Secuela de aquella divertida “Resacón en Las Vegas” en la que nuestros personajes vuelven a meterse en líos, con consecuencias terribles para ellos. La trama es similar a la primera, sólo que cambia el entorno, pasamos de Las Vegas a Bangkok. Stu va a casarse y, creyendo que está libre de cualquier infortunio, va a revivir, junto a sus amigos, una alocada aventura en este país exótico, Tailandia, en la que no faltarán secuencias surrealistas, un mono que no es lo que parece, persecuciones… todo después de levantarse tras una noche de la que no recuerdan nada. Una vez se van dando cuenta, poco a poco, de las locuras que han hecho la noche anterior, forman una especie de vínculo, esa inocente despedida se tornará en pesadilla. Sí que hay que dejar constancia de que el humor, en ciertas ocasiones, es un tanto chabacano, razón por la cual la película dejaría de ser recomendable para los más pequeños, pero el resto de público podría encontrarla graciosa y pasar más de una hora riéndose. Puntuación: 7/10.

Simpática comedia que tiene buenos momentos cómicos. Nos encontramos con un cuidador de animales algo patoso que tiene que ingeniárselas para conquistar a una chica. ¿Y quién mejor que los animales que él mismo cuida? Se dará golpes y hará el ridículo en varias ocasiones, pero todo por una buena causa. Pero gran parte de lo cómico se lo debemos a la participación de los animales. Entre ellos, podríamos destacar a nuestro mono, cuya voz está doblada por el gran José Mota de los desaparecidos “Cruz y Raya”, el cual da “sabios” consejos a nuestro sufrido protagonista, que mejor no aplicar en la vida real. Dejando a un lado esa comicidad, tiene su lado trágico, representado a través del pobre gorila, al que maltratan continuamente. Comedia dirigida, sobre todo, al público infantil, pero que igualmente podrá disfrutar toda la familia, hará reír en varias ocasiones. Puntuación: 7/10

Woody Allen vuelve a dejarnos una obra maestra en la que, a través de esa romántica ciudad que conocemos como París, nos da la oportunidad de disfrutar de la esencia de sus paisajes, llenos de elegancia, y que no se empañan aunque caiga la lluvia. Una gran película que retrocede al pasado, transportándonos a aquellos “felices años ‘20”, cuando conocidos pintores, escritores y mecenas hacían gala de su arte y conocimiento. Entre los escritores está el norteamericano Ernest Hemingway, ese hombre bohemio tan aficionado al buen vino y las costumbres españolas como los Sanfermines, que comparte su elocuencia y sabios consejos con nuestro protagonista, un escritor frustrado. Asimismo, hacen su aparición grandes pintores como Pablo Ruiz de Picasso, que en aquel entonces estaba inmerso en aquel conflicto con el también pintor italiano Amedeo Modigliani. Los grandes artistas surrealistas Salvador Dalí y Luis Buñuel (célebre director de cine, famoso por su cortometraje “Un Perro Andaluz” y “Las Hurdes, Tierra sin Pan”) también hacen su acto de presencia, sin mencionar a los pintores Matisse y Toulouse-Lautrec. Todos estos personajes forman parte de esta historia en la que viajamos a distintas épocas: pasamos del París contemporáneo a los años 20, e incluso a un París más antiguo, el de la “Belle Epoque”.

En cuanto a las actuaciones, están a la altura, Woody Allen es un genio del cine, incomprendido por muchos, pero adorado por otros. Es una película con momentos cómicos, pero que a la vez requiere cierto conocimiento de la Historia del siglo XX, y ciertas nociones de la literatura de aquella “Generación Perdida” para comprenderla completamente. Si te gusta el cine de Woody Allen y crees que puede hacer películas incluso mejores que “Granujas de Medio Pelo” y “La Rosa Púrpura del Cairo”, tienes una cita en el cine con este gran cineasta. Puntuación: 9/10.

Francis Lawrence, que ya nos había sorprendido con la dirección de “Soy Leyenda” y “Constantine”, cambia de registro y nos sorprende con una muy emotiva cinta. En su reparto, nos encontramos con el célebre “Robert Pattison”, conocido por interpretar al vampiro Edward Cullen en la saga “Crepúsculo”. Su actuación es bastante aceptable, aunque destaca el “malo” de la película; el personaje de August, un malvado hombre que maltrata a los animales e incluso a su propia esposa, está perfectamente representado. Como trasfondo de esta bonita historia, nos situamos en la Gran Depresión en los Estados Unidos; tras el notorio “crack del ‘29”, en 1931, la ley seca está presente, y hay pocas alternativas que satisfagan el ocio de la gente de aquella época. Los espectáculos circenses en aquella época estaban precedidos por números eróticos, y eso en aquella época, y más si hablamos de la América profunda, era algo que despertaba mucho interés. En cuanto a la temática presente en esta película, nos encontramos con varios aspectos a destacar. En primer lugar, somos partícipes del hecho de que la valía de los empleados que trabajaban en el aparentemente cautivador show del circo era prácticamente nula, y los que tenían el poder despedía a los trabajadores lanzándolos desde el tren, sin escrúpulos. Ante todo, por supuesto, está el tema del maltrato hacia los animales, en este sentido, nos mueven, quizás casi a punto de llorar, esas imágenes que demuestran un desprecio total hacia los indefensos animales, que son forzados a divertir al público cuando realmente tendrían que ser felices en sus respectivos hábitats naturales. Con un final cautivador, una extraordinaria música de James Newton Howard (“El Incidente”, “Soy Leyenda”…), nos llevamos una enseñanza: que, en ocasiones, los animales, son capaces de mostrar un comportamiento más ejemplar que nosotros, y llegan a querer a quien les trata bien, más incluso que a los de su misma especie.

