Inglaterra, el presente. Has sido un ladrón de bancos en Manchester durante los dos años pasados, embolsando tres millones de libras. Pero tu último ¨trabajo¨ fue terriblemente mal. Tus operaciones pacíficamente normales se volvieron un baño de sangre, dejando a cuatro personas disparadas a muerte. Has logrado escapar y pasar tu botín a un amigo en Río de Janeiro, con la intención de seguirlo tan pronto como sea posible para empezar una nueva vida bajo el sol. Pero los policías siguieron tu rastro a medida que dejabas Manchester en tu Capri de confianza, afectivamente llamado ¨Kevin¨. En una de esas devanadas carreteras de Pennine con hermosas vistas (especialmente en invierno) tu coche simplemente ¨se volteó¨ en una cuneta. Afortunadamente has escapado ileso, pero tu compinche de combustión interna se fue a la zona de desagüe en el cielo. Así que aquí estás, con John sin ruedas, sin un amigo de confianza en el hemisferio norte. Sin embargo, tienes un piso bastante diminuto en Wittersley, ¡pero eso está a 30 millas! Buena suerte... ¡la necesitarás!