Pues a mi me ha parecido bastante floja e insulsa y eso que me suelen gustar estas producciones. Ambientación gótica,con su correspondiente castillo pero una trama que no me ha enganchado, solo se anima un poco en la parte final pero no basta.
Las hay mucho mejores y mas interesantes,solo para muy fanáticos y completistas.
Un thriller de terror gótico (bueno, más bien barroco) del director de serie B Robert Hartford-Davis con una interesante premisa: ¿Puede un psicópata estar en dos sitios a la vez?
Protagoniza Heather Sears, actriz de gran prestigio en aquellos tiempos como la recién casada Elizabeth Fordyke. Cumple con gran solvencia su papel de scream queen que en lugar de huir afronta con todo el coraje que puede la situación. John Turner, actor básicamente de la tele, como Lord Fordyke, sospechoso de ser el psicópata ubícuo en cuestión, hace una interpretación no menos estupenda: a ratos jovial, otros absolutamente patético scream king y otros hombre de acción.
Guion de los hermanos Ford, reyes del explotation británico, que como posteriormente harían con “Estudio de terror”, crean una trama que está bien desarrollada, con un par de buenos sustos y otro par de escenas de acción bastante conseguidas para la modestia de la película. El final es desigual, con una mezcla de patetismo seguido de una escena de acción tremebunda – para lo que es este tipo de película - que resulta algo chocante.
Buen ambiente de película gótica al más puro estilo Hammer y destacable banda sonora barroquizante de un tal Robert Richards, que trabajó muy poco.
Bastante mejor de lo esperado, sabe mantener el interés, sobre todo en la última media hora.
Una verdadera paranoia. Al final por supuesto lo entiendes todo. Pero durante un 95 por ciento de metraje es todo una verdadera ida de olla. Un guion super currado. Una historia muy buena con su correspondiente trama, siempre llevada de manera majestuosa. Sir Richards, un noble aristocrata que acaba de casarse. Vuelve a la que siempre ha sido su casa y al muy poco tiempo de llegar empiezan a sucederle cosas muy extrañas. Se le aparece su anterior mujer muerta, siempre de noche y cien mil cosas mas que tendreis que verla para saberlo. Decir ante todo, que cualquier aficionado al cine con historias simples y faciles de entender, como puede ser mi caso. Muy atento tienes que estar desde casi su comienzo hasta su mismo final para poder entenderla del todo bien. Por ejemplo, ya en su final, perdio un poco de audio la copia que me goberne, fue nada, 4 segundos. Los suficientes para no entender el duelo de sables que hay al final. Por suerte en su ultimo minuto queda aclarado. Muy buena
Interesante peli de los años 60 de misterio, aunque es dificil de entenderla por completo, ya que es como muy rapida, mantiene la tension de saber que esta pasando, yo realmente no le entendi del todo pero me hice una idea, me di cuenta casi al final, en fin, una peli sesentera de misterio no muy conocida ( A MENOS PARA MI, ya que no la habia visto ni escuche nada de ella ), la recomiendo para verla una vez y dar vuelta de hoja, un 6.
interesante propuesta de la hammer que para su momento mantiene el suspenso, la trama para su momento es original aunque el final es predecible, de todas formas la pelicula aunque envejecio bastante, vale la pena verla al menos los amantes de los filmes de la hammer.
Una pequeña maravilla del Brit-horror...no muy conocida y difícil de encontrar...gótico inglés en estado puro....fantasmas,maldiciones y alguna que otra escena de swordplay;muy buena fotografía y actores y una dirección magnífica...para fanáticos del terro gótico inglés(como yo).
Críticas: 7
mahotsukai
7
Interesante y correcto film de horror gótico británico dirigido por Robert Hartford-Davis (“Corruption”, 1968; “The Fiend”, 1972) en la línea de las películas de Hammer Films, pero realizada por una productora menor, Compton Films.
Sir Richard Fordyke regresa a su hogar después de una larga estancia en Londres, junto a su nueva esposa, Elizabeth. En la mansión Fordyke, es recibido por su padre paralítico, su cuñada y su administrador, con quienes se establece rápidamente. Sin embargo, poco a poco, Richard comenzará a presenciar horribles visiones fantasmales referentes a su pasado y que lo conducirán lentamente a la locura.
La pequeña productora británica Compton Films, responsable de cintas como “Repulsión” (1965) de Roman Polanski y “Estudio de Terror” (1965) de James Hill, incursionaría en el boom del terror gótico en el Reino Unido que encabezaba la Hammer Films, para proponer este interesante y entretenido cuento gótico de intriga y misterio, con las directrices que impondría la productora fundada por James Carreras por aquellos años.
