Burt Reynolds odió este proyecto desde el principio. Lo hizo por amistad a Hal Needham y porque le ofrecieron el sueldo (en términos relativos) más alto jamás pagado a un actor hasta la fecha: 5.000.000 $ de 1980 por solo 4 semanas de trabajo.
Reynolds nunca negó que haciendo las dos películas de Cannonball se vendió al mejor postor.
La costumbre de Jackie Chan de poner pifias durante los créditos finales de sus películas le vino de su trabajo aquí: la idea le encantó.
Jackie Chan se indignó al saber que su personaje, que incluso habla en chino durante toda la película representaba ser japonés. No quería saber nada de una posible secuela, pero tuvo que hacerla por obligación contractual.
En un principio, Seymour debía ser un chiflado que se creía James Bond, pero Roger Moore, que se mostró muy interesado por el proyecto, tuvo que pactar con “Cubby” Broccoli que el nombre de James Bond no sería usado para mofa, befa o escarnio del personaje.
Así pues, Seymour pasó a ser un chiflado que se creía Roger Moore o bien que Roger Moore es en realidad un señor que se llama Seymour. Es interpretable. Un chiste que les salió afortunado.
En un principio, la película iba a ser mucho más seria, y hubiera sido la película que hubiera seguido a “Cazador a sueldo” en la filmografía de Steve McQueen. Sin embargo, su fallecimiento llevó a replantearla como comedia. Burt Reynolds sustituyó, pues a McQueen, y un papel que debía hacer Don Rickles pasó a Sammy Davis Jr.
Está basada en hechos reales pues el guionista Brock Yates, editor de la revista Car & Driver, habia organizado entre 1973 y 1978 varias carreras como las de la cinta.
En febrero de 2011 Badass Digest informó de que el realizador Guy Ritchie, podría hacerse cargo de un más que posible remake.
Curiosidades: 8
bigladiesman
Se tuvo que lamentar un terrible accidente en que la doble especialista en esquí Heidi Von Beltz, de solo 24 años, quedó cuadraplégica.
La doble que debía hacer la escena se vio obligada a abandonar el rodaje para atender a un familiar enfermo, y uno de los coordinadores de especialistas y el novio de Von Beltz la convencieron de que era muy fácil. No contó con que una furgoneta impactaría de lado con el coche donde iba (he concluído que iba de copiloto en el Aston Martin DB6 de Seymour), al que encima le habían quitado los cinturones de seguridad.
Por supuesto, acabó todo en los tribunales.
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