Comedia mala protagonizada por Stallone, género en el que se desenvuelve mal, por que no es cómico si no culturista pero sus fans se lo perdonan todo. El ritmo es lento y aburrido, las escenas de acción son malas. El argumento da vergüenza ajena. Las escenas de Sylvester en pañales me dieron ganas de vomitar.

Mucho ruido y poca chicha. Lo mismo de siempre. Por alguna razón vuelve la mula al trigo. ¿Qué más da todo? Fallos de racord, falta de gusto por el detalle, etc, habiendo velocidad, furia, chistes malos y senos, así pueden hacer hasta la 55 si quieren. Absurdo argumento, acción surrealista que da vergüenza ajena, interpretaciones de videoclip.

Parece que la creciente economía brasileña tiene tan preocupados a los gendarmes mundiales, que ya preparan las mentes de los zombies con algo que si hoy parece descabellado dentro de 15 o 20 años puede no serlo tanto: un escenario donde los ¨buenos¨ (USA) matan ¨terroristas¨ (narcos) en países extranjeros (Brasil).

Viendo que este tipo de consignas subliminales (cada vez menos subliminales) siguen pasando desapercibidas para la mayoría que conformamos el rebaño, no puedo evitar citar a César Hazaki: ¨...Cómo siempre sucede en la historia llegará el momento en que se escandalizarán preguntándose cómo sucedió aquello que lleva directo a lo siniestro...¨

supongo que al típico chaval de 15 años con acné que jamás ha conducido pero que le gustan los coches y el tunning y que de mayor se comprará un Seat Leon y le pondrá faldones y lucecitas de neón le encantará esta pelicula, para el resto de seres humanos no la recomiendo en absoluto.

De lo peor que he visto en años. Ni si quiera te ries ya, sin gracia, sin chispa, sin la mínima coherencia interna y un guión penoso, sigue con la sobredosis indigesta de cameos localista de sus precedentes. Es un producto absolutamente agotado y hecho con el único fin de seguir haciendo caja. Ni siquiera ha engordado para el papel demostrando poco esfuerzo y respeto por su público.Una pérdida de tiempo y dinero tal como están los precios de las entradas. Una tomadura de pelo nada recomendable.

Buff...no se por donde empezar..... es una copia de los intocables de elliot ness y si esa es mediocre e infantil... escenarios de cartón piedra, una trama escrita por algún deficiente mental adicto al Jersey Shore, Sean Penn haciendo de malo ridículo con una careta del todo a 100, Gosling con muchas posibilidades de ganar los Razzie, Michael Peña y Ribisi metidos con un calzador, Emma Stone que a medida que avanza la peli mas fea y subnormal se va volviendo, mucho disparo lamentable y 4 gotitas de sangre, es una película de Gánsteres y tiene un nivel de violencia comparable a la ola de disturbios de los 80 en Barrio Sésamo final vergonzoso, etc.. No tengo muy claro que coño quería hacer el sr. Fleischer con esta cosa llamada Gangster Squad pero si queréis ver una buena peli de gangsters tirad de la videoteca y borrad de vuestra mente este bochornoso subproducto.

Un pestiño de consideración, con una trama tan inverosímil como malas son las interpretaciones. Sonroja su pretensión intelectualoide, con diálogos para encefalogramas planos, aunque no le va a la zaga la peripecia criminal. Un mal telefilme en el que no cree ninguno de sus participantes. Eso salta a la vista. No perdáis el tiempo.

La película es espantosa, malísima a rabiar. ¡Cómo se nota que han procurado hacer en todo momento un producto muy ligerito con tal de llenar las salas y que no sea en ningún momento una grosera y graciosísima comedia en plan ¿Hacemos una porno? o Sex Drive o los perros dormidos mientes. ¡Pero si lo han hecho para todos los públicos! ¡Copiando gags de algo pasa con mary y otras películas mejores¨ De lo que podría haber salido una película válida para pasar el rato, de lo que podría haber sido esta película, lo único que se origina es un interminable tostón que no haría reír ni a un disminuido. Una auténtica mierda que da vergüenza ajena calificar de comedia. Cuando en realidad la película pertenece al género ¨bodrio infumable¨. Para el que esté leyendo y sea de comprensión lentita se lo voy a aclarar ya para que me entienda bien. NO HACE GRACIA! No, por mucho que lo quieras ver y se te ponga lo de abajo como una puta farola al imaginar la de cosas maravillosas que podría llegar a hacer Cameron en esta película, no va a ser así. A veces las cosas resultan diferentes a lo que tú te imaginas. Y créeme, más rabioso estoy yo.

