¨¿Has considerado la posibilidad de que esa máquina pueda estar poseída?¨, pregunta Mark muy convencido de sí mismo al cínico inspector Hunton.
Por supuesto él no lo cree, pero no sería la primera vez que las máquinas atentan contra la vida de los seres humanos, y la razón puede ser un espíritu demoníaco...

Mucho tiempo en el mundo literario sin haber sido adaptado a otro formato, el relato corto ¨The Mangler¨ fue uno de los que más tardó de los reunidos en esa colección imprescindible para los fans de Stephen King y del horror en general llamada ¨Night Shift¨, que en 1.978 presentaba títulos increíbles como ¨Children of the Corn¨, ¨The Lawnmower Man¨, ¨The Boogeyman¨ o la presente. Pero el mítico Milton Subotsky, de Amicus Productions, quien se había encargado de llevar a la pantalla varias de las historias del autor, vende los derechos al productor y guionista Harry A. Towers, poco antes de fallecer de un ataque cardíaco.
¿Estuvo tocado por la mala suerte dicho acuerdo tal y como lo está la máquina del cuento? Pudiera ser. Los problemas de financiación y sociopolíticos fueron el primer impedimento, y el rodaje se movió de Sudáfrica a Inglaterra; otras cuestiones hicieron meditar sobre el guión a Towers, Stephen Brooks y un entusiasmado Tobe Hooper, dado que el material original parecía demasiado escueto. Como de costumbre en King, un pequeño pueblo de la Norteamérica profunda se ve asolado por el Mal, procedente de una factoría de despiadado trato a los empleados...

Los sentimientos de éste, recordando los malísimos momentos vividos por su madre como empleada de una lavandería de similares características cuando intentaba sacar a toda la familia adelante, hierven con furia en ¨The Mangler¨, donde hace de la máquina una devoradora literal del pobre obrero, cuya carne alimenta sus tripas mecánicas. Este drama entronca con su relato anterior ¨Graveyard Shift¨, y a la vez con los posteriores ¨Trucks¨ y ¨Christine¨, en lo que es su concepción apocalíptica de vehículos o maquinaria destruyendo al ser humano.
Esa furia se hace presente en un primer cuarto de hora que nos vapulea el estómago con una serie de incidentes donde se incluyen miembros arrancados, cuerpos aplastados, cabezas reducidas a pedazos y sangre por todas partes, un prólogo de brutalidad salvaje como sólo Hooper sabría hacer. ¿Pero es el más indicado para estar tras la cámara? Cierto que su contribución al género es tan memorable como su adaptación de ¨Salems Lot¨, sin embargo a mitad de los 90 se hallaba en una lastimosa fase de declive y se nota bastante, aunque intente por todos los medios recuperar esa magia que tenían sus películas a comienzos de los 80.

Y es que la puesta en escena, estilizada y gótica, y la peculiar caracterización de personajes que a menudo cruza el surrealismo, hace de ¨The Mangler¨ un film 100% ochentero aun siendo realizado en los 90. El argumento es practicamente el mismo que en el cuento: el esfuerzo del policía Hunton por desentrañar el misterio tras los aberrantes sucesos en la factoría. La máquina de lavar de principal sospechosa y un curioso vecino ayudándole, claro (porque estos tipos, que se empeñan en actuar con los pies en la tierra, precisan de alguien un poco enterado sobre ciencias ocultas, fenómenos paranormales y esas cosas...).
La divertida camaradería entre Ted Levine y Daniel Matmor, en la tradición detectivesca de Holmes y Watson, demuestra ser una de las bazas del film, y la forma en que poco a poco el primero debe creer en lo increíble para parar el frenesí asesino de esta prima inmóvil de Christine. Pero esa idea tan sencilla toma un desvío bizarro de más tras añadirse como elemento fundamental al dueño de dicha compañía, Gartley, interpretado por Robert Englund en una encarnación autoparódica excesiva (profiriendo sus líneas con un dramatismo teatral cargante) de su Freddy Krueger, un engendro mitad máquina, mitad humano, y estableciéndose un vínculo ¨místico¨ entre la lavadora y él.

Esto, invención total de los guionistas (y el fotógrafo también), desciende al imaginario ¨kingniano¨, ese habitado por uniones demoníacas entre seres humanos y seres inanimados, así que el viscoso y repelente individuo de piernas postizas y la ¨maldición¨ que pesa sobre el pueblo no desentonaría mucho en el relato original. Hooper da su toque distintivo para terminar de capturar el estilo del autor al igual que hiciera en su fábula de vampiros, a través de unos diálogos alucinatorios, una ambientación enfermiza y una atmósfera de mala sombra que lleva a los personajes al límite de sus nervios.
De hecho tendremos a Hunton y Mark desquiciados en un último acto de pura tensión, locura y violencia creciente como le sucedía al héroe de ¨Combustión Espontánea¨ y que recordará sin duda al exceso final de ¨Poltergeist¨. Al de Texas se le cruzan los cables y su misión es la de desafiar toda lógica por medio de situaciones que van más allá de los límites del exceso de la fantasía y el terror ¨exploitation¨: invocaciones religiosas, descuartizamientos a granel, efectos especiales alucinantes (¡qué ochentero es todo!), los protagonistas gritando sin parar, la máquina adquiriendo forma de monstruo de cuento...

