Correcta realizacion para la epoca, aunque el control y ciertos detalles en la jugabilidad no lo hacian perfecto. Aun asi, su principal defecto era que... ME LO ACABE EN 40 MALDITOS MINUTOS SIN USAR LAS CALAVERAS. Usando estas calaveras (que destruian todo lo que habia en la pantalla), el juego te duraba poco mas de 20 minutos, y eran juegos muy caros en aquella epoca...

Tremendo fraude lo de este juego. La historia es buena, aunque poco original, peroooo, oh, pero: los graficos no son nada del otro jueves, los enemigos se repiten hasta aburrir, casi todas las armas estan muy vistas (las que no, son mas inutiles que un trasplante de apendice)... La jugabilidad se podria haber salvado, pero la IA de los enemigos es nula (no puedes, siquiera, intentar rodearles, siempre miran hacia ti, como si fueran malditas brujulas...), y el desarrollo esta mas atrasado que el del PRIMER DOOM: avanza, mata, recoge armas y municion, avanza, mata, recoge... ¡Por Dios, que estamos en el 200 y pico!

Despues del enorme exito de la primera parte, tanto en recreativa como en sus diferentes versiones domesticas, no me extraña que Taito le cambiara el nombre a esta ¨joya¨ para traerla a Occidente: si hubiera conservado el nombre de Rastan nos lo habriamos tomado como un insulto. Tan solo se salva el modo ¨a dobles¨, aunque tambien es verdad que en la epoca era casi obligado poder jugar 2 jugadores... Me quedo con la primera y la tercera parte (en ese orden).