Y yo que llegué a pensar por un jodido momento que me iba a descojonar viendo a Diaz en esta película! Pobre de mí! Dios mío de mi vida lo mal que elige esta mujer sus apariciones. Ya no estás buena! Pero si sabes actuar demuéstralo y haz cosas mejores que no sean mierdas! Si optas por hacer una comedia, haz una en condiciones y no esta mierda que para lo único que te sirve es para cobrar un talonario para arreglarte más todavía la cara (que por una parte viendo como te la han dejado, normal) o para implantarte tetas, sí, como en el otro bodrio de este director. La absurda premisa a la que se agarra con una torpeza insólita la cinta durante los menos de 100 minutos que dura no da para hacer una película en la que se dejen el dinero millones de espectadores.

Eso es no tener respeto por la profesión, aceptar ¨trabajar¨ en cierto tipo de películas sólo por dinero, mandando al traste toda la ilusión que tuviste algún día cuando te empezaste a dedicar a esto me parece una de las peores cosas que hay.

En definitiva, ¡cuánta mierda últimamente hay por Hollywood, ahora que deberían de hacer unas cosas a más espectacularidad, gracia e ingenio a no poder, ¡pues nos tientan con esta mierda!.

Las expectativas eran altas por descubrir con que película Stallone daría más vergüenza ajena, si con el retorno de Rocky o con el retorno de Rambo. Al final la primera salió mucho mejor de lo que cabía esperar de Sylvester -lo que no quiere decir que sea formidable ni nada de eso, tan sólo que sonroja lo justo-, pero la cuarta de Rambo acumuló suficiente vergüenza por las dos. Para comprender porque es sumamente lamentable, hay que partir de lo fundamental: Rambo no es ningún mito sino un personaje creado por una mente de extrema derecha, ejerciendo funciones de héroe del militarismo en su primera aparición y de superhéroe anticomunista en su segunda y tercera parte. Lo cierto es que, por estilo de vida, Rambo podría ser perfectamente un nazi alemán decapitando judíos en Centroeuropa, pero como el hombre es de otra generación, consagró su vida a la manera de entender el mundo del republicanismo estadounidense de los años 1980.

Pero claro, un superhéroe ha de ser vistosillo y con sus más de sesenta años a Stallone ya no le cae bien el traje de mallas. Sus míticos músculos hace tiempo que son serrín y le salen arrugas hasta en las plantas de los pies, por lo que el soldado perfecto más bien parece aquí por aspecto un discípulo tardío del coronel Kurtz. Para colmo se mete en un argumento absolutamente inverosímil y de manera supuestamente involuntaria se parodia a sí mismo en diversas escenas, como la del arco, en la que parece correr perseguido por los celadores de ¨Alguien voló sobre el nido del cuco¨.

Así las cosas, los esfuerzos que hace el resto del reparto para lograr que esto sólo sea otra mala película de acción resultan fallidos. La sombra decrépita de Rambo lo cubre todo, empezando por la inteligencia, el buen gusto y la calidad cinematográfica, y el resultado es una obra, ya no crepuscular, sino podrida, pero a la que increíblemente y contra todo pronóstico no emitido desde la fría máquina de hacer dinero, le espera una secuela. ¿Tan grande es la nostalgia de la infancia, como para que miles de personas pierdan su dinero llenando los cines para ver esta bazofia?.