Al final quedamos tan exhaustos y consternados como el pobre policía, tanto más cuanto que su aventura transcurre durante solo un día, y quien a la mañana siguiente descubre la inutilidad de su esfuerzo. Ese epílogo de nota amarga es también muy propio del nihilismo y el fracaso que King imprime a sus historias, el mismo con el que a menudo ha predicado Hooper.
Que las maldiciones y los espíritus demoníacos perdurarán siempre que haya seres humanos para continuar produciéndolos, un mensaje desalentador. La última obra decente de la carrera del cineasta ni tuvo buena acogida (su ¨ultragore¨ gratuito tuvo mucha culpa) ni contó con el beneplácito del escritor, quien afirmó que ¨La historia acaba perdida entre el exceso visual y la incomprensible presencia de Englund¨...

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Pasable film de terror dirigido por Tobe Hooper (“Texas Chainsaw Massacre”, 1973; “Poltergeist”, 1982), y protagonizada por Robert Englund y Ted Levine.

El malhumorado detective John Hunton investigará la extraña y brutal muerte de una anciana empleada de una lavandería industrial, mientras se siguen produciendo accidentes, para descubrir, incrédulo, que una fuerza diabólica sobrenatural está detrás de accidentes y muertes.

Luego de la buena recepción por parte de la crítica de “Body Bags” (1993), antología de cuentos de ciencia ficción y terror junto a John Carpenter y Larry Sulkis, Tobe Hooper acepta la propuesta del productor sudafricano Anant Singh de adaptar el relato corto “The Mangler” de Stephen King, publicado por primera vez en diciembre de 1972 en la revista Cavalier y luego en la colección de King “Night Shift” de 1978. Sería la segunda vez que Hooper adaptara una obra de King, después del TV Film de culto “Salem’s Lot” (1979), sin embargo, los resultados estarían lejos de ser recordados por los fanáticos del género y de la obra de King y el mismo Hooper.

Porque hay que decir que, a excepción de “Body Bags” (1993), Tobe Hooper no estaba pasando un buen momento creativo y prueba de ello había sido el rodaje de películas discretas, como “Spontaneous Combustion” (1990) con Brad Dourif, la TV movie “I’m dangerous tonight” (1990) con Anthony Perkins y “Night Terrors” (1993) con Robert Englund, con quien repetiría en “The Mangler” (1995). Atrás habían quedado los mejores momentos de la filmografía de Hooper, como la propia “Texas Chainsaw Massacre” (1973), la TV movie “Salem’s Lot (1979), “Poltergeist” (1982), “Lifeforce” (1985) y “Texas Chainsaw Massacre 2” (1986), sin embargo, la idea de volver a trabajar una historia de Stephen King terminará por seducir a Hooper, que no será muy acertado, en líneas generales, en un film que quedará entre sus trabajos más irregulares y mediocres.

El guión desarrollado por Peter Welbeck y el propio Tobe Hooper respeta bastante la estructura y trama del original de Stephen King, sobre una lavadora industrial poseída por un ente diabólico y la lucha de un policía y un amigo por erradicar su esencia maligna de la máquina, terminando en un entuerto peor cuando el demonio se deshaga de sus ataduras y merodee por las calles haciéndose de más víctimas. Sin embargo, uno de los grandes errores que Welbeck y Hooper cometen es no tener en cuenta la extensión del relato, que a decir verdad es corto y se extienden a más no poder a más de 100 minutos de metraje, con una supuesta conspiración satánica que nunca termina de convencer, a pesar de que estemos conscientes de que se trata de una película de terror sobrenatural.

Ambientada originalmente en Nueva York, pero en la versión de Hooper en algún rincón de Maine -ese recordado estado y sus pueblos que tanto le gusta a Stephen King- “The Mangler” (1995) propone una alianza macabra entre el dueño de la lavandería industrial “Blue Ribbon”, Bill Gartley y una suerte de demonio que posee la enorme lavadora, a base de un ritual de sacrificio humano, que incluye extractos de belladona y sangre virginal, que coincidentemente para el film se activará cuando la sobrina del propio Gartley, Sherry, se corte la mano en el engranaje y su sangre “despierte” al demonio. Más adelante sabremos que la diabólica maquina había asesinado a la propia hija de Gartley y lo había dejado prácticamente paralítico.

