Seamos francos. Bethesda es actualmente una gran compañía que produce unos juegos estupendos. Pero sus inicios fueron todo lo contrario; no paraban de hacer chapuzas. Una de ellas fue Terminator 2029, que aunque tenía el interés de un gran campo de batalla donde poder campar a tus anchas, el juego en sí resultaba un rollo patatero como pocos.
Tedioso, difícil, amargante, aburrido y monótono. Y con un efecto 3d mareante porque el cálculo de perspectiva no lo hacía del todo bien.

Unreal fue un paso adelante en la forma de hacer videojuegos. Por aquel entonces se batallaba con Id y su genial Quake 2. Pero a pesar de que éste tenía una historia interesante, no terminaba de pasar de un mata-mata tecnológico. Unreal dio la campanada al tener una historia metida en el juego, es decir, no contaba gran cosa, pero lo que importaban eran las situaciones por las que pasabas. La ambientación es genial, la música impresionante, y los escenarios, lejos del ciberpunk del Quake, eran exóticos y medievales.
Una maravilla de aquel entonces que recibió su secuela en ¨Return to Nah Pali¨, un paquete de misiones bastante flojillo.

Usando la tecnología Unreal Engine 2 se hizo este juego con una trama bien hurdida, un ambiente estilo cómic (tanto en el aspecto gráfico como en el desarrollo de la historia), y con un doblaje completamente profesional (típico de los juegos de Ubisoft).
Gran jugabilidad, quizás un poco cansino en ciertos momentos pero buen nivel de juego.

La segunda parte de UFO es más de lo mismo: GeoScape para la gestión de bases, recursos, investigación, desarrollo, etcétera; y la parte de estrategia de lucha contra alienígenas.
El juego es un calco de su predecesor, con alguna que otra novedad, pero con algo muy importante: unos fallos garrafales, entre ellos el que NO puedas pasarte el juego si no investigas ciertos materiales en cierto orden, y otro es que hay ciertas misiones en las que puede ser que sólo quede un bicho, éste entre en pánico y se esconda... y sudes para pasarte la fase.
En fin, un juego más retorcido que el anterior, con más defectos y por tanto peor desde mi punto de vista.

Ejemplo de cómo Microprose era la reina de la simulación estratégica de la época. Este juego se divide en dos: una parte de gestión empresarial de recursos (la llamada Geoscape), donde creas tus bases, sus instalaciones, investigas tecnología, desarrollas armamento, pagas los sueldos de tus empleados y un largo etcétera; y por otro lado la acción estratégica por turnos, donde mueves a tus soldados y vas eliminando extraterrestres para llevar a cabo tu misión.
Su gran variedad de situaciones, la generación aleatoria de escenarios y las numerosas opciones lo hacen un referente en el género que incluso fue portado para Windows Mobile.
Una genialidad, quizás apabullante para los que no soportan tanta estrategia y opciones, pero una obra de arte al fin y al cabo.

Juego basado en la película del mismo nombre tras el fracaso de la versión táctica realizada por Microprose. Ahora lo han convertido en un FPS, se nota más el ambiente de la película, y dispone de un motor capaz de mover más de cien enemigos a la vez en equipos de bajo rendimiento. Y se nota: parece que estás como en la película. No paran de salir bichos y bichos. Y bichos. Y eso lo hace difícil, difícil, pues hay misiones de defensa de posición, defensa de personajes críticos, y otras en las que debes abrirte camino entre muuuchos bichos.
La jugabilidad es muy buena, el sonido es normal así como los gráficos, y la intensidad es muy alta. Lo malo es que los escenarios no es que sean una obra de arte, por lo que si le sumamos la dificultad, a mitad de juego (los que hayamos sido capaces de resistir), estamos bastante aburridos ya.
Una pena, aunque en multijugador te diviertes.

Genial entrega el erizo azul para el por entonces flamante Mega CD, y cuyas capacidades no exprimió demasiado: se limitó a incluir algunos vídeos fuera del desarrollo del juego y música en audio-cd. En lo único que tomó ventaja es en el aumento de velocidad para el cálculo 3D de las fases especiales, y en disponer de más memoria para poder tener cuatro mapas de fase por cada fase (pasado, presente, futuro bueno y futuro malo).
Gráficamente es excelente, a la altura de los éxitos de Sonic en Megadrive, pero en la jugabilidad es ligeramente inferior, porque no se maneja igual el spin dash y al protagonista arranca a correr de forma distinta.
El tema de los viajes en el tiempo resulta novedoso, pero a veces parece más un engorro que otra cosa, lo que no quita para destacar que es un genial juego y un Sonic a la altura del éxito que cosechaba en su época dorada.

Entretenido FPS realizado con el motor del Quake 2, con unos escenarios no demasiado currados pero con la característica más entretenida del juego y es que era bastante sangriento y con detección de zona de impacto, lo que implicaba que un disparo a la rodilla le partía al tío la pierna, un disparo al brazo se lo quitaba, y un disparo a la cabeza la reventaba. Era muy monótono; llegaba un punto en el que sólo avanzabas para reventar cabezas... y encima bastante fácil, pues si no querías esmerarte mucho, podías ir todo el rato agachado, que nunca te daban.