Cada vez que veo una obra maestra cinematográfica, vienen a mi mente los grandes directores de la historia del cine. Ni bien pasados diez minutos de este maravilloso filme apareció ante mis ojos la figura del magnánimo Stanley Kubrick. Pero no como punto de referencia para entender la infinidad de guiños al cine que tiene esta película, sino para preguntarme como estos dos genios llamados Shawn y Marlon Wayans pudieron superar casi toda su filmografía con una temática nunca abarcada por él.

El racismo sin duda ha sido uno de los grandes cataclismos sociales que ha enfrentado el pueblo norteamericano en vasta historia. ¿Qué mejor manera de componer un nuevo pacto social, pregunto yo, que con una comedia brillantemente actuada y escrita para hacer lagrimear hasta a los hombres más hombres?

El paradigma que presenta de entrada es, como mínimo, atrapante. Cada minuto que pasa es una constante sátira al humor más fino que se pueda filmar. Sin mencionar, por supuesto, las desmedidas performances de los hermanos Wayans que opacan sin tutela cualquier intento de actuación del resto del cast. El imprevisible factor romántico también se hace presente y para el final tenemos ganas de aplaudir y llorar.

Esta película marcó un precedente, os lo aseguro. Y me da asco pensar que ¨Los Grandes Directores¨ han esquivado el tema con saña y pereza intelectual. ¡Larga vida a los Wayans dejando un sello en la historia cinematográfica! ¡Abucheos y silbidos a la Academia por ignorarla cruelmente!

Singular y violento western gangsteril ambientado en los años `30 dirigido, producido y escrito por un poco inspirado Walter Hill y protagonizado por uno de los 10 peores actores de la historia del cine: en ésta ocasión el señor Willis (con el mismo peinado que Heinrich Himmler), ¨interpreta¨ a un matón de la mafia cuya similitud y gestos están bastante copiados del célebre personaje de El hombre sin nombre de la trilogía de Sergio Leone, solo que Willis no le llega ni a la suela de los zapatos al inimitable Clint Eastwood (absolutamente en ningún aspecto).

Ésta película es una vulgar parodia de ¨Por un puñado de dólares¨ (muchas escenas de ¨El último hombre¨ están directamente plagiadas descaradamente del filme de Leone), solo que el guionista, el propio Hill, la ambientó en los años 30 con el fín de disimular. Pero los que somos verdaderos cinéfilos no somos tontos y nos hemos dado cuenta a la primera de cambio.

También el personaje de Ken Jenkins (uno de los comisarios) está todo copiado del personaje de Lee Van Cleef en ¨La muerte tenía un precio¨. Y para más inri ponen al payaso enano aquel que salía en ¨Commando¨, el que hacía de Sully, como uno de los jefes de la mafia, lo que faltaba.

¨El último hombre¨ es a mi parecer una vulgar mezcla entre ¨Por un puñado de dólares¨ y ¨Érase una vez en América¨, pero la mezcla no dió muy buenos resultados y condenó a ésta cinta a un merecido fracaso comercial. Sin duda una de las peores películas de Walter Hill, una muestra del porqué Sergio Leone era un maestro y Walter Hill no.

P.D. Dios, ¡¡qué mal actor es Bruce Willis!!!. Bueno, siempre nos quedará el juego de la Play1 Apocalypse (lo único positivo de lo que ha servido su imágen).

Una comedia que no hace reír, un guión bastante absurdo que no resiste análisis lógicos en las conductas del personaje principal. Una temática dramática de fondo que tiene un trillado y barato tufillo a corriente espiritual new age o a manual de autoayuda y superación personal.

Eddie Murphy aparece en su típico personaje bufón repleto de histrionismo y de morisquetas. Para algunos puede que sirva para al menos sostener el débil argumento que hay de fondo, para otros será la gota que col,a el vaso y que termina de irritar durante el visionado del engendro. Le doy un cero por que no se merece más.

