A través de unas lentes de contacto, idea posiblemente tomada del cuento “Las Lentillas Azules” de Daphne Du Maurier, una avanzada inteligencia puede no solo clonar recuerdos y deseos, sino de alguna forma manipularlos. Digo “de alguna forma” porque lo cierto es que la empanada paracientífica es de tal calibre… que diríamos hace falta como poco un doctorado para entender el conflicto.
La investigación funciona a trompicones, los apuntes seudometafísicos dan ascopena, con una gazmoñería que no llega a emoción… pero… como les digo… lo peor resulta ser ese ente virtual supraterreno que quiere humanizarse y esclavizar a los humanos, pero que en ningún momento deja claras ni su naturaleza, ni sus intenciones…
Probablemente sea el monstruo más difuso de la historia, y si esa era la intención… pueden apuntarse la chapa. En nuestra ingenuidad, entendemos posible que toda la verborrea ciberneuroinfomática, si acaso tiene alguna base de ciencia real, pueda conmover a algún genio… de lo que de verdad nos alegramos mucho. Pero, estrenada además en planea plandemia con la pobre gente encerradita en sus casas, como fantasía ya les digo yo que es un pestiño inmundo de los que claman cárcel… por no llevarse ya la pena de muerte.
Pedro Otero Serrano
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A través de unas lentes de contacto, idea posiblemente tomada del cuento “Las Lentillas Azules” de Daphne Du Maurier, una avanzada inteligencia puede no solo clonar recuerdos y deseos, sino de alguna forma manipularlos. Digo “de alguna forma” porque lo cierto es que la empanada paracientífica es de tal calibre… que diríamos hace falta como poco un doctorado para entender el conflicto.
La investigación funciona a trompicones, los apuntes seudometafísicos dan ascopena, con una gazmoñería que no llega a emoción… pero… como les digo… lo peor resulta ser ese ente virtual supraterreno que quiere humanizarse y esclavizar a los humanos, pero que en ningún momento deja claras ni su naturaleza, ni sus intenciones…
Probablemente sea el monstruo más difuso de la historia, y si esa era la intención… pueden apuntarse la chapa. En nuestra ingenuidad, entendemos posible que toda la verborrea ciberneuroinfomática, si acaso tiene alguna base de ciencia real, pueda conmover a algún genio… de lo que de verdad nos alegramos mucho. Pero, estrenada además en planea plandemia con la pobre gente encerradita en sus casas, como fantasía ya les digo yo que es un pestiño inmundo de los que claman cárcel… por no llevarse ya la pena de muerte.
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