Película directa al mercado doméstico que me llamó la atención únicamente por Christian Bale, uno de mis artistas predilectos.
Nos encontramos aquí una historia ambientada durante el conflicto bélico de Vietnam, y como un piloto de aviación debe sobrevivir tras un accidente áreo que le deja a mercez de los guerrilleros asiáticos.
La dureza de la jungla, la guerra, el trato y la falta de medios de alimentación van destruyendo poco a poco su persona y convirtiéndole a él y al resto de prisioneros, en animales que luchan por vivir un día más.
Werner Herzog es un director de calidad, que ya lo ha demostrado más de una vez y nuevamente lo hace con una película que pasó totalmente desapercivida, difundida directamente a DVD.
Una gran aportación músical del compositor Klaus Badelt, y aunque del reparto no puedo opinar lo mismo, pues Bale es el único que demostró tener talento, aunque en la parte final más bien hizo un poco el rídiculo.
Aceptable. Aunque si esperas ver combates de guerra, olvidate.

Su comienzo me resultó divertido por una parte, pero soporífero por otra parte.
Una historia en la que la religión predomina sobre su protagonista, cada acto en el futuro tendrá un rumbo hacia una religión, la suya el hinduismo, en la que Visnu es el ente superior que le permite conocer a Cristo, y hacerse a la religión católica (como no, tiene que ser está la que predomine).
Una vez en el naufragio, todos los actos que le suceden son debidos a su dios, el dios de los cristianos, con quien paga sus temores pero a la vez se subleva ante él.
En fin, que en el caso de cualquiera, esperar algo de alguien inventado y que no existe, es como pedirle a un tigre (precisamente) que no te ataque.
Pues bien, tras las sandeces de la religión expuestas en la película, vemos las escenas conmovedoras del hundimiento y posteriormente como Pi debe sobrevivir en medio del océano, acompañado de un tigre de bengala, el cual irá poco a poco dominando para poder convivir juntos, pues la situación de uno en el bote y el otro sobre los flotadores no era la más adecuada, pues entre tiburones, tormentas, etc. No queda otra que acostumbrarse a estar el uno con el otro.
Una situación novedosa, que llega a ser impresionante y que construye el camino hacía un emotivo desenlace.
Pues bien, me ha parecido una película bastante buena ya que no esperaba nada de ella. Por supuesto, la banda sonora es algo que me ha gustado mucho y ha sido encajada perfectamente, una melodía épica que llega al corazón, sobre todo en momentos trágicos.
Pero estoy en desacuerdo total con sus Oscars. Nuevamente la manía estúpida de premiar efectos especiales claromosos de animales, donde se nota el uso del diseño digital aun tratando de hacerlos de la forma más realista, y dejar los que verdaderamente los usarón para idear algo inhexistente, en unas simples nominaciones.
Por los demás, divertida, emocionante, pero no llegará a ser una obra maestra.

Está película es una experiencia alucinante de dramatismo, no pretende ser conmovedora pero es capaz de ablandarte con su incursión músical, con sus trágicas situaciones y con un romanticismo prohíbido.
Juliette Binoche, interpreta a la mujer de un compositor. Éste es víctima de un accidente de tráfico junto con la hija de ambos, y ella trata de recomponer su vida después.
Decide terminar la composición orquestal que su marido llevaba a cabo con otro hombre, el amante de ella. Pero también descubre que su marido tenía una amante, lo que le hace verdadero daño, pero decide enfrentarse a ello y conocerla.
Como ya dije, la composición músical intensífica las escenas, su realismo es duro y cautivador, todo unido consigue un largométraje que provoca sentimientos, tristeza... Juliette Binoche te enamorá con su actuación.
El cine francés es muy detallista, y su fotografía es una de las cosas que lo demuestran. Es impresionante.
Lo cierto es que la película es una obra impresionante de principio a fin, de arriba a abajo... no hay detalle que se le escape, e incluso su montaje es espectacular, su colorido acertado... una verdadera obra maestra.