Nada más empezar, Andrew Adamson y Viky Jenson nos ofrecen a una esclarecedora metáfora de lo que vamos a ver: Shrek se limpia el trasero con la hoja de un cuento clásico arrancada del libro. Ese es el respeto con el que miran todo este mundo fantástico enriquecido por el folclore occidental y plumas como las de Perrault, los hermanos Grimm o H.C. Andersen. Pero encima, mira que son ignorantes estos lumbreras que ponen un ogro como si fuera un marciano... pero vestido de la Edad Media. Dicho lo cual, el que se burlen de los cuentos tendría un pase si lo hiciera con cierta inteligencia o con humor, cosas ambas de las que carece la película. A mí, aparte de no gustarme nada que maltraten los clásicos de Disney y a los propios cuentos, me ha desagradado bastante. Por ejemplo, no me ha hecho gracia prácticamente nada y si en cambio me ha producido hasta malestar, principalmente con el burro, excesivamente cargante, y el protagonista. Vaya diálogos más penosos y vaya situaciones más insulsas. Patético. Un aburrimiento de película.

Luego la historia es un simple refrito de varios relatos bastante tópicas, con poca imaginación y con un desenlace que se huele a lo lejos. Aunque eso sí, puestos a desvariar, ¨Shrek¨ procede a una inversión de roles completa, procedimiento que no deja de ser el esfuerzo igualitario moderno de encumbrar a los de abajo y humillar a los de arriba. En este caso no sólo el monstruo es el bueno sino que el príncipe es el malo e incluso la princesa es una karateca salida de ¨Matrix¨. Esto último es para dejar claro el feminismo de la película pues se ve que una chica tiene que cargarse a puñetazos a un montón de tipos para demostrar su superioridad respecto al hombre. Visto lo visto, lo que no sorprende es que se lanzan a la pantalla auténticas porquerías, y no digo lo sólo por la pulsión escatológica bien visible de pedos, cacas, eructos y demás, sino que dicha bazofia guste a tanta gente. Y ante este fenómeno sólo puedo responder que los gustos y los valores han cambiado. En una época tan vulgar como esta, ¨Shrek¨ es lo que el público desea y lo que obtiene.

Kersey vuelve a Nueva York donde se ha notado su ausencia porque los maleantes se han reproducido como moscas. Un amigo suyo ha sufrido un asalto y Paul acude a verle. Enseguida comienza a exterminar delincuentes provisto de una ametralladora de la Segunda Guerra Mundial y una pistola similar a la que usaba Harry el sucio en Impacto súbito. Además cuenta con la ayuda de un amigo veterano de guerra, Martin Balsam, y juntos limpiarán las calles de gentuza, al más puro estilo Rambo. En realidad El justiciero de la noche es una mezcla entre Comando, Ejecutor y Rambo II, todo en uno.

Kersey más activo que nunca, incluso provocará a los delincuentes para que le den una excusa para matarlos. Como la escena en la que pasea con una cámara de fotos colgada al hombro por uno de los barrios más peligrosos de la ciudad esperando que algún chorizo se la robe para liquidarlo. Y entre tanta matanza también habrá sitio para el amor, porque Bronson a sus 63 años vuelve a pillar con una tía.

De todas formas esta tercera entrega es inferior a sus predecesoras porque las secuencias en las que Bronson se cepilla a un barrio entero de pandillas de delincuentes es demencial. A plena luz del día y a tiro limpio, mata a todo el que se le interponga en su camino, ametralladora en mano como si de un videojuego se tratase. La película se convierte en una caricatura de lo que realmente fue. No obstante, tuvo bastante éxito.

El argumento del filme es bastante justito pero las escenas de acción son decentes. Seagal se luce repartiendo estopa a todo el que se niegue a pasarle información sobre donde se encuentra Richie. Hay tiroteos en abundancia, en uno de ellos Steven le arranca la pierna a un malhechor de un disparo, y peleas salvajes como la de la carnicería en la que el protagonista se defiende con un hacha de carnicero de los ataques de sus enemigos, o la escena de la tangana en el bar del hermano de Forsythe donde a un tipo le parten los dientes con una bola de billar.