“¿Para Qué Sirve un Oso” nos relata la historia de dos hermanos entregados a la naturaleza, uno es biólogo, y el otro es zoólogo. La vida de estos hombres transcurre en una apacible zona de Asturias en la que están en contacto directo con la naturaleza, una naturaleza de una grandeza extraordinaria la que nos muestra Tom Fernández, el director. La fotografía, pues, es muy buena, y ayuda al espectador a darse cuenta de que, poco a poco, estamos destrozando nuestro planeta, las construcciones urbanísticas están cada vez más presentes en nuestra sociedad, forzando a los animales a huir de su propio hábitat. Esta idea queda reflejada en la frase: “La guerra ha terminado. Y hemos perdido”. El reparto de esta película es muy destacable, ya que cuenta con la presencia de Javier Cámara (“Que se Mueran los Feos”, “Los Girasoles Ciegos”…), Gonzalo de Castro (de las series “Doctor Mateo” y “7 Vidas”, entre otras) y Geraldine Chaplin (“Doctor Zhivago”, “Los Indomables”, “El Orfanato”…). Como comedia que es, tiene a su favor la existencia de secuencias cómicas como el momento del hachazo en la cabeza o la vez en la que los dos hermanos se quedan enganchados en el bosque. En términos generales, es una buena película, aquel que esté sensibilizado con temas tan actuales como el cambio climático o la creciente destrucción de los ecosistemas tiene una cita obligada con esta película. Puntuación: 6/10.

Los creadores de “Ice Age” vuelven a sorprendernos con una atractiva propuesta en forma de película animada. En esta ocasión, nos encontramos con un simpático guacamayo que no sabe que pasará de una apacible y cómoda vida en los Estados Uni...dos a ser protagonista de unas apasionantes aventuras en Brasil. El conjunto visual queda perfectamente ilustrado, con una animación que refleja el ambiente festivo que todos conocemos de Brasil, con gente plenamente entregada a una de sus festividades más célebres en Río de Janeiro, el carnaval. Tenemos la ocasión de ver el Cristo de Corcovado y los bonitos paisajes arbóreos de esta tierra. Todo está acompañado a un ritmo de samba muy adecuado para la situación, con música de John Powell y, aunque no aparece acreditado en varios sitios, Carlinhos Brown también pone su granito de arena.
Mi interpretación personal de esta entretenida película es la de que el ave protagonista tiene una oportunidad de saborear una libertad de la que antes no disponía, cuando se da cuenta lo que es dejar de estar enjaulado, todo cambia. Es en Brasil donde conoce a Jewel, y esta experiencia de estar con otras aves le sirve como “escapismo”, y llega a conocer otro mundo idílico. Podría interpretarse, quizás, que existe un mensaje asociado al mundo del cautiverio para estas aves, relacionado con el tráfico de animales exóticos de trasfondo, y que no desean para nada. En cuanto al edulcorado final, podría decirse que esté, tal vez, un tanto estereotipado, aunque no por ello le resta calidad. En términos generales, “Río” no queda como una cinta más de animación, es recomendable no sólo para niños, sino también para aquellos adultos que gusten de buen cine de animación. Puntuación: 7/10.

Bueno, he de admitir que no he leido mucho de la obra de Reverte, sólo leí, hace ya años, ¨La Sombra del Águila¨, y ni qué decir tiene, es un gran escritor, a la espera estoy de leer ¨El Maestro de Esgrima¨. En cuanto a la adaptación de su obra, en el caso que nos ocupa, pareciera ser más una simple esquematización muy resumida de lo que son los libros del Capitán Alatriste. Sin duda, Alatriste es uno de los grandes iconos de nuestra literatura, y en mi opinión, creo que estos libros deberían de haberse adaptado individualmente. Al haber resumido tanto el argumento, llega a dar la sensación de que es un poco difícil seguir la línea entre libro y libro. Ahora, otro tanto es la ambientación que se ha usado, muy fiel a aquella época, como reza la sinopsis, en la que Lope y otras artistas desplegaban sus artes. La figura que más destaca, y de sobra, es Mortensen, es un actor de gran calado en nuestro país, con una gran erudición y dotes interpretativas. En términos, generales, recomendable, pero hay momentos en los que se llega a tornar algo aburrida.