Un policial producido, dirigida y protagonizado por Clint Eastwood. No se porque tiene tantas malas críticas porque no aburres en ningun momento, y eso que es bastante larga y la trama no es de las mejores pero después de todo es aceptable. A mi la verdad me gustó mucho. Mi nota es un 8/10.
Un thriller visto cientos de veces. Un poli duro retirado que vuelve a la carga para investigar el caso del asesino de la mujer que le donó el corazón, y que luego tiene relación con el asesino que no logró atrapar hace años. Bastante previsible y lenta. Eastwoood aquí mejor en la interpretación que en la dirección. Para ver una tarde en la tele.
Como siempre Eastwoood excelente en su papel protagonista. Sin embargo estoy de acuerdo en que no es de sus mejores pelis, incluso la peor. A pesar de todo entretiene y mantiene el suspense durante casi todo el transcurso. Se puede ver cando salga en la tele.
Película menor del mas grande cineasta vivo. Aún así es entretenida. SI la hubiese filmado cualquier otro diríamos que es muy buena pero como la dirige alguien que puede llegar tan alto, parece poca cosa.
En definitiva entretenida
Una de las películas menos interesantes de Eastwood,poco creíble ya como action man,si además le ponemos una trama tópica y tosca lo aderezamos con un casting equivocado,y de guinda ponemos un final sonrojantemente previsible,nos sale DEUDA DE SANGRE.Lo único a destacar és que a pesar de todo llega a entretener.
Eathswood no estuvo muy acertado en esta película, una de las menos logradas de su filmografía. Aún así, su buen hacer como director consigue que el film no aburra y logre interesar a pesar de su condición de thriller tópico y previsible. Lamentablemente, el final es demansiado tópico.
yo no quiero ser el malo de la pelicula, pero me ha tocado.
La verdad es que a pesar de ser del gran Eastwood cuyos films respeto gran torino, o como yo digo grandisimo torino y el sargento de hierro entre otras, grandisimas peliculas, deuda de sangre es demasiado aburrida y previsible, lo único que me gusto fue al final cuando esta con el asesino a oscuras y suena la armónica del malo. Lo demás lo he visto cientos de veces.
Respetable thriller de suspense del maestro Eastwood.Un poco aburrida y monótona en comparación con otros títulos de Clint como ¨Ruta Suicida¨ o ¨Impacto Súbito¨.
Desde luego prefiero ¨En la Cuerda Floja¨,de Richard Tuggle.
Totalmente olvidable. Tan floja que no me lo explico viniendo de quien viene. Y encima un coñazo, con el mamon de Daniel demostrando una vez mas lo que se llama hacer el mongol delante de una camara.
Un thriller excelente de Clint Eastwood...
A pesar de que no vemos nada nuevo bajo el sol aquí, Eastwood supo construir una cinta intensa, con buen ritmo y muy bien interpretada. Como en casi todas las películas de Eastwood, el excelente reparto cumple con creces su cometido, ofreciendo un surtido de buenos personajes al servicio de una historia un poco previsible, pero que no pierde el interés durante todo su metraje.
Y cómo no, la presencia del propio Eastwood en su (probablemente) antepenúltimo trabajo como actor, ayuda a dar fuerza al conjunto... Encontrarnos con este talentoso vejete ante las cámara siempre es un lujo, que le va estupendamente al ritmo reposado, pero a la vez lleno de fuerza de ¨Deuda de Sangre¨, y que además rompe con el manido estereotipo de protagonista jovenguapoperodevueltadetodo tan típico en esta clase de películas.
Así que si te gustan los buenos thrillers y disfrutas del inconfundible estilo Eastwood, entonces ¨Deuda de Sangre¨ es una película que no te puedes perder, pese a que no es de las mejores de su director.
La pelicula mas floja de Clint Eastwood muy poco feeling que en sus antiguos films pero el es una leyenda
Críticas: 12
Mad Warrior
6
¨Así me sentía cuando me metía a fondo, conectado a más o menos todo; a la víctima, al asesino, a la escena del crimen...a todo¨.
Desde el principio de los tiempos, desde que hubo un asesino y un detective dispuesto a cogerle, se estableció entre ambos una conexión que les unía más allá de toda lógica.
Esta conexión será presentada, más intensamente que nunca, en la película que nos ocupa, una de las primeras que descubrí del gran Eastwood (puede que la segunda tras ¨Firefox¨), mucho antes de conocer a su implacable álter-ego de San Francisco, Harry Callahan, o de verle cabalgando por las tierras de nuestra Almería allá por los 60. ¨Deuda de Sangre¨ llegó dos años después de que el actor/director sorprendiera una vez más a su público con la personal ¨space opera¨ de drama y fantasía ¨Space Cowboys¨, que pasó sin pena ni gloria por la taquilla.