La película fue uno de los primeros trabajos de John Leguizamo, que aparece brevemente y de Juliana Margulies. Por su parte Gina Gershon encarna a la hermana de Forsythe. La cinta tuvo relativo éxito y cimentó la carrera de su protagonista haciéndose un hueco en el cine de acción. Junto con Alerta máxima las dos obras más potables de Steven Seagal.

Tolly Devlin (Cliff Robertson y David Kent en las escenas iníciales de chaval de 14 años), busca venganza de los 4 hombres que mataron a golpes a su padre siendo él un chaval de 14 años y de los cuales solo vio las sombras proyectadas sobre una pared desde detrás del cubo de basura donde se escondía junto a la Sandy, la mujer que vivía con su padre y que era una madre para él, llegando a identificar esta a uno de ellos cuando al huir de la escena del crimen tropieza y desde su escondite le ve la cara, dato que oculta a los encargados de la investigación soltando algo así como “no soy un soplón y ya me encargare yo de los asesinos” desde la parte trasera del coche mortuorio que se lleva el cadáver de su padre y al cual se ha subido de un salto.
Con este arranque de película de venganza por su camino y con Samuel Fuller tras la escritura, producción y dirección, solo queda ponerse cómodo y prepararse para paladear lo que se nos viene encima y que es nada más y nada menos que una de las mejores películas de cine negro (sección venganzas) que he visto nunca, rodada con unos medios y una atmosfera que pese a la modestia de su producción y debido al magnífico blanco y negro de la excelente fotografía obra de Hal Mohr (soberbia utilización de luces y sombras), la demoledora banda sonora a cargo de Harry Sukman (habitual colaborador de Fuller), los secos, duros y descriptivos planos apoyados en un ritmo endiablado, montaje y edición marca de la casa, un Cliff Robertson excelente, encarnando a un tipo duro de verdad que no se para en barras para la consecución de su objetivo (algo así como el Walker de Lee Marvin en “A quemarropa 1967” de John Boorman mezclado con el Macklin de Robert Duvall en “The Outfit 1973” de John Flynn), un guion y desarrollo de la trama (que los tipos que mataron a su padre se hayan convertido en los lideres de una organización mafiosa camuflados bajo el manto de benefactores sociales es todo un acierto) que te atrapa y no te deja respirar hasta el último fotograma y el brillante conjunto de secundarios (a destacar Richard Rust, un tipo con un gran parecido físico a Don Stroud, en el papel de frio y despiadado criminal) hace de esta película una verdadera joya de visión obligatoria (te apuesto 1 euro que si no conocías el cine de Samuel Fuller, tras la visión de esta que nos ocupa, te pondrás manos a la obra con su contundente filmografía).

Estamos ante la mayor opera prima bélica del realizador Samuel Fuller, tal vez, su película más ambiciosa. Aunque lo que sí está claro, es que el director no iba a echarse atrás a la hora de reflejar todos los horrores que residen en una guerra.

A través de un reparto muy solvente y acertado, en especial Lee Marvin, Fuller coge un batallón de soldados y los lleva a diversas campañas que compusieron la Segunda Guerra Mundial. A lo largo de estas campañas, seremos testigos de las vivencias, las motivaciones y las desventuras de todo el batallón en pleno conflicto bélico.

Como era de esperar, el realizador ejecuta un ejerció muy elogiable debido a su atrevimiento. Pese a tratarse de un film de factura bélica, su contenido y mensaje es totalmente antibelicista, pues en la cinta hay numeroso ejemplos de lo más crueles que sólo se pueden vivir en una guerra.

Como era de esperar, sus escenas bélicas están magníficamente bien rodadas, sin tener demasiado que envidiar a las producciones bélicas actuales, pues el film contiene imágenes que difícilmente olvidaremos gracias a su espectacularidad y realismo.

El mayor problema que se le puede achacar al film, es su excesiva duración, pues su mensaje se refleja perfectamente bien sin hacer falta, en mi opinión, dos horas y media. Aún así, hay muchos episodios dignos de mención en la película, dignos de Fuller y que valen la pena de ser vistos cada uno de ellos.

