Magnífica película dramática dirigida por el húngaro Béla Tarr, uno de los mejores directores de cine experimental, arte y ensayo europeos de los últimos años. Películas como ¨Sátántangó¨ o esta lo demuestran.
En ¨Armonías de Werckmeister¨, Tarr adapta una novela de László Krasznahorkai (que escribió guiones de otros films de Tarr como ¨La condena¨ o ¨El hombre de Londres¨, y es el autor de ¨Sátántangó¨, novela que también adaptó Béla Tarr) que nos cuenta que en un pueblo va a llegar una especie de circo en donde mostrarán ¨la ballena gigante más grande del mundo¨, en cambio la gente del pueblo no está contenta con la llegada del circo y empiezan a producirse ataques y saqueos.
¨Armonías de Werckmeister¨ es una película lenta, de ritmo pausado, pero gracias a la dirección de Tarr y la forma de realizar los largos planos-secuencia hace que el ritmo no sea tedioso. La banda sonora compuesta por Mihály Vig, a pesar de ser escuchada en contadas ocasiones, es realmente bella y preciosa, llegándote a lo más profundo. Los actores interpretan muy bien sus papeles, en especial Lars Rudolph (János Valuska, el protagonista) y la veterana Hanna Schygulla (tía Tünde). Y su fotografía en blanco y negro es mágica como pocas.
Es una película tan bien rodada, tan cuidada técnicamente, que para mi gusto ojalá durara más.
Marcos
9
Magnífica película dramática dirigida por el húngaro Béla Tarr, uno de los mejores directores de cine experimental, arte y ensayo europeos de los últimos años. Películas como ¨Sátántangó¨ o esta lo demuestran.
En ¨Armonías de Werckmeister¨, Tarr adapta una novela de László Krasznahorkai (que escribió guiones de otros films de Tarr como ¨La condena¨ o ¨El hombre de Londres¨, y es el autor de ¨Sátántangó¨, novela que también adaptó Béla Tarr) que nos cuenta que en un pueblo va a llegar una especie de circo en donde mostrarán ¨la ballena gigante más grande del mundo¨, en cambio la gente del pueblo no está contenta con la llegada del circo y empiezan a producirse ataques y saqueos.
¨Armonías de Werckmeister¨ es una película lenta, de ritmo pausado, pero gracias a la dirección de Tarr y la forma de realizar los largos planos-secuencia hace que el ritmo no sea tedioso. La banda sonora compuesta por Mihály Vig, a pesar de ser escuchada en contadas ocasiones, es realmente bella y preciosa, llegándote a lo más profundo. Los actores interpretan muy bien sus papeles, en especial Lars Rudolph (János Valuska, el protagonista) y la veterana Hanna Schygulla (tía Tünde). Y su fotografía en blanco y negro es mágica como pocas.
Es una película tan bien rodada, tan cuidada técnicamente, que para mi gusto ojalá durara más.
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