Un simpático cortometraje con tintes cyberpunk y postapocalípticos que básicamente nos plantea un mundo futurista donde la gente ha quedado tan enganchada a las realidades virtuales (en este caso personificadas por un videojuego bélico) que ha olvidado vivir sus propias vidas.
El corto no tiene desperdicio alguno y considero que lanza un mensaje bastante acertado.
Raúl Rubio Peñas
8
Un simpático cortometraje con tintes cyberpunk y postapocalípticos que básicamente nos plantea un mundo futurista donde la gente ha quedado tan enganchada a las realidades virtuales (en este caso personificadas por un videojuego bélico) que ha olvidado vivir sus propias vidas.
El corto no tiene desperdicio alguno y considero que lanza un mensaje bastante acertado.
Reportar