Uno de los peros survivals de la nueva generación. Infame es que le hayan puesto el mismo nombre de una saga que tuvo su/ momento/s de gloria. Para ser justos, algunos capítulos anteriores bajaban de nivel, pero la media era buena. Éste que nos ocupa es el peor en todos los aspectos junto con su horrible segunda parte...

Principio y fin del género shoot´em up y fin último de nuestra existencia. Que un juego siga vigente veintitantos años después lo dice todo...

Al igual que los Xtreme Volleyball para Xbox: un montón de chorbas en biquini y poco (o nada) de juego. Sólo para salidos...

Buen juego de acción en tercera persona que imitaba el sistema de coberturas de Gears of War y añadía elemntos de otros juegos y otros originales, como el arma principal del ¨héroe¨. Sin embargo, las semejanzas con GoW quedan en ese detalle, ya que el juego no es tan grande como el citado en gráficos y jugabilidad. Aún así, merece la pena echarle un vistazo.

Curiosa mezcla de Rol y survival exclusivo de Dreamcast. El juego estaba muy bien teniendo en cuenta la calidad de la primera hornada de la blanquita de Sega. Desgraciadamente, ni éste ni sus antecesores pudieron ser disfrutados por aquestos lares.

Pues por lo que se ve, en 360 estaba un pelín mejor XD. Es broma... No está tan mal, aunque le lastran algunos fallos dignos de máquinas inferiores. Pero es divertido y aprovecha muy bien la licencia, por lo que se recomienda para fans del cómic. Lógicamente, si se le compara con los pesos pesados del género (léase GoW, por ejemplo) sale perdiendo por goleada.

De acuerdo con la mayoría: correcto, pero no genial. Lo del mapa se puede superar y le da un toque de realismo. El apartado técnico es bueno, sin demasiado alarde. Pero donde pierde más es en las comparaciones con Deep Fear y Carrier, ya que sale perdiendo por un poquito.

Nos encontramos con una curiosa mezcla de los Dinasty Warriors de Koei con toques de rol. Si no te gusta ninguno de los dos géneros, olvídate del juego. Si te gustan los machacabotones, pilla Dinasty Warriors Gundam o, mucho mejor, Ninety Nine Nights (o espera a su segunda parte. Si te gusta el rol, tienes catorcecientos ejemplos de buenos juegos orientales (Final Fantasy, Blue Dragon, Lost Odyssey...) y occidentales (Oblivion, Fable, Fallout 3...). No me malinterpretéis, el nivel técnico es muy bueno y es bastante entretenido, pero no llega a llenar como beat´m up ni como juego de rol.

Correctillo juego FPS ¡español!, con gráficos, sonido y ambientación que le harían tener pesadillas al mismísimo Clive Barker. Pero, eso sí, la jugabilidad y la dificultad no están pulidas del todo. Es el típico juego que se valora más si no pagas 70 ¨eurazos¨ por él...

El juego no generaba gráficos en 3D, de hecho, salió primero en la Philips CD-i que no tenía capacidad poligonal (era más un reproductor que una consola). El juego usaba secuencias FMV, es decir, vídeos pregrabados. Nosotros sólo manejábamos un punto de mira y, si acertábamos, el vídeo nos mostraba la correspondiente explosión del enemigo. A mí me recordaba mucho al Cobra Command de Data East para arcades y Mega CD, pero mucho peor...

Desde que descubrí el arcade Haunted Castle (Akuma jo Dracula en Japón) en 1988, me declaré fan de la saga Castlevania. Sin embargo, el tiempo ha puesto algunas cosas en su lugar, de tal forma que le declaré la guerra a la absurda dificultad que ciertas compañías le cascaban a ciertos juegos. Pasarte Castlevania IV para Supernintendo o Bloodlines para Megadrive era cuestión de práctica, pero era posible. Sin embargo, la mayoría de capítulos de la saga, empezando por éste, eran desquiciantes e imposibles. No me voy a molestar en hablar de gráficos, sonido, etc., ¿para qué, si no se pueden disfrutar...?

¡OOOOOOH! ¡El survival olvidado de mi querida Dreamcast! Chicos, es una pena que algunos juegos, sin ser la ¨creme de la creme¨ se mantengan en el olvido. El juego era muy bueno, sin alardes si lo comparabas con Code Veronica, por ejemplo, pero muy bueno. Tenía su aquél que lo hacía diferente, como el inventario en tiempo real que te obligaba a estar a cubierto si querías cambiar de arma o curarte, lo que le daba mayor tensión y emoción que ningún otro (queda muy bonito que te ataquen y, por mucho que pulses el botón de inventario, te sigan atacando...). Aún así, no era perfecto, pero merecía mucho la pena.