Quizá pueda tratarse de una denuncia a la corrupción policial mexicana, o quizá una denuncia a la situación social de las cárceles mexicanas... No sé bien, pero puede que ambas cosas, pues lo que ocurre allí no es nada agradable, y puede que haya gente que no le quede más remedio, pero que la implicación policial tenga tantísimo que ver, no da seguridad al país, ni a sus ciudadanos, ni a sus turistas (solo hay que ver lo que le pasó a las chicas españolas, trágica noticia...).
Mel Gibson es un experto ladrón que durante una emocionante persecución, con una voz en off en la que su conciencía nos detalla situaciones, es atrapado en la frontera de México.
Su situación se ve apretada al ser encerrado en prisión, para que los policías puedan repartirse el botín, mientras que un grupo de asesinos a sueldo buscan a quien les robó y a quien tenga su dinero.
Un thriller cargado de secuencias de humor negro, una violencia gráfica intensa y una actuación bastante buena de Mel Gibson, quien no llegó a convencerme del todo en ¨Al Limite¨ después de su regreso al cine de acción, pero que aquí si lo hace.
Aunque su final es muy tópico, lo anterior, la forma en que acaba con todos aquellos que le persiguen y con todos aquellos por los que siente rencor, es una de las venganzas mejor desarrolladas que he visto.
Aún así tampoco estamos ante una joya de película, pasará sin pena ni gloría, pero entretiene lo suficiente.

Michael Mann fue capaz de hacer enfrentar a Robert de Niro con Al Pacino en ¨Heat¨ e imprimirle un ritmo adrenalínico, fue capaz de impresionar con una adaptación épica como ¨El Último Mohicano¨ y desarrollar un suspense cautivador en la trama de ¨Manhunter¨, pero aquí no es capaz de crear un ambiente que una todo ello...
He visto algunas secuencias de filmación que resultarón dignas de película de videoclub, por ejemplo cuando Dillinger (Johnny Depp) asalta un banco y salta por encima de la mesa.
Después el ¨versus¨ entre Depp y Bale, no vale nada, no tiene emoción y apenas se cruzan, para que cuando ocurre por una vez, Depp hace una de sus interpretaciones más regulares de su carrera.
Es protagonista absoluto y la verdad no lo hace nada bien, ni cae en gracia, ni es emotivo y por supuesto su final, bien merecido, pues es el momento que más dramatismo imprime a la película y el verdaderamente emocionante.
Por otro lado, Christian Bale mantiene el tipo y sabe actuar, es quien mejor lo hace de todo el reparto.
Algo que destacar es la banda sonora, pues imprime fuerza a las escenas trágicas y resulta muy conmovedora en algunos instantes.

La tercera entrega de ¨Agárralo como Puedas¨ es la que más veces he visto porque coincidió con mi etapa infántil y la emitían por televisión cada poco.
Sin duda es graciosa, como todas las demás, pero está es un descojone continúo. Desde Nielsen entrando en prisión hasta la gala de los Óscars.
Muchas caras conocidas y el maestro Leslie, montándola entre todos.
Su historia es una parodia al cine de prisiones tipo ¨Brubaker¨, ¨La Fuga de Alcatraz¨...
Personalmente, la mejor de todas, pero como ya dije, por ser la que coincidió cuando era pequeño.

Tim Allen no es un actor que me guste demasiado, su humor es bastante soporífero, pero por una vez me ha convencido y no precisamente a base de sus diálogos cómicos o muecas.
La historia es ¨tipical american¨ donde un hombre hérido por una relación desastrosa, pierde el poco orgullo que le queda recibiendo una paliza delante de su hija.
Un don nadie que de la noche para la mañana se convierte en un personaje querido por sus compañeros de trabajo, aunque todo sea una farsa para que no denuncie a la compañía para la que trabaja, aunque esto él no lo sabe.
Su solución es enfrentarse de nuevo con el tipo que le dió la paliza. Y eso es lo que algunos de sus compañeros ven en él, el coraje para volver a encararse al armario que lo tumbó.
Entre tanto, un estupendo James Belushi le ayuda a aprender defensa personal.
Belushi autoparodianse de su vida, pero siendo sin duda el personaje más carismático de todos y el que realmente aporta humor.
A fin de cuentas es una película de las que te levantan una sonrisa. Con un final feliz, donde todo es bueno y bonito, aunque sea muy películera.