No obstante, el guión no explicará las motivaciones por las cuales Gartley está dispuesto a “olvidar” la muerte de su hija y su propia discapacidad motriz a manos de la demoníaca lavadora industrial, y persista en sus intentos por satisfacer la sed de sangre de la máquina asesina. Por lo demás, las investigaciones y explicaciones esotéricas del cuñado de Hunton, Mark, son bastante pueriles y el espectador se sorprenderá por la facilidad con que encontrará las respuestas para exorcizar a la máquina. Como sea, el tratamiento investigativo sobre la conspiración queda al debe y necesita de la condescendencia del espectador para superar la prueba, sobre cuando Hooper explica que la máquina sobrevive al exorcismo porque los antiácidos que se tragó, al triturar a la anciana Señora Frawley, contienen belladona.

A pesar del conocido sentido del humor negro de Hooper, “The Mangler” (1995) no es precisamente uno de sus films más sarcásticos y críticos, pudiéndose advertir una que otra crítica a la sociedad de consumo y la industrialización, que se sustenta sobre los hombros de los empleados, que se refleja en el déspota Gartley haciendo funcionar la lavandería a como dé lugar, sin importar que se haya producido un accidente o que efectivamente una persona haya sido literalmente triturada en ella, con la ayuda de sobornos a los jueces y autoridades policiales.

Ocurrirá una paradoja con la historia de “The Mangler” (1995), si bien cojea en varios segmentos y se vuelve tediosa en algunos momentos, tiene tres personajes realmente interesantes, que bien vale la pena describir y que ayudan a mantener de pie esta bizarra propuesta de Tobe Hoooper. El primero es el tiránico y malévolo Bill Gartley, interpretado por el siempre eficiente y carismático Robert Englund (Saga “A nightmare on Elm Street”, 1984-2003), personaje maquiavélico y vil, cuyo sentido del éxito y el poder, por encima del dinero incluso, está por sobre cualquier cosa. No tiene problemas en aliarse a una fuerza demoníaca y olvidar que debió pagar un alto precio por ello (su propia discapacidad y la muerte de su hija adolescente).

El segundo es el carismático y malhumorado John Hunton, encarnado por el gran actor Ted Levine (“The Silence of the Lambs”, 1991; “Heat”, 1995; “Memoirs of a geisha”, 2005), detective con métodos bien particulares y vulgares, pero efectivo al fin de cuentas, que regala algunos diálogos ácidos que bien vale la pena destacar, como su cuestionamiento a la estupidez de los repartidores de la lavandería y a la veracidad de las locas teorías de su cuñado sobre la posesión de la máquina.

Y, en tercer lugar, aunque no tenga evidentemente el protagonismo de Gartley y Hunton, el fotógrafo forense J.J.J. Pictureman (por cierto, uno de los nombres de personajes más ridículos y estúpidos que pudo escoger Hooper), a cargo de Jeremy Crutchley (“Ask the dust”, 2006) quien aparece y desaparece como fantasma una y otra vez en pantalla, cada vez que hay un accidente o más aún una muerte en la lavandería, cual enviado por el ángel de la muerte, retratando el lugar de los hechos, para volverse fundamental en el epílogo y conducir a Hunton hacia una verdad que sustentará la conspiración y la hará un poco más interesante y creíble dentro de lo ridículo que es.

“The Mangler” (1995) tiene algunas escenas de gore explícitas, como la brutal muerte de la Señora Frawley, la desesperada maniobra del mecánico de la lavadora al cortar el brazo del encargado de personal Stanner para intentar salvarlo y la tragicómica muerte de Gartley, en el epílogo, en donde Hooper da rienda suelta a su sarcástico y brutal humor negro. Los efectos especiales, por lo demás, responden efectivamente en las escenas de mutilación, a cargo de Scott Coulter, Scott Patton y Scott Wheeler, pero los generados por computadora resultan poco creíbles, aunque le otorgan cierta esencia bizarra en el epílogo, cuando la máquina se libera de sus anclajes y persiga a Hunton y Sherry por un entrincado abismo de escaleras hacia las alcantarillas de la lavandería.

Además de Englund, Levine y Crutchley, “The Mangler” (1995) incluye las actuaciones de Daniel Matmor (“A dark truth”, 2012), como Mark, cuñado de Hunton y demonólogo aficionado; Vanessa Pike (To the ends of the Earth”, 2005) como Sherry Ouelette, sobrina de Gartley; Lisa Morris como Sin Lue, amante de Gartley; y Demetre Phillips (“Stone Cold”, 1991) como el también déspota Stanner, encargado de personal de la lavandería, todos de mediocre performance, pero nunca insoportable.

La música del film estuvo a cargo de Barrington Pheloung (“Inspector Morse”, 1991), quien aporta con una banda sonora eficiente, en base a mucho piano, pero que no trasciende en ningún caso.

