Aunque es adrede en comicidad, un ser humano no puede emitir los rugidos de un león con la misma potencia, por diferencias obviamente anatómicas. Además la futura amada ¡contesta como un elefante! al grito del terrible animal predador. Y muy lejos de resultar de invitación al apareamiento.
Cuando el monstruo ataca al final de la pelicula la nave, podemos observar el brazo humano de la persona que interpreta al monstruo, ya que se ve como entre las manos y el brazo se queda corto el traje.
Errores: 3
Gerpro
Cuando todos descienden del bote salvavidas, inevitablemente se mojan. Segundos después están secos!
Reportar