El otro día la pasaban por Paramount Channel y vi que la protagonizaba Sean Connery, un actor que me gusta mucho ver actuar.
Aunque no tengo gran experiencia con su cine de joven, así que era momento de explorar y que mejor que un thriller de ladrones, dirigido por Sidney Lumet (¨12 Hombres sin Piedad¨, ¨Tarde de Perros¨).
Las historias de robos me gustan mucho, pero está en especial tiene algo curioso y es ese comienzo anti-sistema totalmente.
El dialogo que mantiene Connery en la secuencia en que sale grabado por televisión y posteriormente en el analisís junto al psicólogo de la prisión, resulta muy acertado sobre todo para los momentos que vive nuestra sociedad, la de nuestra época.
Pues bien, después de eso, Connery, nos deleitará con diversas secuencias de cama (poco eróticas) junto a Dyan Cannon.
Y cogiendo poco a poco el ritmo, Martin Balsam se encargará de poner precio a los objetos que Connery y su equipo van a robar a plena luz del día.
El enrevesado policíaco empieza a hacer acto de presencia cuando un equipo de inspectores lleva estudiando el caso de Connery desde su salida de la cárcel.
En fin... Me esperaba bastante más, quizá algo más divertido y violento, pero al final aunque no consiguió dejarme la dúlzura en los labios, me entretuvo para compensar.
Un final trágico, inesperado, para cerrar una historia que cuenta un atracto bastante incoherente que termina bastante mal cuando quien lo planeó era un tipo hábil para esos trabajos.
Connery genial como de costumbre, el resto del reparto cumple, pero sin destacar.

Se nota que soy un amante de los thrillers policíacos y de cine negro ¿no?
Pues bien, aquí tenemos una película que en principio prometía. Su anuncio en televisión daba la sensación de un peliculón, y con el gran momento que vive Brad Pitt, siendo el protagonista, ¿qué nos puede esperar?
Pues un tostón soporífero.
Los mejores momentos los protagonizan los dos ladrones: Scott McNairy y Ben Mendelsohn.
Brad Pitt hace unas intervenciones muy extrañas, tiene una interpretación aceptable pero se pierde totalmente en diálogos interminables.
Deja una sensación de influencia Tarantinesca pero también de los hermanos Cohen.
Aún así no es una película del todo convincente. Podría haber sido un ¨Cop Land¨ de criminales matandose entre ellos (en vez policias) pero no ha sido así.
El momento del robo es explosividad. La violencia muy acertada. Ray Liotta viviendo de ser un secundario convertido en una sombra de lo que un día fue.
Aburrida.

Un thriller ¨Made in¨ Tony Scott.
Como no podía ser de esperar, un clásico del cine policíaco de los setenta tendría su remake (lo raro es que aguante tanto ¨French Connection¨).
Pues lo que tenemos aquí es una película muy similar a su original, con ciertos detalles arreglados y con un espectacular John Travolta, insuperable, incluso mejor que Robert Shaw en aquella versión setentera.
Por otra parte, Denzel Wasinghton, sigue sin convencerme con sus actuaciones, y mucho menos las realizadas bajo la dirección de Scott.
Thrillers poco cautivadores, sin ¨chicha¨. Aunque esté remake no está nada mal, me gustó más que la original, pero por su ritmo más actual.
Aceptable, entretenida, pero nada más.
Un final impropio que no hace justicia ni al personaje de Travolta, ni a la propia historia vivida hasta ese instante.

Thriller lleno de tópicos que recuerda a la historia de ¨The Italian Job¨, pero en esté caso Cage debe recuperar a su hija secuestrada.
Nicolas se enfrenta a un viejo amigo, reconvertido en un psicópata interpretado por un acertado Josh Lucas.
Con un comienzo entretenido, la película eleva el ritmo a los altares en cuanto Cage debe recuperar el dinero. Aunque no es un ritmo frenético, pero lo plenamente justo para mantenernos pegado a las escenas.
Un final más tópico que la propia película, y con Nicolas durante todo momento como la verdadera estrella, una película hecha a su medida, simplemente para cumplir un objetivo: divertido al espectador.

Una película impropia de su director. Oliver Stone siempre fue un tipo polémico y director de films de gran calidad, lo que aquí tenemos no dista mucho de las comerciales obras de Michael Bay o de la productora de Jerry Bruckheimer.
Un thriller de cine negro, donde el tráfico de drogas es la causa de tanta violencia desatada.
El pobre John Travolta se convierte en un secundario cómico, con un personaje que sufre más que hace y al final se convierte en el héroe siendo un chaquetero (va con el que más le interesa hasta que le aprietan).
Está claro que la buena época de Oliver Stone ya pasó, una última época viviendo de documentales, secuelas incoherentes y poco más... al final recurrimos a lo sencillo, thriller simple con acción videoclipera, incorporamos unas cuantas caras conocidas de secundarios y ponemos a tres jóvenes de moda: John Carter y Kick-Ass en el papel masculino, y Blake Lively como la niña de sus ojos, a la cual ambos se follan en una relación muy liberal.
Pero es secuestrada por una mala malísima que al final tiene buen corazón, Salma Hayek.
En realidad el cruel villano es el secuaz de Salma, Benicio del Toro.
Y al final, ¡sorpresa! Tenemos la versión realista (la mejor) y la versión tópica de los Estadounidenses, que es con la que cierra una aventura de narcotraficantes, surferos cultivadores de marihuana y uno de ellos un Navy Seal retirado, policías corruptos pero sentimentales al igual que el capo mayor de los narcos…
Encima es una adaptación de un libro, me gustaría saber si es 100x100 una correcta adaptación o han adaptado lo que les ha salido de los huevos recurriendo a lo simple.
Una tremenda decepción de película.
Lo mejor, la actuación de Salma Hayek y Blake Lively, ambas en cualquier caso han estado impresionantes.

