Recuerdo que en su momento la emitían muchísimo en la tele y me encantaba verla — al igual que la sucedánea PARADISE —, por ver el incipiente amor que se creaba que me parecía(es) ingenuo y mágico, y el descalabro de sobrevivir en la isla Yasawa(Islas Fiji) esperando la oportunidad de atisbar una nave para ser rescatados. Pues hoy, esa ingenuidad, con obviedad, ha desaparecido, asimismo, la he visto con la misma curiosidad lo que se muestra.
Las imágenes que más recordaba eran la del parto y la del niño Paddy, cuyo parecido con el muñeco Tiritón es apreciable, chillando como cantante metalero al esparcimiento de barro en sus cuerpos, y he sentido la ambivalente sensación de angustia y ternura. Dentro de su monotonía, el sopor no tiene espacio. Las imágenes idílicas me producen anagogía y el verla de nuevo me ha causado nostalgia.
Parnaso
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Recuerdo que en su momento la emitían muchísimo en la tele y me encantaba verla — al igual que la sucedánea PARADISE —, por ver el incipiente amor que se creaba que me parecía(es) ingenuo y mágico, y el descalabro de sobrevivir en la isla Yasawa(Islas Fiji) esperando la oportunidad de atisbar una nave para ser rescatados. Pues hoy, esa ingenuidad, con obviedad, ha desaparecido, asimismo, la he visto con la misma curiosidad lo que se muestra.
Las imágenes que más recordaba eran la del parto y la del niño Paddy, cuyo parecido con el muñeco Tiritón es apreciable, chillando como cantante metalero al esparcimiento de barro en sus cuerpos, y he sentido la ambivalente sensación de angustia y ternura. Dentro de su monotonía, el sopor no tiene espacio. Las imágenes idílicas me producen anagogía y el verla de nuevo me ha causado nostalgia.
Mítico film ochentero.
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