De esta forma, Donald y Derek Ford (“The Wife Swappers”, 1971) firman el guión de un film típico de su época, con un aristócrata atormentado, un castillo o mansión tenebrosa, una maldición familiar, un horrible secreto del pasado y oscuras intenciones de quienes menos el espectador se lo espera, sin mayor pretensión que la de entretener al público y sumergirlo en una trama con buenas dosis de intriga y misterio aparentemente sobrenatural, objetivo que logra con sorprendente oficio el director Robert Hart-Davis, estilo que repetiría con “Corruption” (1968) con el gran Peter Cushing en el protagónico.
El film comienza con una bella mujer siendo perseguida, violentada y asesinada por un hombre no identificado, pasando inmediatamente a la llegada de Sir Richard Fordyke y su flamante nueva esposa Elizabeth a la Finca Fordyke, regreso que produce recelo en los aldeanos quien lo relacionan con el crimen de la joven, ya que ésta antes de morir lo mencionó. Contrariado por ello y la tibia recepción de su familia, conformado por su padre Sir Giles, la hermana de su ex mujer Diane y su amigo y administrador Seymour.
Una noche, como si nada, Sir Richard comenzará a ver al fantasma de su primera mujer, que se suicidió tras recibir una fuerte presión de parte de la Familia Fordyke, en su intento de engendrar un heredero. No cabe duda que Sir Richard tiene un sentimiento de culpa muy fuerte por ello, teniendo en Diane, su cuñada, un recordatorio de la tragedia y en sus visiones, la presencia de una maldición, una temática gótica clásica por excelencia. Así, poco a poco, el noble comenzará a sentirse contrariado cuando se le recuerde acciones o instrucciones que él niega haber hecho o dado, y de plano, cuando se le acuse estar hostigando a las chicas de la finca, cuando él ni siquiera ha salido de una mansión. Apostando, de esta forma, por un evidente halo de thriller sobrenatural y a medida que avanza la trama, quedará claro que algo muy extraño está ocurriendo y ello terminará por repercutir seriamente en el comportamiento y temperamento, y en la cordura del señor del caserón.
Evidentemente, hay algunas incoherencias en el guión, por ejemplo, cuando asesinan a la criada en el granero después de estar con su pretendiente, siendo imposible que éste último no la escuchara gritar; o aquella en la que Elizabeth se enfrenta a dos de los tres villanos en la escalera, en que éstos se ven especialmente lentos a la hora de atacarla. Además, algunos critican que el film tiene muy pocas escenas de sangre, sin embargo, ello no quiere decir que prescinda de la violencia, prueba de ello son las escenas en que cuelgan de un candelabro con una cadena a uno de los protagónicos y aquella en el epílogo en que el villano termina empalado y defrenestado.
Peter Newbrook, responsable de la fotografía del clásico “El Puente sobre el Río Kwai” (1957), muestra cierto interés en respetar la lógica de las escenas nocturnas con la suficiente luz para mostrar las apariciones fantasmales de la fallecida esposa de Sir Richard y las de persecusión. Precisamente, la secuencia en que Sir Richard sale persiguiendo a caballo al fantasma de su esposa muerta en el bosque aledaño a la Finca Fordyke fue bastante bien filmada, incluyendo movimiento rápido de cámara buscando primeros planos, como si se tratara del espectador, estando en el lugar y tratando de esquivar a los cabalgantes furiosos.
Robert Richards (“Vampiros”, 1970) fue el encargado de la música del film, que mezcla partituras clásicas que rememoran el renacimiento, en las escenas de esparcimiento y notoria tranquilidad hasta melodías dramáticas típicas de los films de terror gótico de aquellos años que había sido cultivado notablemente por James Bernard “The Curse of Frankenstein”, 1957); (Horror of) Dracula”, 1958) y Harry Robertson (“Countess Dracula”, 1971; “Lust for a Vampire”, 1971).
La película cuenta con actuaciones correctas más no impresionantes, comenzando con John Turner (“Behemont, the sea monster”, 1959) como Sir Richard Fordyke; Heather Sears (“The Phantom of Opera”, 1962) como Lady Elizabeth Fordyke; Peter Arne (“The Oblong Box”, 1969”; “Murders in the Rue Morgue”, 1971) como Seymour, amigo y administrador de la finca; Joseph Tomelty (“Lancelot & Guinevere”, 1963) como Sir Giles Fordyke, padre de Richard; y Ann Lynn (“A shot in the dark”, 1964) como Diane, la cuñada del primer matrimonio de Fordyke. También aparecen Patrick Troughton (“The Gorgone”, 1964; “Scars of Dracula”, 1970; “The Omen”, 1976) y Francis de Wolff (“Corridors of Blood”; 1958; “The Hound of Baskerville”, 1959; “The Devil Doll”; 1964).
En resumen, una película con cierto aire a clásico olvidado, que entretiene a pesar de no ser una obra memorable de su época, pero que muestra un director y un equipo con oficio para llevar una historia maldita. La evalúo con un 7.5.
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