¡¡¡Norikooooh!!! ¡Le has puesto demasiada nota! Al igual que Mortal Kombat la gente pensaba: sangre=jugabilidad y diversión... ¡¡¡Quiá!!! Gráficos ¨rubbish¨ (¡gracias, Mean Machines!), control ¨descontrolado¨, sonido ¨pluf¨... pero, ¡eso sí!, tenía sangre... Patético.

Originalmente llamado Bullit en PS2 fuera de nuestras fronteras, cambió de nombre por aquestos lares precedido de una necesaria polémica (o innecesaria, según) para elevar la fama del juego (¡publicidad gratis!). Nos encontramos con un sandbox, para el que le guste el género, pero inferior en todo a los GTA, aunque, eso sí, no es tan bestia y es más original. Aceptable.

Totalmente coincidiendo. Es como mezclar un juego de lucha con Altered Beast. Hubiera sido la leche en verso si hubiera tenido más personajes y/o modos de juego. Las secuelas, en el mismo nivel aunque con algunos personajillos más.

Si se te caen las lágrimas recordando tus viejos elásticos, éste es tu juego. La banda sonora, la ambientación, el desarrollo, el prota... todo es, pues eso, muy heavy. Incluso si no eres integrante de esta veterana tribu urbana podrás disfrutar de un gran juego, largo y entretenido y, a ratos, original. Eso sí, te perderás las constantes referencias al mundillo.

¿Una bruja repartiendo cera a base de golpes, disparos y hechizos? ¿No se llamará Bayonnetta, verdad? ¡Pues no! Se llama Bullet Witch y aquí acaban las semejanzas con el título de Sega (por cierto, éste es anterior). Los gráficos son penosos, y el desarrollo no descubre la penicilina videojuegil, precisamente. Entretenido a ratos, pero sólo si no tienes que pagar por él.

Normalito juego de acción pensado sólo para los muy fans de la serie. A su favor, varios personajes a elegir (incluído Spike) y mucha acción, golpes, hechizos, etc. En contra, desarrollo muy visto y nivel técnico del montón. El capítulo anterior de Xbox era infintamente mejor.

En la línea del primero, sin alardes, sin innovaciones, sin nada que destacar... Teniendo en cuenta que el primero no era tampoco ninguna maravilla, que no fué un superéxito y que este no aporta nada, ¿qué sentido tiene esta continuación? Poco. Solo para incondicionales.

Discreto juego de acción que no aporta nada nuevo a un género ya muy desgastado, con un nivel técnico justito y, eso sí, mucha sngre para ambientar. Sólo para fanáticos del género y/o los vampiros y gente muy conformista.

No deja de ser curioso que un estudio que se marca cacho juegaco como el que nos ocupa desparezca en la más absoluta de las ruinas económicas. Así no extraña que sean pocos los españoles que se dedican actualmente a esto de los videojuegos. El juego en sí es casi perfecto: acción, aventura, gráficos geniales, sangre y violencia... una joyita que se debería rescatar de este injusto olvido.

Discreto FPS de los que ya existen miles y que no destaca en nada. Aunque el apartado técnico es correcto, tendrás el 2deja vu¨ de haber vivido sus situaciones en otro/s momento/s. Aprobadillo por los pelos.

En Xbox hay tropecientos mil juegos mejores en este género. El nivel gráfico es muy bueno, pero la falta de argumento y un desarrollo simplón, corto y repetitivo echan por tierra los geniales gráficos y ambientación. Una pena.

Segundas partes nunca fueron buenas... ¡Era broma! ¡No es buena, es tremenda! Todo lo dicho del anterior juego es aplicable aquí. Eso sí, compensa un aumento del nivel técnico con una disminución de las sopresas (todo nos suena muy ¨familiar¨) y cierta repetición con respecto al anterior. Aún así, indispensable.

Una de las mayores sorpresas que nos ha deparado la nueva generación, con un aparatado técnico de escándalo y una historia absorbente como pocas. La idea de introducir elementos propios de rol y/o aventura en un FPS es acertadísima, aunque puede no agradar del todo a los más puristas. Con todo, un gran acierto.