En pocas palabras, pese a su larga duración, no deja de ser un film totalmente recomendable para todo aquél que sepa apreciar un film de corte bélico y para todo aquél que quiera ver un drama consistente y bien construido, pues hay muchos momentos donde se muestran los horrores de la guerra magníficamente bien plasmados. Otro punto importante a destacar es la interpretación de Lee Marvin, tal vez, la mejor de su carrera.

Probablemente Samuel Fuller sea más conocido por westerns como Yuma (con Sara Montiel) o films bélicos como Uno Rojo División de Choque. Y es igualmente probable que a muchos de ustedes les pase lo mismo que me sucedió a mi, que Manos Peligrosas ha confirmado aquello de que la vida (en este caso el cine) sigue dando sorpresas, especialmente a eternos aprendices de brujerías cinéfilas como es mi caso.

La película es la resultante de distintos elementos a cual más interesante. Por un lado está el guión del propio Fuller muy bien construido, respetuoso con eso del planteamiento, nudo y desenlace, y sobre todo, claro e inteligible, lo cual es de agradecer. Por otra parte, la fotografía de Joe McDonald, excelente en su conjunto y con algunos primeros planos de Jean Peters absolutamente seductores, así como la música que integra al espectador en la city neoyorkina, metropolitano incluido.

Y sobre todos estos elementos que conforman una gran obra encuadrable en el género del cine negro (rama política, eso si), a destacar el trabajo de los actores: Richard Widmark (de los mejores de la fila dos), Jean Peters (pura sensualidad) y sobre todo Thelma Ritter en una de esas interpretaciones que hacen historia y por la que optó a la estatuilla a la mejor actriz secundaria. Maravillosa Thelma que nos deja a todos absolutamente boquiabiertos. “No tengo nada contra los comunistas. Unicamente, me desagradan” “Soy una mujer cansada...”

Es cierto que podríamos ponerle algun pero. El anticomunismo exacerbado en ese entorno de la senatorial caza de brujas o esa relación sentimental Widmark-Peters, tan rápida como conveniente para la taquilla. Esto es cine. Y el cine tiene sus propias normas y reglas del juego. Pero eso no es una deshonra del film sino todo lo contrario un acierto muy profesional de Samuel Fuller.

Hollywood ha entendido muy bien como explotar al público mundial. Sabe que si crea una buena película, podrá explotarla durante 3 ó 4 continuaciones más, por lo menos. Sólo necesitan un buen trailer y, a ser posible, uno o dos actores de renombre en los títulos. Lo único bueno que tiene la película es eso. Por lo demás, sus actuaciones son bastante normalillas. Jeremy Renner está con lo de siempre, al igual que Rachel Weisz; como mucho se salva Edward Norton.
En cuanto al guión, es el peor de todas las ¨Bournes¨ con diferencia. Desde los 20 primeros minutos te das cuenta de que piensan sacar mas películas con esta precuela-¨mediacuela¨ que se han montado. Y, por el amor de dios, después de 2 horas y cuarto de película, con la persecución más larga que he visto en mi vida (muy cansina y, como de costumbre, increíble, en el sentido de que no se la cree ni el tato), lo único que quiero es que me den un final que pueda digerir, que sepa que no he estado 135 minutos en el cine para nada. Pues así es, los estuve para nada.
Podría decir muchas más cosas, como que en sí toda la película es un despropósito, que ni siquiera el personaje principal tiene algo de garra, que la música es lo de siempre, que Rachel Weisz aburre mucho con sus típicos papeles, y todo eso... Pero sólo acabaré diciendo que no merece la pena verla en el cine ni alquilarla, ni nada.
Hollywood debe entender que lo que hace es estafarnos, y que no les daremos dinero por hacer una película decente y rehacerla tres veces más (más otras dos que, seguro, están por venir).
En conclusión, no merece la pena ni para los amantes del cine de acción. Sales del cine y te sientes sucio. En rigor podría haberle puesto un 5, pero es que no pienso aprobar algo que sólo tiene el propósito de sacarme el dinero, y lo hace de manera tan descarada. El cine se muere.