“The Mangler” (1995) tuvo dos secuelas estrenadas directamente a DVD, “The Mangler 2” (2002) de Michael Hamilton-Wright, que trata de un virus informático con conciencia propia que se apodera de un instituto y acaba con todos los estudiantes; y “The Mangler Reborn” (2005) de Erik Gardner, que trata de un hombre que obsesionado con una máquina planchadora, se dedica a acosar y asesinar jóvenes, terminando poseído por la misma máquina. En cualquiera de los dos casos, estamos hablando de productos absolutamente imprescindibles para el género y que no aportan nada nuevo.

En resumen, una película menor dentro de la filmografía de Tobe Hooper, que funciona con lo justo ya que entretiene pero está lejos de emular los mejores momentos del director de “Texas Chainsaw Massacre” (1973), con una tibia crítica social y deslavado humor negro.

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Las películas de los años 90s... esa transición entre los divagues delirantes de terror ochenteros y el querer adaptarse a las nuevas tecnologías... hoy en día nos parecen risibles con tanta tecnología en las películas de matrix en adelante. La historia de king es divagante, de momento que una máquina de planchar cobra vida por sí misma al ser poseída por un demonio en el libro. Aún así creo que la peli no se adaptó al libro por una cuestión de presupuesto, efectos especiales y coherencia. Me quedo mejor con night shift.

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Tenía esta película desde hace algún tiempo, me había bajado una colección de filmes basados en relatos de Stephen King, y no los había visto, le he echado un vistazo a esta cinta, que al principio prometía pero lamentablemente ha sido un desperdicio de tiempo, sin embargo vale la pena resaltar algunas cosas positivas.

El filme está basado en un relato corto de King, dicho relato no lo conozco y por lo tanto no haré comparaciones; la historia parte de una primicia ya vista, posesiones, objetos embrujados, cultos, etc, al principio te intriga, mostrándote a una máquina que al parecer esta poseída, para luego revelarse una trama muy confusa que no se explica del todo bien, en mi opinión está bastante mal argumentada.

Hay una “planchadora” en la Lavandería Blue Ribbon que al parecer esta poseída por algún ente, todo empieza cuando una joven se corta y la sangre entra en la máquina. Más tarde una señora que llevaba bastante tiempo en la fábrica es aplastada por la “planchadora”, esto inicia una investigación que se cierra debido a que todo fue “accidental”. Un detective local llamado Hunton intentara llegar al final del asunto, pero el jefe de la fábrica, el Sr. Gartley se interpondrá en su camino.

A la final tenemos un producto muy regular, con alguna que otra escena salvable, aunque hay muy pocas muertes y la mayoría no se dejan ver, las actuaciones son también regulares, el papel de Ted Levine como el Det. Hunton es bastante malo, y su actuación no es gran cosa, lo mismo digo de Robert Englund como Bill Gartley, aunque su aspecto horrendo y perverso estuvo genial, quizás lo mejor en el filme.

Ciertamente uno de los peores filmes de Tobe Hooper, lo puedo recomendar a los amantes del género, los cuales quizás encuentren alguna que otra cosa rescatable, para mi estuvo regular, no me aburrió ni nada por el estilo, pero su desarrollo es muy tonto y constantemente decae, malos efectos, regular maquillaje, actuaciones decadentes, una historia que no se termina de explicar bien y termina en una confusión que ni el mismo protagonista pudo entender.

El simple hecho de tener una máquina de lavandería como antagonista es un poco vago y no genera tensión, de por si la trama es demasiado tonta, no supieron explicar casi nada, muy regular.

Mi puntuación 5/10

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exelñente cinta es muy buena, el guion de maestro es inigualable y original, los personajes son sorprendentes y muy bien hechos

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La peli esta bien si bien es verdad que no parece de Hooper. Robert Englund estupendo i la maquina da miedo de verdad? alguien a visto una real? dan miedo.

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Interesante como todos los relatos cortos de Stephen King adaptados cinematograficamente. Debo destacar el gran trabajo de Tobe Hooper, la pelicula es realmente enfermiza, violenta y sangrienta. Escenas oscuras y una musica tetrica de acompañamiento que aumenta el suspense en sus debidos momentos. Robert Englund brillante y magistral en un papel bastante extravagante de hombre vengativo y sadico, lo cierto es que prefiero esta union Hooper/Englund que aquella "Terror Sin Fin".
Ted Levine (Buffalo Bill en El Silencio De Los Corderos) esta increible en su papel de detective con crisis.

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The mangler en realidad es una comedia absurda del Hooper, que a partir de cierto momento parece que lo mandó todo a la mierda, harto de que los productores le dieran por culo, y se dedicó a hacer películas cada vez más delirantes, sin preocuparse de nada. Pero la película es entretenida si entras en la broma y le pillas el truco. Coño, es hasta buena.

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