Para interpretar a Salvador, el director Jordi Mollá llegó a ofrecer el papel a Johnny Depp, a quien conoció durante el rodaje de Blow.
Partiendo de un decorado de ciencia-ficcion, Mollà crea personajes marginales, subproductos de ¨Crónicas marcianas¨ y los mete en un auténtico circo romano, tal vez sería más correcto usar el término de ¨circo mediático¨, en el que los delincuentes son juzgados por un público crispado cuyo lema es ¨quien la hace la paga¨. Pero las ejecuciones en directo han perdido el favor del público en favor de las autopsias, vísceras a tutti plen.
Los personajes llevan nombres alegóricos. El mejor amigo de Salvador es Ángel, la mujer de la que se enamora es Esperanza y Bigardo, el rival de Salvador, lleva un look totalmente demoníaco. El único que no tiene nombre es el presidente de la cadena, un cínico ejecutivo italiano que tiene muchos paralelismos con conocidos personajes de la vida pública.
Curiosidades: 4
sacerdote judas
La película se iba a titular originalmente ¨Dios está en el aire¨.
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