Como fiel seguidor de Amanda Seyfried he tenido que adentrarme en el terreno pedregoso de Lindsay Lohan, del cual salí escaldado con ¨¿Se Quién me Mató?¨ pero le di una oportunidad, más por Seyfried que por Lohan.
Lindsay es una actriz que de 40 películas hace 3 buenas actuaciones, pues bien, en esté caso realmente no me disgustó. Su actuación no es insoportable, quizá esa parte le toco a la todavía desconocida por aquel entonces, Rachel McAdams, como rubia tonta y ¨mala¨.
Las otras dos tontas, más tontas todavía, son Seyfried y Lacey Chabert, quienes interpretan a dos personajes que al final son entrañables, una por infantil y la otra por ingenua.
Toques de humor para una comedia poco novedosa con el mensaje de ¨no hace falta ser popular para ser mejor persona¨ o mi preferida ¨dime con quien andas y te diré quien eres¨.
La pijería es lo más insoportable, sobre todo en el papel de McAdams (cuanto bien le hizo ser protagonista en ¨El Diario de Noah¨ porque vista aquí, no hubiese tenido un gran futuro).
Y la transformación de Lohan, muy común en todos los institutos (si también en los de España ocurren cosas así, no tan peliculeras pero similares).

La productora CANNON no pudo resistirse a crear un nuevo héroe, y no solo eso, sino destacar otro nombre para los action hero del cine de acción ochentero, Michael Dudikoff.
A fin de cuentas la película fue un pequeño éxito, pues apenas tuvo un millón de dólares de presupuesto y en Estados Unidos recaudo casi once millones.
El protagonista, Dudikoff, anteriormente nunca había hecho una película de acción, ni tampoco tuvo grandes papeles protagonistas salvo en ¨Despedida de Soltero¨ donde era uno de los mejores amigos de Tom Hanks.
Pero el tipo siempre fue bastante inexpresivo (y después hablan de Steven Seagal...) y además, no es muy hablador, al menos aquí.
Aun así, ¨El Guerrero Americano¨ no nos trae la típica película de mamporros, con ninjas de colores y coreográficas forzadas (eso vendría después), lo que nos trae es una historia romántica entre la atractiva Judie Aronson (¨Viernes 13, 4ª Parte¨) y Dudikoff.
El joven Armstrong es un militar que perdió la memoria, en su base es bastante solitario con lo cual es objeto de burla de sus compañeros, y más aún cuando arriesga la vida de uno de ellos para salvar a la hija del coronel.
Y ahí es donde aparece el fallecido Steve James, aportado sus patadas falsas, sus gritos cursis y su humor descafeinado, vamos todo un Martin Lawrence de los ochenta.
Ante todo, una obra maestra de su productora.

No he visto la original, ni soy seguidor de sadomasoquistas adinerados que se divierten grabándose mientras se autolesionan o se hacen putadas entre ellos, pero la verdad... es gracioso. Hasta ahí llegó la inteligencia humana, hasta el punto de ver a un grupo de gilipollas haciendo lo que mejor saben.
Pero su vida me da igual, lo divertido es ver como al final en muchas ocasiones se hacen verdadero daño y se joden, es ahí donde más reviento a reir.
¿Su proposito no es ese?
A sabiendas de que es real, me resulta más divertido verles cuando lo pasan mal.
P.D. El que va disfrazado de viejo y de vieja, en ambos casos, es repugnante...