En este caso, Eastwood dirige y protagoniza el guión del reputado Brian Helgeland, quien adaptada con algunas modificaciones (el personaje de Noone queda convertido en amigo del héroe) la novela escrita en 1.998 por el experto del suspense y las intrigas policíacas Michael Connelly. A sus 72 primaveras, según él su etapa de madurez, Eastwood no parecía dar signos de agotamiento y estaba de lo más dispuesto a volver al ¨thriller¨ y encarnar a un agente de la ley enzarzado en su habitual lucha del Bien contra el Mal, papel que no interpretaba desde la irregular ¨El Principiante¨.
Ahora es Terry McCaleb, anciano investigador del F.B.I. retirado tras un ataque cardíaco sufrido dos años atrás en plena persecución de un psicópata conocido como ¨El Asesino del Código¨, quien mantenía un duelo constante con él. Recuperado, McCaleb aceptará una misión mucho más importante: dar con la pista del individuo que mató a Gloria Torres, la mujer de quien procede el corazón que le permite seguir respirando. Tendrá a su doctora y a dos patanes compañeros en su contra, pero no descansará hasta atrapar al culpable; asesino, víctima y detective, todos unidos en un retorcido y misterioso crimen de difícil solución.
A todas luces ¨Deuda de Sangre¨ se nos presenta como un no muy acertado pastiche de todos los ¨thrillers¨ que el sr. Eastwood ya hiciera anteriormente (comenzando para más inri con el clásico plano aéreo de la ciudad, tan recurrente en su cine). Es muy fácil establecer las semejanzas; desde ¨En la Cuerda Floja¨ hasta ¨En la Línea de Fuego¨ pasando por todas las entregas de la saga Callahan (incluso haciendo un guiño a ¨Ejecución Inminente¨ y ¨El Principiante¨), aunque todo siendo tratado desde el prisma de la vejez, como ya se hiciera en ¨Sin Perdón¨. Pero hay algo más allá de este puñado de referencias y alusiones.
En los títulos antes citados asistíamos a la inevitable conexión que compartían héroe y asesino, con el personaje de Eastwood enfrentándose a un doble ¨yo¨ situado en el lado opuesto de la ley: ¨Scorpio¨, ¨Booth¨, el sheriff Bill y sobre todo el anónimo estrangulador de ¨En la Cuerda Floja¨, cénit de dicha conexión, figura indiferente que no era más que el reflejo de la pulsión sexual y de muerte de Wes Block. En ¨Deuda de Sangre¨ el investigador y el homicida se complementan como nunca antes; uno reactiva al otro y depende, a su vez, de su contrario.
Expresión de la parte de sombra que asegura la monstruosa completitud de un único cerebro (¨cada latido de tu corazón robado lleva el eco de mi voz a tu cabeza¨); difícil decir quién se inclina por completo del lado del ¨otro¨. Pero McCaleb no sólo se compenetra con su perseguido, sino también con las víctimas de aquél, sustituyéndolas en el espacio físico (ocupa el lugar de Cordell en el cajero; Lockridge yace en el callejón donde él sufrió el ataque) y en el espiritual (reemplaza a Gloria en el sueño, sintiendo los disparos que ella recibió). Su afirmación despejará todas las dudas: ¨Me sentía conectado a la víctima, al asesino, a la escena del crimen. Sentía que todo formaba parte de mí¨. En todos sus films, Eastwood nunca ha jugado más que consigo mismo.
Pero este interesante concepto se pierde por el camino del desarrollo de la trama, que descansa a lomos de un aparentemente estereotipado ¨psychothriller¨ de resolución final (ni siquiera llevada a cabo por el protagonista) más bien torpe y simple, algo previsible tal como lo plantea Helgeland, poco agudo en esta ocasión. Eastwood, a sus años metiéndose sin problemas en la piel del héroe que lucha contra la adversidad para hacer justicia, y que además acaba llevándose a la chica (como de costumbre), imprime al film, apoyado en la buena fotografía de Tom Stern (en sustitución de su antiguo colaborador Jack N. Green) e influenciado de su mentor Siegel, un estilo sobrio y dramático, en la línea del ¨thriller¨ clásico, acorde a la edad y posibilidades del protagonista.
A éste le acompañan Angelica Huston (debió ser un placer trabajar con la hija de su héroe, al que representó en ¨Cazador Blanco, Corazón Negro¨), Wanda de Jesús, Tina Lifford, un notable Jeff Daniels al que resulta complicado encajar en una película como esta, y Paul Rodríguez dando vida a ese típico personaje de lo más repelente que por desgracia siempre nos hemos de encontrar en un policíaco. Con sus fallos destacando por encima de sus virtudes, ¨Deuda de Sangre¨ fue un sonoro fracaso de taquilla recibido con indiferencia y decepción por los fans del actor/director, quienes la considerarían para siempre una obra menor, casi invisible.
Dos años después éste enmendaría su error, haciendo de paso las paces con su público y los críticos, con ¨Mystic River¨, uno de los más poderosos trabajos de su filmografía, también firmado para la ocasión por Brian Helgeland.
Me gusta (0) Reportar