Una de la obra de teatro, pero que la he encontrado divertida y la quiero poner. Parece que durante una de las funciones en Broadway, al actor que hacía de Chino se le encasquilló la bala en la escena final. En lugar de gritar ¨PUM!¨ como gracia o hacer una señal a sus compañeros, no se le ocurrióp otra cosa que quitarse una de sus botas y se la tirársela al que hacía de Tony al grito de ¨¡BOTA VENENOSA!¨. El tipo se mantuvo en su papel y se dejó caer y soltó su diálogo como si fuera una función normal. La que hacía de María, sin abandonar el papel en ningún momento cantó el reprise de ¨Somewhere¨, lloró a Tony... Y cogió la bota y soltó todo su monólogo final cambiando ¨pistola¨ o ¨balas¨ por ¨¡BOTA VENENOSA!¨, ¨¡VENENO EN LA BOTA¨ o ¨¡VENENO DE BOTA!¨, entre la carcajada general del público.

El rodaje fua un tanto anárquico. Toda la película se rodó fuera de secuencia. De hecho la última escena que se rodó es Beymer acabando la canción ¨María¨ en un onírico set.

El número más duro de rodar fue el ¨Cool¨, cantado por los Jets. Jerome Robbins estaba entonces al frente de las coreografías, y los intérpretes acabaron hartos de su perfeccionismo (como también lo acabaron los productores, que le dieron la patada, y si no llega a ser por la insistencia de Robert Wise no hubiera sido ni acreditado). Las condiciones climáticas eran duras y el bailarín Eliot Feld sucumbió a un ataque súbito de neumonía que lo mando al dique seco por algunas semanas. Acabado el rodaje del número, todos los participantes quemaron ¨ritualmente¨ sus rodilleras en señal de querer olvidar ese mal trago.

Después de recuperarse del trauma de la primera toma, a Rita Moreno le quedaron ganas de bromear y coló una micro-imitación de su novio de entonces Marlon Brando mientras Anita se va retirando tras el supuesto intento de violación por parte de los Jets. En la premiere, Brando se mostró encantado.

El Shark Gus Trikonis (Chico) tuvo entre sus enemigos de ficción a su hermana Gina Trikonis, que interpretó a la pelirroja novia de Riff.

Por lo que respeta a María, se consideró a Suzanne Pleshette, Jill St. John, Audrey Hepburn, Anna Maria Alberghetti, o Elizabeth Ashley. Hepburn fue le primera elección, pero estaba embarazada, y tras dos abortos quería tener un hijo sano. La italiana Alberghetti hizo un gran cásting y tuvo el papel hasta que Natalie Wood apareció junto a Warren Beatty y logróp ser María por pura casualidad.

La búsqueda de un actor protagonista fue una odisea. Rovert Wise deseaba a Elvis Presley como Tony, pero el Coronel Tom Philips rechazó la oferta al considerar que hacer de navajero daba una mala imagen de su representado, que además ya había hecho de delincuente en ¨El barrio frente a mí¨ y ¨El rock de la cárcel¨. Se intentó entonces con Bobby Darin, que impresionó en el cásting, y tuvo el papel, pero sus compromisos anteriores con su discográfica y otros problemas de agenda lo hicieron abandonar.
Resignados a encontrar a un actor que no supiera cantar, se consideró a gente como Warren Beatty, Tab Hunter, Anthony Perkins, Russ Tamblyn, Burt Reynolds, Troy Donahue, Richard Chamberlain, Dennis Hopper, Gary Lockwood y Richard Beymer. Al final quedaron cuatro finalistas: Perkins, Beatty, Beymer y Tamblyn. Perkins, que quería hacer un papel totalmente distinto al de Norman Bates, era el favorito en la industria y los medios. Wise quería a Beatty, pero pinchó en el cásting: la que destacó allí fue su novia de entonces Natalie Wood, que solo venía a acompañarlo y leer líneas de diálogo,
Con Tamblyn como Riff (quitándole el papel a George Chakiris, que era Riff en el West End londinense: todos salieron ganando), Beymer, la elección más improbable, se llevó el papel. Esto es lo que según el actor causó la animosidad de Natalie Wood hacia él: ella quería que su Warren fuera su Tony.

Rita Moreno tuvo una dura infancia, y durante la primera toma de la escena en que hay un conato de ¨gang rape¨ de los Jets sobre ella, recordó con viveza los abusos sexuales de los que había sido víctima. Perdió el control de sus actos y empezó a berrear desesperadamente. A los gritos y lágrimas de la actriz, los Jets reaccionaron parando la toma e intentando darle consuelo. ¨El público va a odiarnos por esto¨, coincidían en comentar mientras tanto algunos de ellos.