Versión británica y futbolística de la película ¨Rompehuesos¨, donde Vinnie Jones encarna el personaje que interpretó Burt Reynolds.
Una nueva visión cargada de humor y con secuencias bastante violentas.
Aunque prácticamente ves una y ves la otra, solo cambian los actores y el deporte, lo más novedoso es que es de las pocas películas que he visto en las que haya fútbol en su historia.
El mayor aporte que hizo está película fue incluir a Jason Statham, donde interpreta a ¨El Monje¨. Menudo fenómeno de personaje.
Personalmente, es preferible a la original, la cual quedó muy desfasada a grandes rasgos, únicamente la historia es lo que mejor se cuidó.

El trailer trató de vender está película promocionando al país de España y con la novedad de que una celebridad como Bruce Willis la protagonizará.
Pues es un engaño total... Willis es un secundario de lujo que no tiene ni 10 minutos de historia, el protagonista auténtico es el nuevo Superman, y su historia es una especie de ¨Caso Bourne¨ pero más aburrida, más lenta y con menos acción.
Sin duda el que pretenda flipar con está película se equivocará salvajemente, ya que lo único que se encontrará es el tipico thriller de agente secreto buscado por organización criminal donde los miembros de su propio equipo están implicados, cambiando de escenario a uno más mediterráneo.
Y lo de Willis que quede claro, ni protagonista, ni nada. Su aparición es como el cebo para llamar a las masas de ignorantes españoles para ver la película solo porque se grabó aquí y ya van a flipar.

Por fin Tim Robbins logra convencerme con una comedia, pues es un tipo con un aspecto gracioso que nunca me ha causado gracia... aunque es un actor bastante notable.
Su personaje vive la situación que cualquiera podría vivir, una situación digna de Michael Douglas en ¨Días de Trueno¨ pero sin ser un sociópata.
Extresado, aburrido y cansado de la rutina descubre a su mujer tirándose a su amante en su propia cama, lo suficiente para que Robbins se vaya de casa y sin ¨nada que perder¨ se aventure junto con Martin Lawrence en una comedia llena de gags y situaciones graciosas.
Entretenida de principio a fin, con un final inesperado y más inesperado es ver a Lawrence haciendo una actuación buena, en su línea pero aquí le ha quedado acertada.
Me partí de risa con la escena de la gasolina y de fondo el ¨Ski-Ba-Bop-Ba-Dop-Bop¨ de Scatman John, memorable.

Jack Nicholson sobreactuando como de costumbre, es el protagonista de está simple historia donde interpreta a un psicótico obsesivo y detallista que se ve ampliamente superado por una estupenda interpretación de Helen Hunt.
Historia aburrida salvada por situaciones cómicas con algunos toques de humor negro en los diálogos, pero demasiado extensa para ser una comedia que poco o nada tiene que contar, donde tampoco se profundiza en la psicología del personaje principal, sino que simplemente nos van presentando varios personajes que conectan entre sí porque le ha dado la gana al guionista, ¿humanización en alguien irracional? ¿ese es el mensaje? ¿que hasta la bestía más terrorífica doblega? Pues menuda tontería si ni siquiera se expone del todo al protagonista, solo deja ver un reflejo de algo en una historia que no sabe que contar.
Personalmente no me parece tan excelente como se lleva comentado desde su estreno, y por supuesto, Nicholson no es para nada tan asombroso como se le ha puesto.
Una película normal y corriente que sin sus estrellas sería puro telefilm.

Una película demasiado sobrevalorada, donde lo único que cabe destacar es el episodio que se vive en Japón, pues es el más trágico y meláncolico.
El vivido por los Estadounidenses es un intento lacrimogeno de dramatismo fácil, aunque Cate Blanchett y Brad Pitt sean unos actores de nivel, su historia no causa tanto impacto.
Y ni que decir de los muchachos marroquíes, su final es muy poco creíble.
La banda sonora fue premiada y creo que injustamente, pues no tiene nada en especial que la haga tan supuestamente ¨grande¨.
Grandísima actuación de Rinko Kikuchi (con razón su nominación al Oscar), y también del siempre excelente Kôji Yakusho.

¨Cartas a Julieta¨ es una de esas típicas películas románticas en las que sucede de todo y podría decirse que incluso es pastelosa, porque los hechos así lo hacen.
Pero hay dos cosas que no convierten a está película en esa típica constante; que está rodada en Italia, dejándonos unos paisajes bellísimos y la actuación de la impresionante Amanda Seyfried.
Aunque su historia es digna de un cuento, el hecho de que suceda todo en plan bonito y maravilloso, es algo que no me gusta más, ya que yo busco más la tragedia. Pero ver a Seyfried protagonizando cada secuencia, hace olvidar todo ello.
Incluso la fomentación a la infidelidad que sucede en la parte final (menos mal que rectifica y después deja al novio, sino menudo viaje, si lo llega a saber... ).
Tiene algunos puntos de humor que la hacen bastante divertida y evita así ser totalmente pastelosa.
Una película normal, pero con el aliciente de esas dos maravillas: Italia, y Seyfried.