Juego de plataformas y acción con dosis limitadísimas de rol (por el tema de recoger objetos), de geniales gráficos y jugabilidad regular. El juego en sí es aburrido hasta decir basta, pues aunque dispone de un elenco de lo más variopinto de enemigos ¨subalternos¨ (de esos que te ponen por el camino para molestar), en el fondo la única dificultad que entrañan es su movimiento. Los jefes finales son otro cantar, fastidiosamente difíciles.
Lo malo del juego no es su excesiva dificultad en muchos puntos (saltos milimétricos, posiciones exactas para atacar...), sino que a mi juicio tenía un gravísimo fallo: si al coger un objeto, lo usabas donde no debías, el objeto no tiene efecto y desaparece. Y así, cuando tengas que utilizarlo en el lugar adecuado, no lo tienes y no puedes avanzar. ¡Y tienes que empezar de nuevo!
Juégalo en un emulador y guarda cada dos por tres, porque yo lo tengo en Megadrive y Master System y los dos son imposibles (el de Master System es infumable de hecho).

Lógicamente Doom no fue el origen de los FPS, ni tampoco lo fue Wolfenstein 3D, ni incluso el que todo el mundo cree que fue Comander Keen. Pero sin embargo, Doom si fue el origen del bombazo del FPS, y todo ello porque, en su modalidad shareware, fue el punto de referencia del mundo deathmatch, y en eso sí hay que colgarle una medalla.
Fue todo un avance por aplicar texturas a polígonos, usar espacios abiertos, diferencia de alturas entre sectores y niveles de luces y por poderse jugar en cooperativo por red. Además, Doom abrió al mundo la posibilidad de modificar el juego al antojo, con editores de niveles, cambio de pieles, etcétera.
En sí, Doom es un juego opresivo, monótono en su versión original, y muy superado por su segunda parte, que aunque usaba el mismo motor, dobló el número de enemigos, añadió un arma nueva y abrió más los escenarios, pero que por su capacidad de casi total personalización, dió muchísimo juego durante muchos años.

Aventura gráfica de la época en la que se empezaban a usar sprites digitalizados para dar una sensación de mayor realismo, y que en muchos casos, como éste, empeoraban el resultado final. Tenemos aquí un juego de corte oscuro, por la ambientación basada en la fantasía de Giger, difícil de avanzar y tosco de controlar. No fue un bombazo en la época y sus razones tiene, y es que tampoco es que merezca la pena el esfuerzo, pues hay aventuras peores, sí, pero mucho mejores también, sobre todo por ser más lógicas para avanzar.

Desde luego no es un Survival Horror ni mucho menos, sino un FPS con toques de rol. Es una conversión algo más floja y con diferente comienzo que el original para PC ¨Dark Messiah of Might and Magic¨, que en sí es un genial juego por muchos motivos. Primero, el motor Source, que lo dota de geniales gráficos, estupenda jugabilidad y buena física de elementos. Segundo, por el estupendo doblaje al castellano. Tercero, por su buena banda sonora. Cuarto, por el refrescante diseño de los escenarios, en muchos casos abierto al aire libre, de día, lo que no lo hace para nada agobiante. Y por último, por el universo Might and Magic que, aunque sólo toma ciertos elementos (algunos enemigos y hechizos), lo hace accesible al público que no busca un rol puro y duro y sí algo más de acción.
Estupendo, al fin y al cabo.

Curioso survival horror de leyendas nórdicas donde se cambia por primera vez la tecnología poligonal por elipsoides (los actores son conjuntos de elipses que, unidos entre sí, forman las figuras). El ambientecillo a Alone in the dark no se lo quita nadie (salió por la época), y su capacidad para funcionar en equipos con 8Mb de memoria (que para aquellos momentos era la caña) lo hacía muy superior tecnológicamente, pero el pobre diseño de escenarios (demasiado ¨artificiales¨ y coloridos) y el extraño control que te impedía apuntar bien lo hicieron caer en el inmerecido olvido.
Un juego que no deben perderse los incondicionales de los survival horror, pues supuso un intento de cambio.

Impresionante juego basado en el motor de Unreal. Ambientación terrorífica, situaciones terroríficas, enemigos terroríficos y escenas terroríficas al usar la visión psíquica. Un juego de acción muy entretenido y tremendamente largo, que desde luego se amortiza al comprarlo. Lástima que no estén dobladas las voces al castellano.
Lo peor: ambientación sublime. Muy entretenido.
Lo peor: las fases del inframundo son exasperantes.

Interesante incursión en los mitos de Cthulhu de H. P. Lovecraft. Anticuada tecnología de Quake III para cuando salió, aunque Bethesda no tenía intención de crear un best seller. Ambiente opresivo, marrón-gris a propósito, donde tienes la sensación realmente de estar perdido y abandonado en ninguna parte.
Lo mejor: la ambientación es impresionante. Los efectos de la locura (si ves alguna escena desagradable empiezas a marearte, y si la ves mucho tiempo, puedes hasta suicidarte).
Lo peor: en completo inglés hablado sin subtítulos. Las fases donde eres perseguido, y si no eres capaz de escapar, mueres directamente. Los gráficos para la época.