Al igual que en Broadway, Jerome Robbins deseaba que hubiera un ambiente tenso entre Jets y Sharks, así que les pidió que no se comunicaran entre ellos y se gastaran bromas pesadas mútuamente fuera del set para crear un ambiente de animosidad.
Tamblyn comentó que aunque se intentó, desde el principio que esto no podía hacerse: había más Jets que Sharks y como mínimo un Jet compartió habitación de hotel y convivencia con un Shark.

Se cuenta que la mala química entre Wood y Beymer era tal que Robert Wise y Jerome Robbins consideraron seriamente despedirlos a ambos por actitud poco profesional.
Russ Tamblyn dice que solo se decían ¨buenos días¨ a desgana al empezar la jornada laboral, y el resto fueron todo diálogos de la película.

El reclusivo Richard Beymer odia esta película, y no sin razón. Siempre ha considerado que su cásting fue un error por parte del equipo, que no sabía ni cantar ni bailar, que le hacían decir tales gilipolleces que estropeó varias tomas de los ataques de risa inoportuna que le daban, que detestaba a Natalie Wood y que, en resumen, el producto se hubiera beneficiado con otro actor protagonista. Tanto es así que cuando la película cumplió 50 años no se le pudo localizar, llegándose solo a saber que estaba ¨vivo y reside en Iowa¨.

No ha sido hasta el retorno de ¨Twin Peaks¨ - de la que sí siente un gran orgullo - que el veterano actor ha reaparecido por Hollywood.

Tras la premiere, Russ Tamblyn iba con los otros intérpretes por el vestíbulo del cine recibiendo golpecitos y felicitaciones cuando unas manos lo agarraron con violencia de las solapas. Eran las de un emocionado Fred Astaire: ¨Russ, siempre he admirado tu trabajo, pero aquí te has superado¨. A Tamblyn aún le dura el pasmo de haber conocido así a su ídolo.

Los pantalones de los actores fueron tratados para darles elasticidad, pero bailar con tejanos es difícil. George Chakiris se cargó sus dos pares en una sola escena, quedando literalmente con el culaco al aire ¨y lo peor es que ¨allí¨ no iba maquillado¨, dice. ¨Como no podían coser el agujero, me dieron unas mallas negras para ponérmelas debajo de los pantalones. También se me rompieron por ahí¨.

Los sonidos guturales que hace Mostro la ballena corrieron a cargo del actor Thurl Ravenscroft, que más tarde sería popular por ser la voz original de Tony el tigre, la mascota de los Frosties de Kelloggs que decía que había que despertar el tigre que haía en nosotros (¿desayunaba, pues, Frosties, Mark Lenders/Toshiro (o Steve) Hyuga?).

Hasta ¨The Artist¨, ¨El apartamento¨ fue la última película 100 % en blanco y negro que ganó el Oscar a la mejor película (recordemos que ¨La lista de Schindler¨ tiene un par de escenas en color).
Sí que es en cambio la última película rodada en blanco y negro que se llevó la estatuilla, pues ¨The Artist¨ fue rodada en color y tratada informáticamente a posteriori.

La Disney presume de que el disco con la BSO de esta película, entonces editado por RCA, fue el primero que contenía las palabras ¨original soundtrack¨ en su título.

La animadora de FX Sandy Strother se pasó todo el rodaje escribiendo un diario sobre el día a día de su departamento y descripciones al detalle de las técnicas que utilizaban. Después lo entregó a los archivos de los estudios de Burbank.
Consta que en 1989 se usaron como referencia para varias escenas de ¨La sirenita¨.

Una anécdota que con el tiempo se va haciendo más sonada: a álguien en el departamento de publicidad de Disney se le ocurrió que en el estreno en Nueva York se dispusieran sobre la marquesina del Center Theatre 11 enanos disfrazados de Pinocho para que hicieran cabriolas y saludaran al público.
Así las cosas, los actores empezaron a hacer su trabajo al mediodía, supongo que en un día bastante cálido para la época, pues un par de horas después estaban agotados casi hasta el punto de la deshidractacíon. Cuando llegaron los tenempiés, parece ser que lo hicieron acompañados de litros y litros de lo que se dice era cerveza, vino, o incluso algunos licores más fuertes.
Total, que los tíos empezaron a beber como esponjas. Al cabo de un rato estaban como una jodida cuba y allí empezó el cachondeo: tras desnudarse, empezaron a enfrascarse en concursos de eructos, a gritar obscenidades a las señoras (ya se sabe, eso de ¨Quisiera ser pirata...¨) e insultar a los niños que pasaban y a jugar a los dados.
Ante el estupor del público, se tuvo que llamar a la policía y se intentó desalojar por las buenas a esa pandilla de borrachos, que se resistieron, por lo que la cosa acabó en un asalto policial en toda regla a la marquesina que acabó con todos los Pinochos nudistas y ebrios arrestados.
Esa noche se pudo celebrar la premiere mundial de la película sin incidentes, pero tras ese fiasco, creo que sobra decir que posiblemente rodó alguna cabeza en el estudio, y que por algo será que para beber alcohol en los parques temáticos Disney se tenga que contar con un pase VIP bastante difícil de conseguir y entrar en un recinto semiescondido: el famoso Club 33.