Después de una trilogía que rozaba lo pésimo, a cada cual peor y perdiendo fuelle, por fin llegó el momento de Callahan. Para ello solo necesito una frase: ¨alégrame el día¨.
Empieza bien, con mucha fuerza y con Clint Eastwood en su línea, interpretando al duro, frío y machista Harry.
Después empezó a flojear como las anteriores, situaciones largas, aburridas... pero la aparición de Sandra Locke es como una luz en la oscuridad, a parte que ella le da mucha ¨chicha¨ a la historia.
Como es típico de principios de los ochenta y después de la famosa ¨El Justiciero de la Ciudad¨, la trama gira entorno a violación y venganza.
Harry es simplemente el inspector que investiga un suceso de continúos asesinatos, pero su estilo es demasiado particular.
En fin... ¨Impacto Súbito¨ sigue una línea similar, pero más entretenida que las anteriores, por eso es la mejor y más salvable de la saga.

El músical del siglo XXI, el ¨Grease¨ de ahora.
¨La Era del Rock¨ nos ambienta en la época más dorada que vivió Estados Unidos, la década de los ochenta. Una década que tuvo grandes éxitos en muchos aspectos, y musicalmente hablandosobre todo en el Hard Rock, el Glam, el Hair... y el Heavy Metal.
Tom Cruise, protagonista (en cartel) de la película, encarna a una estrella del Hard Rock, un tipo que recuerda a una mezcla entre Axl Rose y Steven Tyler. Su actuación deja un sabor a sobreactuación en muchas ocasiones, pero Cruise es un tipo que me caé genial y nunca me disgusta.
Lo más destacable entre el reparto es el protagonismo de la cantante Julianne Hough, quien aunque cante en playback muchas veces, hace una actuación esplendida.
El resto del reparto la verdad es que deja que desear; Catherine Zeta Jones hace un papel ridículo (sobre todo al final), Russell Brand es insoportable como de costumbre, Diego Boneta va de más a menos... las viejas glorias como Alec Baldwin y Cruise, son quienes tiran del carrito.
La ambientación, los decorados, el maquillaje, el vestuario y el diseño artístico en general es impresionante.
A parte, la elección de la banda sonora es genial, temazos muy buenos y clásicos del género sonando a diestro y siniestro, hacen que las dos horas de película sean amenas.
Personalmente me pareció muy buena, recuperando la esencia del Glam ochentero.
A quien le guste el Hard Rock y el Heavy Metal, disfrutará aún más de sus escenas.

Otra comedia gamberra y absurda que en algo tiene razón, ¿quién no ha soñado con acostarse con alguna de sus profesoras más sexys?
Algunos lo tuvimos al alcance, otros lo cumplieron y la gran mayoría se tuvo que autocomplacer con soñarlo.
Pues bien, aquí la erótica profesora de joven está interpretada por una morbosa Eva Amurri Martino, hija de Susan Sarandon, quien hace el papel de la misma profesora pero 30 años después.
Cuando pasan esos 30 años, nos encontramos a un ridículo protagonista, estúpido e inocente, y por otro lado, a su padre, desenfrenado y endeudado.
Adam Sandler aún tiene momentos y comentarios graciosos, pero su hijo es la cosa más horrible como actor que he visto (con razón la guapa Leighton Maester le pone los cuernazos tirandose a su propio hermano).
Lo bueno de está película, a parte de unos graciosos comentarios y alguna que otra escena, es la banda sonora repleta de clásicos del hard rock ochentero.
Por lo demás, típica, tópica y sin nada nuevo.

Simpática película que no va más allá de ser una recopilación de secuencias absurdas y ridículas protagonizadas por el oso Ted, a quien no le ayudó nada el doblaje en castellano que se realizó aquí en España.
Por otro lado, Mark Walhberg en su intento de hacer más películas de comedia, vuelve a la misma de siempre, es demasiado soso para protagonizarlas.
Lo mejor de está película es la presencia e interpretación de Mila Kunis..
Un detalle muy curioso y gracioso es, la breve aparición estelar de Sam Jones, el mítico Flash Gordon. Aquí su interpretación es buenísima.
En fin, a mi me recordó a una imitación de ¨Paul¨ pero versión oso.