España,
06 de Septiembre de 1966 57 años Un poco de su vida:
Estudió en los jesuitas de Chamartín, pero abandonó los estudios a muy temprana edad y empezó a ganarse la vida como podía, bien fuese cantando en el metro (donde su propia madre le dio limosna) bien fuese presentándose a unas audiciones.
En 1983 Jaime Chávarri le encomendó el papel juvenil principal de "Las bicicletas son para el verano", basado en la obra teatral de Fernando...
+ Fernán Gómez. En ella Gabino debía expresar cierta inocencia que a lo largo del metraje acabaría rota debido a los horrores de la Guerra Civil española y la inminente detención de su padre, ideológicamente afín a la II República. Su interpretación recibió algunas críticas negativas.
A pesar de ello Fernando Fernán Gómez le dio otra oportunidad en "El viaje a ninguna parte" (1986), donde encarnó al hijo del personaje encarnado por José Sacristán, un muchacho que desaprueba la profesión de su progenitor -cómico-, y que se veía obligado a acompañarle durante toda la gira durante la cual llegaba a aceptar la figura paterna.
En 1989 Carlos Saura le dio la oportunidad de su vida en "¡Ay, Carmela!", donde se puso en la piel de un mudo que recorría todos los rincones de una España en plena contienda. Como en "Las bicicletas son para el verano", su personaje quedaba herido moralmente tras una traumática experiencia: la muerte de Carmela, una amiga que le acogió cuando él no tenía nada. La Academia de Cine Española le recompensó con el Premio Goya a la mejor interpretación masculina de reparto, que Gabino dedicó al entonces recientemente fallecido Luis Escobar, quien había abandonado el mundo en siniestras circunstancias.
Tras el éxito obtenido, Imanol Uribe le permitió encarar un personaje histórico, Felipe IV, en "El rey pasmado" (1991), con la que obtuvo su segunda candidatura a los Premios Goya. Su composición de rey botarate, que despertaba a los placeres del sexo gracias al encuentro placentero con una prostituta, lo consolidó en el panorama nacional.
1992 trajo dos reencuentros. El primero tuvo lugar en la filmación de "Tierno verano de lujurias y azoteas", donde le dirigió por segunda vez Jaime Chávarri, quien le encomendó mantener en la ficción un idilio con Marisa Paredes.
El segundo tuvo lugar en "Belle Époque", donde volvió a coincidir con Fernando Fernán Gómez. En ella Gabino se hizo cargo del personaje más extremo de la obra: un joven zángano desvalido, castrado afectivamente por una madre posesiva y carlista que le provoca cierta tendencia a una auto-represión que al final de la obra da paso a una liberación relativa relacionada con su intento de matrimonio con una de las hijas de un hombre mayor, Manuel.
Precisamente esa imagen débil le permitió acceder a un importante papel en "Los peores años de nuestra vida" (Emilio Martínez Lázaro, 1994), si bien en esta ocasión ofreció una ligera variante: Gabino seguía siendo el débil del cine español, pero también un ser con facilidad de palabra, generoso, lúcido y que sabía aceptar la derrota; un joven alérgico al trabajo estable, que se ganaba la vida como profesor de inglés y acostumbrado a ser ese alguien especial con quien sueñan las mujeres. La película supuso para él su cuarta candidatura a los Premios Goya, además de quedar asociado con Jorge Sanz -el actor que interpretaba a su hermano- en el resto de su trayectoria.
En 1996 se convirtió en Santi, amante de Diana (Penélope Cruz) en "El amor perjudica seriamente la salud", donde se ponía al servicio de ésta a lo largo de treinta años de la historia de España, que su director, Manuel Gómez Pereira, contempla con cierta ironía. En ella interpretó a un hombre perdidamente enamorado de una niña-bien a la que quería complacer y por cuyo amor abandonaría su puesto de trabajo como botones para convertirse en un piloto militar. Constantemente humillado, Diana le anunciaba su paternidad al mismo tiempo que le impedía desarrollarla en efecto. Por esas fechas nació su hija.
En 1998 renunció a participar en "La niña de tus ojos" (Fernando Trueba) para protagonizar "La hora de los valientes" (Antonio Mercero), en la que su aparentemente insignificante personaje se transformaba en una persona heroica: Gabino quería desprenderse de su imagen preestablecida, cuestionándola desde sus cimientos más básicos. Su interpretación de Manuel, un joven republicano que salva los cuadros de Goya de los bombardeos de la Guerra Civil Española fue recompensada con una candidatura al Premio Goya a la mejor interpretación masculina protagonista. A partir de entonces ha intervenido en películas de gran éxito como "Torrente 2: misión en Marbella" (Santiago Segura, 2002), donde encarnó a Cuco, el corto ayudante del protagonista; ha formado pareja con Demi Moore en un anuncio de Freixenet; y ha realizado una gira con la obra "Una noche con Gabino", por la cual obtuvo de manos de Lucía Jiménez el Fotogramas de Plata al mejor actor de teatro, galardón que ya había rozado tres veces previas.(wikipedia)
Añadir a tu lista