No está mal,hace un breve repaso a muchos acontecimientos históricos de la humanidad desde la prehistoria,pasando por el renacenstimo,el arte,los conquistadores...etc etc etc
Todo ello contado desde la perspectiva del demonio y el hombre que representa la espiritualidad de la humanidad,entre ellos surje un juicio en el que cada parte muestra la parte buena y mala de ella para que el juez celestial despeje dudas para hacer explotar una bomba atómica y arrasar con toda la humanidad o no.Yo sin duda me quedo con la parte que ejempliza el Diablo(Vincent Price),el ser humano solo está para hacer el mal a pesar de haber desubierto e inventado cosas,me hace gracia el representante de la humanidad cuando el diablo le muestra todas las guerras y al otro como que se la pela mostrando como si nada sus argumentos que pronto son tapados con más guerras...en fin...una cinta didáctica con punto interesante.
La primera gran superproducción del imprevisible ex-director de documentales Irwin Allen (ganador de un Oscar al mejor documental), al que podríamos calificar como el productor y director del ni fu ni fa: ora te plantaba una basurilla multimillonaria digna de los Razzies, ora te sacaba una obra maestra del cine de acción y aventuras como “El coloso en llamas”, y en conjunto, su carrera siempre quedó en un punto intermedio entre la gloria y el ridículo. En cierta manera tiene un paralelismo con Roger Corman, pero éste a veces logra mucho con poco, y Allen a veces lograba poco con mucho. Esta peli es un ejemplo de lo que digo.
Siguiendo la misma senda que lo llevaría al exitazo que fue “El coloso en llamas”, esta película es una superproducción con un reparto de megaestrellas de primer orden, desde veteranos de inicios del cine (el protagonista, el oscarizado por Ronald Colman, que llevaba trabajando desde 1917, en su último trabajo) hasta jóvenes promesas (Dennis Hopper), pasando por lo mejor del cine de entonces. Sin embargo, lo que salió según la crítica fue un cocido putrefacto del que solo era salvable la despedida cinematográfica de los Hermanos Marx (aunque no salgan juntos) y el duelo interpretativo entre Colman y Vincent Price. Cómo lo veremos desde aquí ?
Básicamente se trata de una comedieta donde cada estrella tiene su sketch, luce palmito y se larga con lo puesto. Eso estaría bien si en medio hubiera un buen guion… Pero qué pasa si éste es una pura birria donde solo Vincent Price y un maestro de maestros como Colman desentonan entre las otras estrellas POR LO BIEN QUE LO HACEN? Que por mucho dinero que se ponga el mastodonte se hunde solo debido a que es, simplemente, un sinsentido con nulo valor histórico. Lo del nulo valor histórico es pasable; al fin y al cabo es ficción. Lo del sinsentido es imperdonable: Colman y Price saltan de una escena a otra descontroladamente, aguantando bien el tipo pero sin lograr que la peli tenga un mínimo de dignidad. Es que ni la escena con Groucho tiene la más minima gracia; le falta esa agilidad verbal que se le veía en su programa de televisión, ¨You Bet Your Life¨. Solo Dennis Hopper me ha gustado, dejando a parte a los dos protas.
Además, no esperéis grandiosos decorados ni grandes “extravaganzas”: todas las escenas de multitudes son imágenes de archivo de otras pelis. Los decorados son de una cutrez supina. Para mí que se les fue el presupuesto en intérpretes en un vano intento de imitar “La vuelta al mundo en 80 días”.
Lo dicho: solo Colman y Price (y, en parte, un Hopper muchos años antes de su época flipada) con sus espléndidas actuaciones se salvan en este conjunto desastroso. Media estrella para cada uno. ¨Hesto¨ no se merece más.
Críticas: 3
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7
Una grata sorpresa de proporciones bíblicas, y nunca mejor dicho. Una película rara, diferente. Me cuesta encasillarla en un género específico.
Estamos en el cielo. Allí se lleva adelante un juicio para dictaminar si la humanidad merece seguir con vida o no, ya que descubrieron el secreto de una superbomba de hidrógeno mucho más potente y terrorífica que la propia bomba atómica.
En este sentido, en defensa del ser humano, se nos presenta al Espíritu Santo, mientras que el Diablo (interpretado magistralmente por Vincent Price) va a tratar de demostrar la malícia del hombre a lo largo de toda su historia.
A partir de acá tenemos un recuento de la historia de la humanidad contraponiendo los puntos que se podrían considerar buenos y malos, yendo desde el descubrimiento del fuego por parte de los cavernicolas hasta el desastroso final de la Segunda Guerra Mundial.
Circulan en este espectáculo muchísimos dictadores, déspotas y tiranos, así como también grandes inventores, músicos e inspiradores.
Una gran película que busca hacernos reflexionar sobre cual es nuestro lugar en el mundo, sobre lo que estamos haciendo bien y lo que no. Todo llevado adelante por dos actuaciones sublimes, encarnando al bien y al mal.
Por supuesto, el final se roba toda la película contandonos algo que, quizás, ya todos sabemos, pero no se si lo tenemos tan presente.
Un películon.
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