No se escatimó dinero para hacer secuencias visualmente atractivas: los planos de Pinocho yendo a la escuela y cantando con el zorro y el gato requirieron cámaras especiales y costaron un total de 85.000 $. Todo por un minuto y medio de metraje.

El animador Ward Kimball diseñó a Pepito Grillo como un ser antropomorfo, parecido a lo que sería lo que suponemos que es un grillo (pueden verse los diseños por internet). A Disney no le gustó y exigió un diseño más mono, por lo que Kimball decidió crear, según decía él, ¨un hombrecillo con cabeza de huevo y sin orejas. Y lo único que lo hace un grillo es porque así lo llamamos¨.

Se dice que para dar un aspecto más sexy al Hada Azul, los animadores añadieron varios rasgos basados en Jean Harlow a este retrato de la ya atractiva Evelyn Venable.
Como mínimo Pepito Grillo se pone bien farruco cuando ésta se le acerca...

Tras el éxito de ¨Blancanieves¨, Walt Disney estaba tan ufano y enchulado que durante la entrega de su Oscar honorífico hizo un discurso de 25 minutos explicando al público que le llamaba loco hacía un año los pormenores de la preproducción de Pinocho. Parece que su entusiasmo despertó mucho interés en el público, que lo escuchó, tomo el adjetivo que he visto, alucinado.

Para lograr cierto realismo, se encargaron modelos funcionales de los extraños relojes y cajas de música de Gepetto para comprobar que también podrían funcionar en la vida real.

Walt Disney reclutó para esta película a un ex-cámara de la casa llamado Bob Jones, que se había pasado al teatro de marionetas con gran éxito. Jones fue incorporado al equipo para enseñar a Frank Thomas, animador principal de las escenas iniciales de la película, a mover una marioneta con el realismo necesario. Incluso se rodaron como referencia planos de Jones disfrazado de viejo y moviendo una réplica real del muñeco de la película.
Acabada la película, Jones recibió una estatuilla que representaba la cabeza de Pinocho y el permiso jamás firmado pero sí rubricado con ¨Tío Walt¨ con un apretón de manos para fabricar marionetas oficiales de la Disney, cuyos diseños se siguen vendiendo en los parques temáticos del actual coloso multimedia.

Pero no acaba aquí esta curiosidad: Jones decidió seguir en el cine como marionetista y asesor independiente de animación. Participó en películas como ¨La bruja novata¨ y ¨Encuentros en la tercera fase¨ así como en la serie original de ¨Star Trek¨.
El muñeco de referencia fue puesto en una vitrina a la vista de todos los trabajadores en una habitación del departamento de animación, hasta que ésta fue tapiada para poner una instalación telefónica. Todo el mundo se olvidó de esa bonita marioneta hasta que en 2004 fue redescubierta en muy buen estado durante unas obras. Y allí sigue expuesta.

Walt Disney reclutó para esta película a un ex-cámara de la casa llamado Bob Jones, que se había pasado al teatro de marionetas con gran éxito. Jones fue incorporado al equipo para enseñar a Frank Thomas, animador principal de las escenas iniciales de la película, a mover una marioneta con el realismo necesario. Incluso se rodaron como referencia planos de Jones disfrazado de viejo y moviendo una réplica real del muñeco de la película.
Acabada la película, Jones recibió una estatuilla que representaba la cabeza de Pinocho y el permiso jamás firmado pero sí rubricado con ¨Tío Walt¨ con un apretón de manos para fabricar marionetas oficiales de la Disney, cuyos diseños se siguen vendiendo en los parques temáticos del actual coloso multimedia.

Pero no acaba aquí esta curiosidad: Jones decidió seguir en el cine como marionetista y asesor independiente de animación. Participó en películas como ¨La bruja novata¨ y ¨Encuentros en la tercera fase¨ así como en la serie original de ¨Star Trek¨.
El muñeco de referencia fue puesto en una vitrina a la vista de todos los trabajadores en una habitación del departamento de animación, hasta que ésta fue tapiada para poner una instalación telefónica. Todo el mundo se olvidó de esa bonita marioneta hasta que en 2004 fue redescubierta en muy buen estado durante unas obras. Y allí sigue expuesta.