Harry Spalding quedó particularmente satisfecho con el trabajo del director Don Sharp, en especial cuando éste decidió quemar una casa de verdad para el clímax en lugar de usar maquetas.
El rodaje empezó con el ambiente relativamente enrarecido: muy lamentablemente, los Estudios Shepperton acababan de despedir a 110 trabajadores, y rodar allí no parecía la mejor idea. Sin embargo, parece que se llevó sin problemas.
A Harry Spalding se le ocurrió la idea de la película al leer sobre una polémica que estaba teniendo lugar entonces en San Francisco: un cementerio había sido recalificado como suelo edificable y, en efecto, se había construido sobre éste.
Aunque es acreditado el primero, Lon Chaney Jr. no aparece ni 10 minutos en la película.
Curiosidades: 5
bigladiesman
En varios cines americanos se hizo un gimmick a lo William Castle: los espectadores podían recoger en las salas un ¨deflector de brujería¨, que no era más que una chapa de color verde.
Decía el eslógan: ¨Solo el deflector de brujería puede salvarle de las terroríficas redes de lo desconocido¨.
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