesano sigue asombrando hoy en día, casi 60 años después.
Críticas: 2
TANO
9
Una obra de arte del cine fantástico que me ha dejado con la boca abierta y que aún estoy tratando de asimilar.
Una película muy muy curiosa, con una estética que no había visto nunca, en la cual los personajes se mueve sobre escenarios dibujados, que casi parecen reales, o quizá fueran reales y los han dibujado encima... no estoy muy seguro de como lo han hecho, pero cada escena me parece fascinante, y no podía dejar de mirar los decorados con ese nivel de detalle de dibujo y preguntarme una y otra vez como han logrado esto.
La historia es una frikada magnífica, donde el Barón Munchhaussen, que está en la Luna junto a Cyrano de Bergerac y varios personajes de las novelas de Julio Verne, encuentran a un astronauta (de los primeros, teniendo en cuenta la época de la peli), y tomándolo por un selenita, el barón decide mostrarle la Tierra y sus maravillas.
Guerras, criaturas extrañas, toda clase de locuras, y el señor Munchhausen por medio, te hacen pasar un rato de lo más entretenido y diferente.
La película además tiene un tono de humor muy ácido que saca más de una risa.
Una peli que no dejará a nadie indiferente, seguro.
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