Antes de que James Cameron nos llevara al fondo del océano con "Abyss" o que "Leviathan" intentara replicar el terror submarino, hubo una pequeña pero intensa película que peleó con fuerza por hacerse un hueco entre los títulos de terror acuático: "Profundidad 6" (DeepStar Six, 1989).
Dirigida por Sean S. Cunningham —sí, el de "Viernes 13"— esta producción ochentera es uno de esos placeres culpables que los amantes del terror y la ciencia ficción recuerdan con cariño, y que merece volver a la superficie para ser redescubierta.
¿De qué va Profundidad 6?
La premisa es sencilla pero efectiva: un grupo de científicos y militares trabaja en una estación submarina experimental, la DeepStar Six, instalada en las profundidades del océano para preparar el emplazamiento de unos misiles. Todo parece avanzar según lo previsto… hasta que accidentalmente destruyen una cueva submarina y liberan algo que llevaba millones de años atrapado bajo la tierra.
Ese “algo” resulta ser una criatura abisal hambrienta y letal que convierte la misión científica en una desesperada lucha por la supervivencia. A medida que el monstruo diezma a la tripulación y los sistemas de la estación fallan, la tensión alcanza niveles claustrofóbicos, con la presión del océano y la amenaza de la criatura cerrándose sobre los protagonistas.
Sean S. Cunningham: Del bosque al fondo del océano
Tras crear un icono del terror como "Viernes 13", Cunningham decidió lanzarse de cabeza a las profundidades marinas con Profundidad 6. Y aunque muchos críticos de la época la tildaron de “serie B”, lo cierto es que la película ofrece exactamente lo que promete: entretenimiento puro, tensión bien dosificada y un monstruo memorable.
Cunningham demuestra que sabe manejar la construcción de atmósfera. La claustrofobia de los pasillos estrechos de la estación, los chirridos metálicos bajo la presión extrema del agua, la oscuridad absoluta del océano… todo contribuye a crear un entorno opresivo que mantiene al espectador pegado a la pantalla.
Una criatura que da la talla
Aunque no tuvo el presupuesto de otros grandes del género, el diseño de la criatura de Profundidad 6 es para aplaudir. Su aspecto viscoso y amenazante, mezcla de crustáceo prehistórico y depredador implacable, genera momentos de auténtico pavor, sobre todo porque Cunningham sabe dosificar las apariciones del monstruo, siguiendo la máxima de que menos es más.
La tensión se acumula gracias a lo que no vemos tanto como por lo que se nos muestra. La idea de que en la oscuridad abisal algo puede estar acechando a pocos metros de distancia es escalofriante por sí sola.
Personajes que funcionan
A diferencia de otras cintas de “terror de criatura”, Profundidad 6 se toma su tiempo para presentar a sus personajes y sus relaciones. Tenemos a la pareja de científicos McBride (Greg Evigan) y Snyder (Nancy Everhard), que aportan una dosis de humanidad a la historia, mientras que el capitán, los técnicos y los militares van llenando el espectro de personajes atrapados en la pesadilla.
No serán los personajes más profundos del cine, pero cumplen perfectamente con su función, y alguno incluso se gana la simpatía del espectador antes de ser, inevitablemente, devorado.
Una atmósfera que mantiene la tensión
Uno de los grandes logros de la película es cómo mantiene la sensación de peligro constante. A la amenaza de la criatura se suma el propio escenario submarino, que se convierte en un enemigo más: escapes de presión, explosiones internas, riesgos de implosión… La DeepStar Six es un lugar hostil donde, incluso sin monstruo, la supervivencia es precaria.
La banda sonora de Harry Manfredini (sí, el de Viernes 13) refuerza la tensión con una partitura que acompaña cada giro con maestría, aumentando el suspense en los momentos clave.
¿Por qué deberías verla (o revisitarla)?
Si te apasionan las películas de supervivencia con un monstruo letal al acecho, Profundidad 6 es una apuesta segura. No intenta reinventar el género, pero sí ejecuta con oficio y pasión todos los elementos que hacen que estas historias funcionen: personajes en peligro constante, un entorno que multiplica la claustrofobia, y una criatura memorable que deja huella.
Además, es una perfecta cápsula del cine de finales de los 80, con efectos prácticos que resisten sorprendentemente bien el paso del tiempo y una atmósfera que sigue funcionando tres décadas después.
Un monstruo del abismo que merece ser rescatado
En resumen, Profundidad 6 no es solo “otra película de monstruos submarinos”. Es una muestra de cómo, con ingenio y dedicación, se puede construir una historia entretenida y tensa incluso sin un presupuesto millonario. Si te gustan las criaturas marinas, las historias claustrofóbicas y el cine de género con sabor añejo, no lo dudes: vuelve a sumergirte en esta pesadilla acuática y disfruta del viaje hasta las profundidades.
NO HAY NADA QUE DEFENDER!
La película es lo que es y no debe disculparse por ello.
Un digno entretenimiento, muy de su época, divertida y con chulos efectos prácticos. Ojalá la mitad de películas de hoy fueran tan honestas y entretenidas.
Mira, esta noche cae un visionado doble. PROFUNDIDAD 6 y LEVIATHAN.
La peli no la vi en su época y me han dao ganas de verla.. recuerdo el poster en el videoclub
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15
barney_z
#16
Peliculón injustamente olvidado, todavía recuerdo ver el trailer en el cine. Es verdad que tarda en arrancar y que las decisiones de algunos personajes son poco creíbles, pero es un clásico B en toda regla
La vi en el cine en su epoca.... Hace poco recordaba ese cine donde justamente vi esta peli, cine al que iba mucho con mi padre en los 80 y que cerro en el 91 o 92 por ahi.. Hoy en dia es un supermercado.... Me dio algo de nostalgia recordando aquellos años...
Dunecito
#1
De mis favoritos del genero acuático
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