Siglo 2 después de Cristo. El Imperio Romano, en su punto álgido, ha logrado extender sus conquistas hasta los confines de Europa y el este de Asia. En Japón el período Yaoi toca a su fin, y Norte América es un lugar que no aparecerá en los mapas hasta dentro de 1200 años. ¿Y China? Es una cuestión de tiempo de que la corrupción acabe con los 400 años de dominio de la Dinastía Hari. La rebelión ha provocado que los acontecimientos se precipiten y que los despóticos señores de la guerra Jin y Dung Zhuo hayan tomado el control de la dinastía. Pero su hegemonía no ha durado mucho. Como ninguno es lo suficientemente poderosos como para mantener a China unida, ésta se convierte en un grandioso campo de batalla en el que los pequeños ejércitos no cesan de enfrentarse unos a otros en su afán de conquista. El primer hombre que consigue imponerse sobre los demás durante este período de guerra civil es Cao Cao del reino Wei. Gracias a su poderoso ejército llega a conquistar dos terceras partes del país asiático. De los tres estados en los que está dividido el Imperio, es el que está más cerca de realizar el sueño de la unificación. El siguiente señor de la guerra en ganarse un nombre por él mismo es Sun Quian del reino Wu. Para proteger sus territorios más al sud crea la más poderosa fuerza naval nunca antes vista en China. El último soldado que trascenderá en ésta época es Liu Bei del reino Shu, el cuál usa sus excepcionales habilidades para reclutar a los mercenarios más temidos de todo el Imperio, incluyendo al legendario estratega Zhuge Liang. La historia de los tres reinos es una epopeya bélica de proporciones épicas protagonizada por tres carismáticos guerreros...