La Rankin-Bass, productora de decenas de series (entre ellas los Thundercats) y películas televisivas y cinematográficas (como su popular adaptación de “El último unicornio”) es imprescindible para conocer el mundo de la animación sesentera, y más especificamente la primera explosión del anime japonés a partir de los 60, pues Arthur Rankin y Jules Bass solían encargar sus productos a compañías japonesas, contando con animadores que serían célebres con los años.
Este no es el caso.
”Retorno a Oz” fue un especial - el primero de la productora en animación tradicional en lugar de stop-motion - co-producido por General Electric y animado por la compañía canadiense Crawley Films (que no era especialista en animación: se dedicaba a todo tipo de películas) que venía a cerrar la propia serie de la Rankin-Bass sobre la obra de L. Frank Baum, que llevaba emitiéndose desde 1961, aunque argumentalmente no tiene ninguna relación con ella.
Flojo guion a pesar de ser del prestigioso guionista de la casa, Romeo Muller: de todos los personajes, solo la Bruja del Oeste (a ratos descacharrante) y el Mago tienen una mínima personalidad en este especial, siendo sus escenas juntos lo mejor de la película. El resto son estereotipos sacados de anteriores caracterizaciones, situaciones cogidas por los pelos del Dalai Lama y chistes algo sudados.
Técnicamente, animación limitadísima (en esa época era lo habitual en las películas de animación tradicional de la Rankin-Bass) y muy sesentera estética minimalista, con diseños orgánicos sin casi líneas rectas y colores planos, bastante deudora del trabajo de la UPA. En comparación con lo que era la serie, es de auténtico lujo. La música es horrorosa.
Siendo de la época inicial de la Rankin-Bass y contando con unos estupendos diseños minimalistas, esta peliculilla tiene cierto interés histórico, pero más allá de esto, está muy alejada de la calidad que llegó a mostrar – ocasionalmente - esta productora más o menos a partir de esa época y hasta finales de los 80.
bigladiesman
5
La Rankin-Bass, productora de decenas de series (entre ellas los Thundercats) y películas televisivas y cinematográficas (como su popular adaptación de “El último unicornio”) es imprescindible para conocer el mundo de la animación sesentera, y más especificamente la primera explosión del anime japonés a partir de los 60, pues Arthur Rankin y Jules Bass solían encargar sus productos a compañías japonesas, contando con animadores que serían célebres con los años.
Este no es el caso.
”Retorno a Oz” fue un especial - el primero de la productora en animación tradicional en lugar de stop-motion - co-producido por General Electric y animado por la compañía canadiense Crawley Films (que no era especialista en animación: se dedicaba a todo tipo de películas) que venía a cerrar la propia serie de la Rankin-Bass sobre la obra de L. Frank Baum, que llevaba emitiéndose desde 1961, aunque argumentalmente no tiene ninguna relación con ella.
Flojo guion a pesar de ser del prestigioso guionista de la casa, Romeo Muller: de todos los personajes, solo la Bruja del Oeste (a ratos descacharrante) y el Mago tienen una mínima personalidad en este especial, siendo sus escenas juntos lo mejor de la película. El resto son estereotipos sacados de anteriores caracterizaciones, situaciones cogidas por los pelos del Dalai Lama y chistes algo sudados.
Técnicamente, animación limitadísima (en esa época era lo habitual en las películas de animación tradicional de la Rankin-Bass) y muy sesentera estética minimalista, con diseños orgánicos sin casi líneas rectas y colores planos, bastante deudora del trabajo de la UPA. En comparación con lo que era la serie, es de auténtico lujo. La música es horrorosa.
Siendo de la época inicial de la Rankin-Bass y contando con unos estupendos diseños minimalistas, esta peliculilla tiene cierto interés histórico, pero más allá de esto, está muy alejada de la calidad que llegó a mostrar – ocasionalmente - esta productora más o menos a partir de esa época y hasta finales de los 80.
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