Soy de la opinión de que existen arcades 3D con variedad y argumento, y otros en los que sólo tienes que ¨pulsar un botón¨ para cargarte gente. BloodRayne es de este tipo, salvo que lo refrescan un poco con mordiscos, poderes especiales, saltos enormes y demás desenfreno vampírico.
Un diseño de escenarios bastante correcto y un nivel técnico acertado lo convierten en un buen juego cuya recaudación aportó una segunda parte menos acertada.
Lo mejor: los poderes y la acción desenfrenada.
Lo peor: en algunos momentos cansa.

Monolith prácticamente estrenó su nueva tecnología propia 3d ¨Lithtech¨ con este juego. Injustamente criticado (en gran medida por salir antes de terminarse correctamente), es un gran juego de acción 3D, con una buena ambientación aunque con tal vez extremada dificultad (algo propio de esta compañía). Para mi gusto, estaba mejor el primero.
Lo mejor: la ambientación.
Lo peor: monótono; deseas que acabe pronto.

Usando el motor Build del Duke Nukem, este juego disponía de unos geniales gráficos y sonidos para la época. Gran duración y diversidad de escenarios lo hacían entretenido, pero la ausencia total de argumento y la monotonía del desarrollo le hicieron pasar al olvido en pocos años.
Lo mejor: diseño y sonido.
Lo peor: aburre a la hora de juego.

Juego que usaba la novedosa (por aquella época) de filmación real en rotoscopia. Sus buenos gráficos (fue el primero completamente poligonal) y su buen sonido, junto con el desarrollo de película, no enmascara los orígenes de su creador trabajando para el mítico Dragon¨s Lair. En Another World juegas sin vida ni ningún indicador, y debes hacer movimientos exactos en momentos concretos, si no te matan. Esto convierte la experiencia en exasperante.
Lo mejor: la tecnología y el desarrollo.
Lo peor: tan difícil que amarga.

Gran juego sacado de la retorcida mente de American McGee (que ya hacía de las suyas en Id Software), mezcla de aventuras con puzzles, acción con gore y plataformeo. No gusta a cualquiera por su opresiva atmósfera, pero tras pasarse el primer escenario empieza a enganchar bastante.
Lo mejor: escenarios góticos de pesadilla. Genial doblaje.
Lo peor: el escenario del bosque y sus plataformas.

Genial arcade de la época, con mucha repercusión y notable éxito. Para los que probamos la recreativa, nos dimos cuenta de que era extremadamente frustrante y difícil, aunque jugándolo con un colega hasta te reías. Sin duda, la mejor conversión fue la de Megadrive.
Lo mejor: buenos gráficos y diseño de enemigos. La idea de ir tomando bolas para hacerte más fuerte hasta convertirte en bestia.
Lo peor: no poder coger la bola entre tanto bicho y tener que fastidiarte.

Tomando el nombre de Edward Carnby con un asombroso lifting (en las entregas anteriores, el detective era un tío mayorcete, y aquí es un mozuelo) llega esta entrega donde se intenta Resident-evilizar la saga. Tomando aparte la tecnología gráfica, podemos quedarnos con varios sustos que saben a Alone 1 durante el primer CD del juego. Hasta ahí bien. El problema es que cuando pones el segundo CD, el juego se convierte en un arcade mata-mata donde salen bichos cada dos por tres. El resultado es algo que al final no sabes lo que es.
Lo mejor: los gráficos y el primer disco: acojona.
Lo peor: el apartado sonoro y la parte arcade del final.

Cuando el equipo del armadillo de colores (Infogrames) se dio cuenta de la cagada del Alone in the dark 2, decidieron volver al ambiente opresivo del primero, pero... ¿para qué hacerlo bien cuando se puede hacer peor? En esta entrega, el protagonista se convierte en un jaguar en ciertas fases del juego. Entre eso, y la ambientación en plan lejano oeste, terminamos con un juego para olvidar.
Lo mejor: mejor que el Alone 2.
Lo peor: las situaciones tan chorras.

A pesar de que puedan parecer movimientos lentos (en la versión de PC no habían tiempos de carga), lo cierto es que en esta versión se mejoró la rapidez de movimientos y la jugabilidad respecto a la versión anterior. Hay que recordad que no es un arcade mata-zombis como la copia Resident Evil, sino una aventura, con puzzles y situaciones más complejas. Lamentable es que la calidad final es más baja que la primera parte, pues se intentó hacer más arcade (más bichos a matar), con más armas y demás, y se perdió el alma del juego.
Lo mejor: más jugable que el primero.
Lo peor: termina aburriendo muy pronto.

De los primeros Survival Horror de la época, mucho antes de Resident Evil o Silent Hill. Gráficos poligonales y vista de cámara, con varios sustos y unos escenarios muy bien diseñados, así como el desarrollo del juego.
Lo bueno: buena experiencia y genial ambientación.
Lo malo: movimientos lentos y situaciones en las que mueres si no haces cierta operación a tiempo.